domingo, 28 de julio de 2013

Capítulo setenta y tres.



Y bueno, el final ha llegado...

Gracias por haber leído todos y cada uno de estos capítulos. Por haberse tomado el tiempo de entrar un poco en mi mente y en lo que sentía, ya que muchas veces me desahogaba escribiendo, muchas gracias por su paciencia y muchas gracias por su espera, ya que de no haber sido por ustedes, ahora no estaría subiendo después de poco más de 1 año, el último capítulo de esa historia.

Espero de todo corazón les guste tanto como a mí.

 -----









Narrador:

Ahora todo era confuso.

La noche anterior había sido la noche perfecta para Sam pero ahora, que despertaba a las ocho de la mañana, no comprendía que era aquel sentimiento que oprimía su pecho, que la ahogaba. Se volteó y al hacerlo se topó con él, completamente dormido. Con sus labios entreabiertos y su respiración acompasada. De repente él se removió y ella se sobresaltó cuando Danny rodeo inconscientemente su cintura para acercarla más a él. Ella no se negó, no podía hacerlo pues estaba completamente hipnotizada con el patrón de sus pecas por su rostro. Quiso besar cada una de ellas, lenta y detenidamente, tomándose el tiempo necesario para apreciar cada una, para contarlas, para hacerlas suyas.

Para hacerlo suyo.

La noche anterior Danny le había dicho a Sam que la quería, lo dijo con toda la seguridad del mundo pero ella no estaba segura de que lo único que sentía hacia él pudiera expresarse con un simple “te quiero” y ese simple pensamiento la abrumó completamente. ¿Lo amaba?

¿Lo amo? Se preguntó sabiendo la respuesta de antemano. Su pecho dolió aún más, su respiración se atoró en su garganta y ella estaba a punto de ahogarse con sus propios sentimientos si no salía de ahí lo más pronto posible.

Con cuidado se removió zafándose del agarre de Danny, él también se movió pero por suerte no se interrumpió su sueño. Se cubrió con una sábana que se encontraba en el suelo y caminó a trompicones por la habitación en busca de su ropa. Una vez que la recolectó, entró al tocador y al observarse al espejo no se reconoció por unos minutos. Su cabello estaba completamente enmarañado, sus labios inflamados y justo debajo de la clavícula encontró una chupetón que no recordó en que momento de la noche obtuvo. Regresó su vista al reflejo de sus ojos. Estaban más brillantes de lo que nunca han estado y algo detrás de ellos había cambiado, ya no tenía la mirada pérdida en lo que alguna vez anheló, estaba enfocada en lo que había conseguido anoche y lo que esa acción significaría.

Sacudió su cabeza y comenzó a vestirse sin tomar una ducha, no quería despertarlo. Cuando terminó de ponerse su ropa, se ató el cabello en una cola de caballo alta que después enrolló para formar un bun sin importarle los mechones de cabello que escapaban de este. Salió del baño dispuesta a salir de la habitación pero notó un pequeño bloc de hojas con una pluma en una de las mesitas de noche. Se acercó y lo tomó garabateando un rápido “Salí a tomar aire, en un rato vuelvo con el desayuno.” Dejó la nota en un lugar visible y salió de la habitación con destino a la recepción para tomar un taxi pues no quería ir a su departamento en esos momentos, a pesar de que estaba a solo unas cuantas cuadras, pues temía encontrarse con Melanie. Se suponía que ellas verían una película justo después de que Sam hablara con Danny, el asunto fue que Sam no regresó y no lo haría.





 





Danny despertó a las once de la mañana, con un bostezo de compañía pero sin la chica a la que le abrió su corazón la noche anterior. Esto lo hizo sentir intranquilo hasta que encontró la nota. La leyó con una sonrisa, después sacudió un poco su cabello y fijó su vista en la ventana, el sol ya había salido hace muchas horas. Observó su celular, pasadas las once. Sospechaba que Sam llegaría pronto así que decidió tomar una ducha rápida, ponerse un sencillo cambio de ropa y se dedicó a esperar en la pequeña sala de estar de su habitación.

La sonrisa en su rostro fue constante, jamás disminuyó y no le importó el dolor en sus mejillas. Recordó la noche anterior. Cada detalle y sensación, cada suspiro, palabra, sonido, todo. Eso lo sorprendió. Jamás había sentido lo que él siente cuando esta junto a Sam y eso le fascinaba pues era nuevo, excitante y un tanto abrumador pero lo valía, ella lo valía.

Media hora después unos nudillos tocaron a su puerta. Él se levantó de un salto de su asiento, se dio un vistazo en el espejo, arreglo un poco su cabello, se puso colonia y, respirando profundamente, abrió la puerta.

Pero no era Sam.

Eran dos policías y a ellos los acompañaba Tom.

– ¿Qué sucede? – Preguntó Danny aún con una sonrisa pero esta desapareció al ver el semblante de Tom: Serio y al borde de las lágrimas, las comisuras de su boca en tensión pues trataba de contener una mueca de tristeza. Oh, ese semblante no había aparecido en su rostro hace muchísimos años y su único significado era malas noticias. – ¿Qué está pasando, Tom?

– Sam… – Comenzó a hablar pero uno de los policías lo interrumpió.

– Samantha Dickens sufrió un accidente automovilístico a dos cuadras de aquí.

– Oh. – Fue lo único que pudo responder de manera inmediata. – ¿Ella se recuperara pronto? ¿En qué hospital está? – Pregunto con esperanzas pero las lágrimas de Tom le quitaron todo.

– Señor Jones, ella ha fallecido. – No pudo aguantar la noticia y cayó de rodillas al suelo. Tom, su mejor amigo, lo envolvió inmediatamente entre sus brazos. Danny gritó en shock, lagrimas cayendo por sus mejillas, sus manos cerradas en puños aferrándose a la chaqueta de Tom. Escucho las falsas disculpas de los policías antes de que se marcharan y se dio la libertad de llorar aún más. No podía creerlo del todo, es decir, ella estuvo con él hace unas cuantas horas y ahora ella no estaba en ningún lado.

– ¿Danny? – Preguntó Tom una vez que sus lamentos se volvieron en simples sollozos. – Melanie, ella tiene que ir a la morgue, Dougie la acompañara ¿Quieres que vayamos? – Danny tardó como cinco minutos en entender su pregunta y asintió una única vez.

– Ella… – Murmuro Danny una vez que estuvo en el asiento del copiloto del auto de Tom. – Ella estuvo conmigo, me dejó una nota… Tuve… Tuve que haberme dado cuenta, tuve que haberla llevado a donde fuese que ella quería ir… Todo… fue mi culpa.

– No es cierto, Danny. No lo es. – El coche no había sido arrancado. Tom apretó el hombro de Danny en muestra de apoyo. – No fue tu culpa ni de ella, ni siquiera del conductor del taxi que la llevaba.

– ¿Cómo sucedió?

– El informe que me mostro el policía indica que fue a las diez cincuenta. – Diez minutos antes de que me despertará. Pensó Danny y se sintió aún peor. – El taxi fue impactado por una conductora que se iba maquillando mientras manejaba.

– ¿Algún otro… uhh…

– ¿Muerto? – Danny asintió. – No. El auto impactó en la puerta trasera, donde estaba ella. El taxista resultó con solo una torcedura de cuello y varios rasguños y la otra conductora con un brazo fracturado, la juzgaran mañana. – Pero esa no era justicia suficiente para Danny, aquella mujer había tomado la vida de Sam sin importarle que varias personas la estaban esperando, que él la estaba esperando. El dolor en su pecho era incontrolable a pesar de que lo sentía vacío sin su presencia, ella se había llevado lo mejor de él, siempre lo tuvo y es ahora, que ella ya no está, que él se dio cuenta de que probablemente ella era el amor de su vida.

Desde el primer momento en que la vio algo se lo dijo. Ella era, es fuerte, valiente, inteligente, graciosa… Perfecta.

Demasiado tarde, Jones.

Le dijo una voz en su interior haciendo que él estuviera al borde de romperse, no podría resistir por mucho tiempo.

Llegaron al hospital y fue Tom quien se encargó de hacer las preguntas y recibir indicaciones mientras Danny perdía su mirada en una de las salas donde había demasiados pacientes, de los cuales reconoció a uno. Caminó hacia ese familiar rostro pero no pudo identificarlo del todo pues el doctor había corrido la cortina bloqueando su vista. Danny se recargo casualmente contra la pared y solo se movió hasta que el doctor y la enfermera que atendían a aquel paciente se marcharon. Danny corrió la cortina y se sorprendió al encontrarla.

– ¿Vanessa? – Ella su tan fashionable, a punto de ser ex-novia, no podía verse peor en esos momentos: El cabello completamente enmarañado, la ropa desordenada, el maquillaje corrido y… un brazo fracturado.

– Oh, Danny… – Dijo con la voz temblorosa. – ¿Te has enterado de lo que ha pasado y has venido a verme? – Vanessa se levantó bruscamente buscando los brazos de Danny pero él retrocedió haciendo que ella casi cayera de la cama, pero no le importó.

– ¿Qué haces aquí? – Vanessa lo vio con exasperación.

– ¿¡No es obvio!? Me he fracturado un brazo y…

– ¿Cómo? – Danny la interrumpió bruscamente y Vanessa de repente se desanimó pero se puso nerviosa.

– Verás, iba a verte, quería hablar contigo. Así que salí de mi casa rápidamente pero no podía dejar que me vieras toda desarreglada, entonces en el camino de mi casa a tu hotel me fui…

– Maquillando y provocaste un accidente automovilístico. – Concluyó él fríamente, su voz dura como la roca, sus puños cerrados. Por primera vez en su vida quería golpear a una mujer y este deseo se hizo mayor cuando Vanessa asintió como si no fuera nada.

– Sácame de aquí y hablemos. – Dijo ella. Sin vergüenza. Pensó él.

– ¿Sabes que alguien murió en ese accidente? – Su voz filosa, peligrosa. Nada de empatía. Odio era todo lo que había en él en esos momentos.

– Sí.

– ¿Sabes quién era?

–De seguro nadie importante. – Ese comentario lo saco de sus casillas, tuvo que golpear su puño contra la pared para evitar golpearla a ella. Sintió el dolor en sus nudillos y la sangre recorrer su mano.

– Ella es importante, la más importante para mí. – Vanessa todavía no entendía. – Era Samantha. – Una sola lágrima se escapó de Danny y fue hasta ese punto que Vanessa entendió lo que había pasado.

– Danny, yo… lo sien…

– Ni se te ocurra decirlo. – Él cerró sus ojos mientras hablaba entre dientes. En ese momento, un doctor y Tom se asomaron por la cortina. El doctor empezó a alegar pero Danny lo ignoró. Dio media vuelta para salir de ahí pero antes de eso, giró un poco su cuello, solo lo suficiente para ver a Vanessa de reojo. – Espero que te pudras en la cárcel. – Y salió siguiendo a Tom.

– ¿Qué fue todo eso? – Preguntó Tom una vez que estuvieron en una sala de espera deseando ver a Melanie.

–Vanessa es la conductora del otro auto. – Se hizo el silencio más profundo y pesado hasta que el grito de una conocida voz los saco de sus pensamientos.

– ¡¿Qué demonios haces aquí?! –Era Melanie con los ojos hinchados y rojos, reflejo del estado de los de Danny. – ¡Nada de esto pasaría si ella se hubiera quedado conmigo a ver películas! – Danny se puso de pie y esperó a que Melanie lo alcanzara, ella empezó a golpearlo en el pecho con ambos puños. Dougie y Tom trataron de detenerla pero Danny los alejó, en ese instante llegaron Harry y Karen sorprendidos por la escena. – ¡Es toda tu maldita culpa! ¡Toda! – Pasaron diez minutos de maldiciones de Melanie y de sus golpes, el pecho y los brazos de Danny ya adoloridos pero Melanie necesitaba descargarse. Cuando por fin ella estuvo cansada, Danny la envolvió con ambos brazos mientras acariciaba su cabello. Melanie lloraba desconsoladamente mientras se aferra a su camisa, tal como él había hecho hace unos momentos con Tom.

– Lo siento. – Murmuró Danny a Melanie, ella intento hablar pero solo balbuceo, él entendió que ella también se estaba disculpando.



(* * *)



Hoy sería el funeral de Sam. Danny fue el primero en llegar a la capilla. La urna de plata donde se encontraba Sam se hallaba en un estrado con una foto de ella, sonriente y con aquel hermoso brillo en sus ojos. Melanie preparó todo y les había comentado que un deseo de Sam era que nadie viera su cuerpo cuando muriera, por eso en su funeral se encontrarían sus cenizas y no su cuerpo.

Danny se sentó en la primera banca, la más cerca del estrado. Él estaba justo enfrente de la foto y la veía directo a los ojos. Pasó un largo rato ahí hasta escuchó unos pasos. Giró y se encontró con un hombre desconocido.

– ¿Quién es usted?

– Soy su… umm… padrastro. – Aquel hombre señalo la foto y Danny pudo saber quién era, aquel bastardo que la golpeaba y trataba como basura.

– ¿Qué es lo que quiere?

– Despedirme de ella. – Danny soltó una risa sarcástica, seca y sin pizca de humor. Entonces se acercó a aquel hombre e impactó su puño contra su mandíbula dejándolo desconcertado. – ¿Qué rayos te pasa?

– Usted la hizo sufrir, no tiene derecho de venir aquí así que lárguese antes de que lo reporte con la policía.

– ¿Bajo qué cargos?

– Violencia doméstica.

– No tienes pruebas.

– Claro que las tengo. – Danny invento esta última parte con tal de que aquel hombre se marchara y funcionó. Su rostro se contrajo en una mueca y se fue sin decir nada más haciendo que Danny se tranquilizara un poco.

Una hora después, la capilla se llenó solo con las personas más allegadas a Sam, sus amigos más cercanos solamente y unos cuantos más que viajaron desde Estados Unidos. Se dio una misa y Melanie fue la única que pasó hablar después del padre. Todos lloraban a su alrededor y cada quien tuvo unos momentos para despedirse en privado. Danny fue el último. Él traía su guitarra, se sentó en la misma banca enfrente de sus ojos y comenzó a tocar una canción que le dedicó una vez en secreto
.



Everyday feels like a Monday,
There is, no escaping from the heartache,
Now I, gotta put it back together,
'Coz it's, always better late than never.
Wishin' I could be in California,
I wanna tell ya when I call ya,
I could've fallen in love,
I wish I'd fallen in love.



------------------------
Gracias de nuevo por haber sido parte de esto.

Espero que les haya gustado, que como yo, hayan reido, se hayan enojado, hayan llorado, pero que a pesar de todo eso, hayan disfrutado de esta historia, de la cual me pone muy triste despedirme, pero como todo inicio tiene un final, y a este ya le llego. 

Muchisimas gracias, no hay palabras para expresar lo que siento... así que, me despido, no dejaré de escribir, aunque no se cuando volveré a publicar algo, así que si quieren que cuando tenga algo para publicar les avise, dejenme en sus comentarios algo donde pueda contactarlas, twitter, ask.fm, tumblr, lo que sea.

Gracias, otra vez.

Yanan.
 


martes, 23 de julio de 2013

✌✌

¡Hola, hola!
Ya tengo mi computadora de regreso (yay!) y he intentado escribir, pero todo lo que he escrito apesta (boo!), pero fuera de todo esto, y de mi mala suerte, quiero agradecerles a las chicas que entran y dejan sus comentarios y que siguen esperando por la actualización.

En serio espero que para cuando regrese a subir, siga teniendo al menos una lectora, no saben lo frustrada que me siento al respecto, justo en la recta final me vine quedando sin inspiración :(, pero en fin, si han escrito alguna vez, supongo que me comprenderán.

Muchas gracias, en serio.

Cualquier cosa, dudas, críticas, y/o comentarios, pueden encontrarme en mi Twitter. (@waalkinthesuun)


sábado, 15 de junio de 2013

Hey

Otra vez yo... sigo sin compu, (y sin inspiración) en serio, no crean que el fic se quedará sin terminar.

Así pasen meses y lo que sea, lo terminaré, sólo necesito mi inspiración de vuelta. No quiero forzar los capítulos ya que son los últimos y quiero que queden perfectos.

Gracias por entender y su espera <3


Yanan.,

jueves, 30 de mayo de 2013

¡Hola!




Chicas, perdón por no estar actualizando, pero la verdad es que no tengo nada de inspiración. Escribí un capítulo y no me gusto en lo absoluto, se veía forzado y salió mal. Así qué esperare a que la inspiración me llegue bien.

Además, mi teclado no sirve. Le cayó un vaso con soda y las teclas están como locas, espero lo arreglen pronto y ponerme a escribir de nuevo, ya que no me gusta escribir desde el celular y desde la app de blogger, es más difícil que me inspire ahí.

Gracias por su comprensión.

Besos.

Yanan.



miércoles, 24 de abril de 2013

Capítulo setenta y dos.









 

Un mes después de la boda, Melanie regreso a pasar un fin de semana conmigo, el cual se convirtió en  unas semanas más. Ella y Dougie pasaban mucho tiempo juntos y todos pensábamos que no tardaban en regresar. Pero siempre, al regresar a la casa después de hubieran estado todo el día juntos, Melanie me decía que entre ella y Dougie ya no iba a poder haber nada más que una linda amistad y un buen recuerdo de sus meses de novios que tuvieron antes. Me ponía triste verlos, ya que se veía que se querían demasiado, pero al parecer ellos estaban bien con la decisión que habían tomado. Ninguno se sentía preparado para un relación formal, además de que Melanie no confiaba mucho en las relaciones a distancia, ya que aún no sabía si regresaría o no a Londres.
Karen y Harry seguían en su viaje de Luna de miel, de repente nos mandaban fotos para presumirnos en que parte del mundo se encontraban. En estos momentos estaban en unas playas en el Caribe.
De Adam no sabía nada, salvo que estaba en Italia. Nada más.

Danny y Vanessa seguían juntos. Aun no había tenido tiempo de hablar con él, o más bien, no ha habido la oportunidad de que nos veamos a solas. Esperaba poder hacerlo pronto.






Tom nos había invitado a cenar, así que Melanie y yo íbamos en camino. Se estaba quedando conmigo, así que por el momento hacíamos todo juntas.
Llegamos a casa de Tom y él nos recibió con un abrazo, tomando el pastel que Mel tenía en sus manos.

Ya todos estaban ahí. Pasamos y saludamos y así comenzó la velada. Para cuando terminamos de cenar, pasamos a la sala y comenzamos a beber vino y a seguir platicando. De repente, Tom se puso de pie, para después inclinarse y poner una rodilla en el piso. Todos lo mirábamos con los ojos bien abiertos y sin poder creer lo que estaba por suceder. Emma parecía que iba a soltarse a llorar en cualquier momento.
—Em… —comenzó a hablar mientras se despeinaba un poco el cabello buscando las palabras para continuar. —Emma, hubiera deseado que esto fuera más diferente, pero sabría que te habría encantado que todos nuestros amigos estuvieras presentes… así que no se me ocurrió otra cosa que hacer una cena e invitarlos a todo. —Emma se acomodó en su asiento. Tom tomo su mano y la acaricio levemente para después besarla. —Sabes que eres de lo más importante que me ha pasado en mi vida y que te amo… y la verdad es que me gustaría pasar el resto de mis días contigo, viendo a nuestros hijos correr detrás de mis gatos mientras nosotros comemos helado debajo de una sombrilla en el jardín. —todos sonreímos— Quieres… ¿qui-quieres casarte conmigo? —soltó. En la sala se formó un silencio expectante, mientras Tom y Emma se miraban directamente a los ojos. Ella salto a sus brazos y beso sus labios repetidamente mientras entre besos le decía que sí. Las lágrimas caían por sus mejillas, pero la sonrisa nadie se la quitaba. La sala exploto en aplausos y chiflidos. Tom saco una cajita color aqua del bolsillo de su pantalón y al abrirla dejo ver un anillo con un diamante al centro, lo saco y lo coloco sobre el dedo anular de Emma, para después darse otro abrazo y un beso más. 

Después de haberlos felicitado, me senté y me puse a mirar alrededor, Dougie y Melanie estaban sentados tomados de la mano, lo miraba fijamente tratando de comprender como sus mentes trabajan. Ninguno de los dos tenia ataduras para estar juntos, solo necesitaban confianza para poder sacar adelante esa relación.


 

Al término de la noche, Melanie y yo regresamos a mi departamento. Demasiado cansadas como para hablar. 

El día siguiente no hicimos nada, Mel se la paso viendo la televisión y mandándole mensajes de texto a Dougie, mientras que yo me dedique a dibujar y a pintar un poco, ya que tenía mucho tiempo sin hacerlo y realmente lo extrañaba. Cuando lo hacía, las horas pasaban tan rápido, me perdía totalmente en el movimiento del pincel sobre el lienzo o el lápiz sobre la hoja. Era tan relajante y me ayudaba a aclarar mis pensamientos, o en su caso, olvidarme un poco de ellos.
—Oye, Sam… —hablo Melanie desde el pasillo, quien iba saliendo de mi habitación. — ¿Ahora que cierren la tienda de antigüedades, que harás? —limpie un pincel y me gire ligeramente para observarla.
—Supongo que buscar otro trabajo. —me encogí de hombros.
— ¿No te gustaría irte conmigo a Barcelona? Allá podrías encontrar un trabajo y estaríamos juntas, o incluso podría hacer que te contrataran en donde yo trabajo.
—No sé…
—Piénsalo. Además, no ha habido ninguna novedad con Danny, no puedes quedarte esperándolo toda la vida, debes continuar con tu vida.
—Eso es lo que estoy haciendo, continuar…
— ¿Estas segura? Porque podrías continuar tu vida allá en Barcelona conmigo y con mamá, igual podrías viajar y venir a visitar a los demás. Ambas podríamos y sería divertido, e igualmente, ellos podrían ir a visitarnos…
—No es tan fácil decir “me iré a Barcelona”, Melanie.
—Lo sé, por eso te digo que lo pienses. Me voy en unos días. —concluyo dejándome de nuevo sola con mis pinturas. 

Seguí pintando por un rato, hasta que Danny logro colarse en mis pensamientos. Suspire. Limpie mis manos y tome mi celular pensando en enviarle un mensaje, pero al hacerlo y me di cuenta que tenía un mensaje nuevo y, daba la casualidad que era de él.

“¡Hey! ¿Qué tal todo?”
“Hola, todo bien… ¿tú?”
“Igual… ¿Qué haces?”
“Estaba pintando… ¿sabes? Estaba por enviarte un mensaje, pero tú me ganaste.”
“Algún día debes enseñarme tus pinturas… ¿en serio? Entonces te gane :-P”
“Oye, ¿crees que algún día podremos salir y hablar… de todo…?
“Sí… de hecho por eso te escribía… ¿quieres que nos veamos ahora?”
vi el reloj y me di cuenta que eran casi las 8p.m.
“Por mí no hay problema… ¿tu?”
“Por mí tampoco.”
“¿Nos vemos en tu casa?” comencé a morderme las uñas por los nervios.
“No… no estoy en mi casa, tuve una fuga de agua y no puedo ir allá hasta mañana. Me estoy quedando en un hotel cerca, ¿nos vemos aquí? O si quieres, voy yo a tu casa.”
“Yo voy al hotel, Melanie está aquí y no creo que se quiera ir para dejarnos hablar…”
“Ok, entonces te espero aquí. Estoy en la habitación 287.”

Me puse de pie y camine a mi habitación, tome ropa y entre rápidamente a la ducha. Melanie me veía desde la cama algo extrañada. Para cuando salí del baño, ya llevaba unos jeans, y una blusa que tenía un atrapa sueños estampado. Me senté en el piso y me puse mis vans blancos. Melanie seguía mirándome. Me cepille el cabello, me puse un poco de perfume y tome una chaqueta.
— ¿A dónde vas? —pregunto después de un rato.
—Iré a hablar con Danny. —la mire, ella se mostraba sorprendida. Tome el celular y lo metí en mi bolsillo trasero del pantalón. —No sé cuánto me tome esto, así que no me esperes despierta. —
— ¡Mucha suerte! —grito antes de que cerrara la puerta.

Camine al hotel, no estaba tan lejos y el aire ayudaría a que mi cabello se secara. Para cuando llegue, camine directamente a los elevadores sin necesidad de llegar a la recepción y preguntar por Danny. Sentía que el corazón estaba en mi  garganta y que podría morir atragantada.

Cuando me vi afuera de su habitación, tome una gran bocanada de aire. Y seque mis manos en mi pantalón, las cuales extrañamente sentía que se estaban derritiendo. Le di varios golpecitos a la puerta, antes de que aquel conocido rostro me abriera con una sonrisa en su boca. ¿Por qué era tan malditamente perfecto?
—Pensé que no vendrías. —dijo haciéndome pasar.
Me encontraba de pie en medio de la habitación. Danny estaba a unos pasos de mí. Nadie decía nada.
—No tendría porque no venir. Es algo que es importante para mí. —me gire y lo encare. El me dedico otra sonrisa. Si fuera más débil de lo que ya era, y no tuviera voluntad propia, en esos mismos instantes me hubiera aventado en sus brazos y lo habría besado.





Danny estaba sentado en el sofá frente a mí. Solo nos mirábamos. Yo jugaba con un vaso que minutos antes él me había entregado. Tenía la garganta seca.
— ¿Y bien? —rompió el silencio.
—Danny… tú sabes lo que siento por ti, ¿cierto? ¿Si estas consiente de lo mucho que significas para mí? De cómo desde el primer día que te vi, algo en mi hizo clic y desde entonces, no puedo dejar de pensar en ti, en esto que siento… y tú solo me lo haces más difícil. Haces que sea difícil para mí pasar un día sin pensar en ti, en lo mucho que me gustas, en lo mucho que me enoja no poder estar contigo porque tu estas con Vanessa, cosa que no entiendo, si te soy sincera. No entiendo porque estas con ella, y después me mandas señales confusas que hacen que yo sienta que tú quieres estar conmigo y simplemente… —comencé a hablar, las palabras fluían y ni siquiera me daba tiempo de pensarlas. Danny ya se había puesto de pie y se había sentado sobre la mesa que separaba ambos sofás, estando prácticamente a unos centímetros de mí. —Es que… yo… yo estoy enamorada de ti y tú ni siquiera te das cuenta… —me silencio colocando su índice sobre mis labios, logrando así, que lo mirara directamente a los ojos. Mi pulso seguía elevándose. Lentamente, separo su dedo de sobre mi boca, colocando delicadamente su mano en mi cuello.
—Tú también significas muchísimo para mí, Sam. Desde que chocaste conmigo…
—Tú chocaste conmigo. —corregí. El negó divertido y siguió hablando.
—Me di cuenta de lo mucho que me gustabas cuando nos dejaron encerrados en el armario y tuvimos que compartir varias horas sin pelear… —Danny se iba acercando poco a poco a mí. —Son tantos momentos que podría nombrar, en cada uno hiciste que mi amor por ti siguiera creciendo… —ya estaba a unos milímetros separado de mis labios. Sus ojos fijos en los míos. No podía más. En serio necesitaba besarlo. Sentía que en cualquier momento todo esto desaparecería y me levantaría en mi cama, despertando de un sueño como tantas veces lo había hecho. No deje que siguiera hablando. Uní mis labios con los suyos, tomándolo ligeramente por sorpresa, pero al final, logro sobreponerse y comenzó a besarme también.

Sus manos viajaba por mi cuello y cabello, mientras las mías hacían lo mismo con el suyo. Todo era rápido y ligeramente salvaje. Danny me tomo en brazos, levantándome del sofá y recargándome sobre la pared. Mis piernas estaban alrededor de su cintura. Sus labios iban de mis labios, a mi cuello, pasando por mis orejas, mi clavícula y regresando de nuevo a mi boca.

Me volvió a tomar, sin dejar de besarnos y comenzó a caminar. No sabía a dónde íbamos, no me importaba nada. Me sentía plena en esos momentos.
Con cuidado y delicadeza me puso de pie. Estábamos frente a la cama. Dejo de besarme y me miró fijamente. Mis piernas tocaban el colchón. Esperaba una respuesta de mi parte, no quería seguir con esto si yo no estaba de acuerdo. Miles de cosas pasaron por mi mente. Yo solo quería estar con él. Me acerque un poco más y lo bese.

Danny me levanto, poniéndome con cuidado sobre la cama. Comenzó quitando con delicadeza mi blusa. Después yo le ayude a quitarse la suya. Entre risas y besos quedamos en ropa interior. Nos comenzamos a besar de nuevo, como si la vida se nos fuera en ello, Danny comenzó a quitarme el brassiere, dejándome desnuda de la parte superior. Se separó un poco de mis labios y me observo con una sincera sonrisa en sus labios. Sentí un ligero rubor cubrir mis mejillas. El lo noto y las acaricio, para después besarlas.
—Eres hermosa, Sam. —susurro en mi oído, para después seguir besándome.
No sé cómo, ni cuando terminamos ambos desnudos. Danny estaba sobre de mí. Estaba listo, podía sentirlo. Nos quedamos mirándonos fijamente por unos segundos.
—Danny… Yo… yo nunca he estado antes con alguien de esta manera. —confesé.
—Lo sé. —beso la punta de mi nariz. — ¿Estás segura de esto? —pregunto tratando de que yo pensara bien las cosas y no hiciera algo de lo que me fuera a arrepentir después. —Porque si no, no importa… yo puedo esperarte el tiempo que…
—Sí. —lo corté. Claro que estaba segura, era el hombre que quería, y estaba totalmente consiente de lo que estaba haciendo.

Danny acerco su rostro de nuevo al mío, y comenzó a besarme lentamente. Ya no eran los besos salvajes que habíamos intercambiado minutos antes. Estos eran dulces, delicados y sobre todo llenos de amor.

Me estaba entregando a Danny. Me sentía totalmente feliz, realizada y sobre todo completa.
Éramos solo él y yo. Yo y él. Pero en este momento, solo éramos una misma persona.
—Te quiero, Sam. —susurro en mi oído.






-----------------------
Espero les haya gustado. Gracias por seguir leyendo el fic.
Ya estamos en los últimos capítulos.
Saluditos.

Yanan.

x

15 likes & por fa, dejen sus comentarios.