martes, 18 de septiembre de 2012

Capítulo cincuenta y siete.






Me separe de sus brazos, y le dedique una sonrisa sincera, lo que tuvo que resultado un apretó en la barbilla de su parte. Mi voz interior me decía que era lo mejor, mientras que otra vocecita me decía que aunque no quisiera, había perdido una parte de Danny. De repente me puse seria. Danny lo noto y dejo de sonreír.
— ¿Todo bien?
Decidí que iba a tratar que todo esto resultara bien. Más por mí, que por nadie. Ignoraría a mi vocecita aguafiestas, si seguía así de amargada.
—Perfecto. —le sonreí.

Nos separamos y cada quien se fue en diferente dirección. Me senté de nuevo con Emma y Tom, Adam había ido al baño. Me había dado un poco de miedo que haya malinterpretado la escena anterior. Vanessa me miraba desde el otro extremo con seriedad, Danny había ido hacia su tienda y Dougie y Harry habían reanudado su partida de cartas.
— ¿Y bueno? —pregunto Emma curiosa. Los mire y les sonreí, aunque una parte de mi si estaba triste, ya que había hecho toda una historia con Danny, ¿en que momento me había convertido en una soñadora cursi? Una parte de Sam, que no conocía, había surgido desde que regrese a Londres, algo en mi había cambiado, no era la misma fría y tímida chica que había llegado de Los Ángeles, pero aunque medio me alegraba haber cambiado, también me daba miedo.

Después de platicarles a grandes rasgos lo que había hablado con Danny, ya que no quería entrar en detalles por si llegaba Adam, ambos me dijeron que había tomado una buena decisión, y Tom agrego, que no entendía a Danny, que después hablaría con el. Yo respondí que no importaba, que dejara todo como estaba, que si algo iba a suceder, sucedería, que si no, no era el momento.
“Que profundidad la mía.” Pensé.

Vi a lo lejos como Adam caminaba hacia nosotros, pero en el camino, Danny lo intercepto y comenzaron a hablar. Los tres nos miramos entre nosotros, sorprendidos, y después los miramos a ellos dos. No entendía nada, trate de agudizar mi oído para escuchar de qué hablaban. Tenía el pulso disparado. Hablaban serios y de vez en cuando miraban de reojo hacia donde yo estaba.
— ¿De que hablaran? —pregunte sin dejar de mirarlos.
—De ti, obvio. —respondió Emma.
—Si, lo mas seguro es que si estén hablando de ti. —dijo Tom.
Danny coloco su mano sobre el hombro de Adam y ambos estallaron en risas, como si fueran unos grandes, grandísimos amigos.
—Supongo que eres demasiado cómica, Sam. Están riendo muy alegre. —bromeo Emma, recibiendo una mirada de “no digas más” de Tom.
Después de aquellas risitas, siguió un apretó de brazos y un ¿abrazo? ¿Qué? No entendía nada.
Se separaron, Danny se acercó a Dougie y Harry, y Adam camino hacia nosotros, sentándose a mi lado, lo mire fijamente y con miles de preguntas en los ojos. El solo me rodeo el cuello con un brazo y me dedico una sonrisa.
— ¿Qué fue lo que paso allá? —dije estirando mi brazo y haciendo círculos con mi dedo en dirección a donde segundos antes, Adam y Danny habían estado hablando.
—Nada. Cosas de hombres. —me separe de él y lo mire con la boca abierta.
Emma y Tom, se miraron entre si, y bien sincronizados, se pusieron de pie, poniendo de excusa, que ya se habían entumido, y que necesitaban caminar. Todo era una vil excusa para dejarme a solas con Adam, y en parte, lo agradecía.
—En serio, dime. —roge.
—Vayamos a caminar y te explicare un poco. ¿De acuerdo? —hablo, como si estuviera hablando con una niña pequeña.
— ¿Cuánto es un “poco”?
—Lo suficiente para que no hagas mas preguntas. —se puso de pie y estiro una mano hacia mi, para ayudarme a poner de pie.

Nos alejamos del campamento. Íbamos caminando juntos, pero a una distancia considerable entre ambos, para no chocar mientras lo hacíamos. En serio necesitaba saber de que habían hablado y porque en el momento que Adam y yo nos habíamos puesto de pie, Danny nos había seguido con la mirada.
— ¿Entonces? —pregunte, ya que Adam no decía nada. —Dime de que hablaron.
—Primero dime tú, como te sientes con la plática que tuviste con Danny… ¿de que hablaron?
—De que nos extrañábamos…—Adam bajo la mirada, mientras golpeaba una piedrita con la punta de su bota. —como amigos, él dijo que extrañaba a su mejor amiga, y yo no pude decir otra cosa, así que dije lo mismo. En parte es verdad, ya sabes. Después, me pidió perdón por estar con su novia…—y le platique un poco de eso, pero no todo. —Y al final, decidí que de tenerlo en mi vida, a no tenerlo, debía aceptarlo como mi amigo y ya, así que, fui y se lo dije y fin de la historia.
— ¿Y como te sientes?
— ¿Quieres la verdad? —el asintió. —Pensé que me sentiría mal, pero como dije, prefiero no alejarme de él y ser su amiga, así que, estoy bien.
—Me alegro mucho por ti y por Danny, Sam.
Le sonreí. —Ahora es tu turno de decirme que fue de que hablaron.
—No sé, tal vez te rías o tal vez no.
— ¿Qué dijo?
—Me dijo que quería verte feliz.
— ¿Nada más? —alce ambas cejas, mientras un ligero color rojizo pintaba sus mejillas. —Adam…
—Me dijo que quería verte feliz conmigo, Sam.
—Oh. — ¿Qué? ¿En serio?... —Bueno… eso si que no me lo esperaba.
—Ni yo, sinceramente. Aunque ya sabes mi posición ante eso, sin necesidad que él me lo pidiera, yo trataría de hacerte la mujer más feliz del mundo, daría todo por eso, ¿lo sabes, verdad?
—Si, lo sé. —le sonreí… ¿Qué mas podía decir? Danny nunca dejaba de sorprenderme y esto, no había sido la excepción.
Después de un rato caminando, regresamos al campamento, después de que Dougie viniera a buscarnos, para decirnos que ya estaba la cena y que nos estaban esperando para empezar, cosa totalmente que no le creí, pero aun así, decidimos regresar.

Tomamos un plato y nos sentamos alrededor de la fogata, ya estaba empezando a obscurecer, por lo tanto, ya estaba el aire un poco más helado. Al terminar, Tom y Danny fueron por sus guitarras, era la ultima noche aquí, así que querían hacerla especial.
Empezaron a sonar los acordes de “Falling in love” y en segundos, mi mente me transporto meses atrás cuando prácticamente todo había iniciado y tomado algo de forma entre Danny y yo. De repente me sentí mareada y me agarre del brazo de Adam.
—Everyday should be a new day, to make you smile and find a new way of falling in love…—me había perdido en su mirada de nuevo, y el me miraba. Todo esto era un total y completo déjà vu.
La canción termino, Vanessa, lo tomo de la barbilla y le planto un beso. Yo aparte mi mirada incomoda y molesta. La tipa era un completo golpe en el estomago. No la soportaba y al parecer, a ella, yo tampoco le caía nada bien, cosa que no me importaba, a lo mejor ella sospechaba algo.

Después de ese momento incomodo, Dougie comenzó a cantar “diarrhoea” haciendo que todos comenzáramos a reír y regresando la diversión a la velada.

(…)

A la mañana siguiente, después de desayunar y guardar todas nuestras cosas, emprendimos el viaje de regreso, en esta ocasión, yo me había regresado sola con Adam, ya que moría de ganas de llegar a mi casa y llamarle a Melanie y contarle lo ocurrido.

En el momento en que puse un pie dentro de mi departamento, fue como si hubiera entendido por fin, lo que había sucedido en el fin de semana, que como lo había previsto, había sido una completa sorpresa.
Desempaque mi pequeña maleta, y me di una ducha rápida, antes de sentarme frente a mi escritorio y encender mi computadora. Al hacerlo, lo primero que hice fue revisar si Mel estaba conectada por Skype, ya que habíamos hecho una “cita” para hablar. Extrañaba a mi amiga, ya tenía algo de tiempo fuera, pero no sabia aun cuando iba a regresar, ya que se encontraría con su mamá y se irían a tomar unas semanas de descanso en su casa de playa en Malta. Ya cuando por fin se conecto, me acomode en la silla y comencé a platicarle todo lo que había y ha sucedido en su ausencia, ella por su parte, también me platico de como le estaba yendo y demás.
Después de tres horas y de que mi estomago rugiera, cortamos la video llamada. Me puse de pie y camine hacia la cocina, para hacerme un emparedado.
Realmente me sentía algo sola en este lugar, era mucho espacio para mí y se me ocurrió en comprar un gato o un perro, pero después me di cuenta de que no sabía si estaban permitidos en el edificio.
Lo que restaba del día, me la había pasado haciendo arreglos en mi departamento, re-acomodando algunos muebles, moviendo algunas plantas y demás, pero al final, todo había quedado tal cual había estado, antes de haber comenzado a moverlos.
En cuanto el sol se fue, y la luna apareció, me acosté en mi cama y comencé a ver las fotos que había tomado con mi celular, me quede mirando una de Adam y yo. Ya sabía que iba a hacer y necesitaba ayuda para llevar a cabo mi plan.



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un poco corto, porque se me fue la inspiracion, igual espero no les haya aburrido :|
gracias por siempre leer, en serio que lo aprecio muchisimo.

las quiero.


yanan.


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jueves, 6 de septiembre de 2012

Capítulo cincuenta y seis.




Sin tener tiempo de rechistar o decir algo, Danny entro a la tienda, y me tomo, cargándome sobre sus hombros. Ya estando fuera y considerablemente alejados de las demás tiendas, Danny me coloco en el piso.
— ¿Qué estas pensando? Pudiste despertar a todos ¿y que les dirías si te vieran en mi tienda? ¿Eh? ¡Eh! —no me hacía caso, seguía caminando, sin siquiera girarse y mirarme. — ¡Hey! —grite, el seguía sin hacerme caso. Estaba comenzando a alejarse de mí. Me gire para ver si lograba ver el campamento, pero no lo veía ya, además de que aun estaba algo obscuro… Camine más rápido y llegue a su lado.
—Pero no lo hice. —respondió cuando se dio cuenta de mi presencia.
—Pero pudiste hacerlo.  —no hablo. — Tengo frio. Quiero seguir durmiendo. Es muy temprano. ¡Demonios, Daniel! ¿que pasa por tu cabeza? —y seguía sin hablarme… solo caminaba con sus manos escondidas en los bolsillos delanteros de su pijama.
Estaba demasiado pensativo. Y yo comenzaba a sentirme mal por mi actitud, pero debía ponerme mi escudo.

Seguimos caminando en silencio, por un rato más. Conforme exhalaba, un ligero humo blanco salía de mi boca y nariz, hacía mucho frio, al menos Danny había sido un poco considerado al haberme sacado de ahí, con mi cobija, pero aun así, me estaba congelando, él iba solo con un pantalón a cuadros y una camisa básica blanca, no llevaba algo para abrigarse.
Llegamos a una pequeña colina, y al llegar a la cima, me percate de un árbol, el cual estaba justamente en el medio. Danny se detuvo frente a él, y comenzó a subirlo sin ningún problema, yo lo veía con gran sorpresa, seguía sin entender nada. Ya que llego a la cima, me miro y por fin hablo.
—Ven, sube. —susurro.
— ¿Estas de broma, cierto? —grite bajo.
—No, anda, sube. —yo negué con la cabeza. El bufó y se inclino un hacia adelante, estirando su brazo para que yo tomara su mano. —Por favor. —y de nuevo esa mirada que me mataba. Gruñí por lo bajo y tome su mano. Ya que estuve a su lado, me miro y sonrió. Yo solté un resoplido y me puse a ver hacia el horizonte. Danny me miraba fijamente, aun con su sonrisa, después de un rato, dirigió su mirada hacia el horizonte también.
Así pasaron varios minutos. De nuevo en silencio y solo mirando hacia la nada. Me gire a ver a Danny, quien frotaba sus manos tratando de calentarlas. Me sobraba algo de cobija, así que la afloje un poco y la pase por sus hombros, para que se cubriera también. Lo que le sorprendió, ya que sus ojos se abrieron demasiado, haciendo que la ligera luz que había, se reflejara en ellos. Le sonreí rápidamente y regrese mi vista hacia donde la tenia minutos antes, estaba comenzando a amanecer, y lograba ver como el sol iba saliendo por el horizonte.
—Es hermoso. —dije, ya que lo era, era de esos momentos que te quitan el aliento. Hubiera deseado haber tenido una cámara conmigo en esos instantes.
—Lo sé, por eso quise traerte. Sabía que te gustaría.
—Gracias…—respondí. —Siento haberme comportado como lo hice… no fue mi intención. —clave mi mirada en mis manos, nerviosamente.
—Sam…—eleve mi vista y lo mire. —Perdón.
— ¿Perdón? ¿Por qué? —pregunte realmente sorprendida.
—Por alejarme... no sé, por todo.
—No tienes que pedir perdón, yo también me aleje. —me encogí de hombros. —Los dos lo hicimos. No se si fue inconsciente, o fue porque queríamos hacerlo, o por ambas cosas…—hice un intento de sonrisa, pero mas bien fue una sonrisa nerviosa. Sentía que en cualquier momento podría soltarme a llorar. Odiaba haberme convertido en una sentimental. Odiaba sentirme así. —Igual, yo también debería pedirte perdón por eso.
—Extraño a mi mejor amiga, —dijo de repente— han habido veces en las que quería llamarte, pero no podía, algo no me dejaba, tenía miedo de que tú ya no quisieras volver a hablar conmigo o no volver a verme.
—No te miento, pensé en alejarme más… pero no pude. Digamos que no eres una persona fácil de alejar.
— ¿Por qué querías alejarte de mi?
— ¿Por qué querías hacerlo tú? —respondí mirándolo fijamente a los ojos.
—Tenía mis razones.
—Yo también. —suspire, quitando mi vista de él. —Pero en serio que no puedo, por más que trato… ¿Qué me hiciste, Danny? —lo mire de nuevo, y él se sorprendió con mi pregunta. Suspiro.
—Me pregunto lo mismo de ti, todos los días. —mordí mi labio intentado reprimir el nudo que tenia en la garganta. Tome una bocanada de aire y trague saliva. —Solo quiero que seas feliz, Sam. En serio quiero que lo seas. Perdóname por estar con Vanessa… pero no hay nada que pueda hacer… —mis ojos estaban llenos de lagrimas, pero no debía dejar que cayera alguna. —no por el momento. —baje la mirada y al hacerlo, una lagrima se me escapo. —Sam…—se comenzó a acercar más a mí.
—No. —lo detuve con mi mano. —Entiendo. —limpie el rastro que había dejado mi lagrima, sobre mi mejilla.

Sonreí rápidamente y di un brinco de la rama del árbol, hasta el piso, antes de que las demás lágrimas comenzaran a caer, no quería que me viera llorando.
¿En serio entendía? Comencé a caminar hacia el campamento, el sol ya se había puesto. No se cuanto tiempo había pasado, pero esperaba que al llegar al campamento, todos siguieran dormidos.
Danny se había quedado atrás. Me sorprendí a mi misma, nunca había podido ser más rápida… ¿Por qué no me había seguido? ¿Qué no se supone que eso pasa en las películas? El chico va detrás de la chica, cuando esta comienza a llorar… Bueno… lamentablemente para mi, esto no era una película, simplemente todo era real, y estaba sucediendo.
Danny había aceptado que me quería a su manera, había dicho que no podía terminar con Vanessa por el momento, ¿Por qué?

Llegue al campamento, Tom estaba sentado cerca de lo que había sido nuestra fogata durante la noche, junto a Dougie y Harry. Pase rápidamente a su lado, sintiendo sus miradas confundidas sobre mi espalda y entre a la tienda, donde vi a una Emma, mirándome asustada.
— ¿Qué paso? —pregunto rápidamente. Me tumbe a su lado y comencé a llorar, mientras le platicaba lo que había sucedido con Danny.



***



Había estado lo que restaba de la mañana, dentro de la tienda, recostada sobre mi saco de dormir. Me había sentado bien haber hablado con Emma. Ahora simplemente estaba pensando en todo lo que había sucedido, trataba de digerirlo y buscar una solución a todo.
Tenía dos opciones:
1) Seguir siendo su amiga y tratar de que todo, en serio, sea como antes. Ó…
2)  Alejarme y perder a Danny.

Salí de la tienda, ante la mirada atenta de todos. Trate de fingir una sonrisa, pero odiaba ser el centro de atención. Me senté al lado de Tom y Emma, debajo de un árbol, al hacerlo, Tom estiro su brazo y apretó mi rodilla con su mano, mientras me dedicaba una de esas sonrisas que calman toda tormenta que se esté formando dentro de ti.
Recorrí el lugar con la mirada, mientras jugaba con un pedazo de hierba seca. Karen y Vanessa hablaban tranquilamente, al parecer Karen era la única que hacia el esfuerzo por tratar de convivir con Vanessa. Adam se había sentado a mi lado, junto con otra sonrisa reconfortante, después hablaría con el. Harry y Dougie jugaban cartas. No veía a Danny por ninguna parte, ¿Dónde estaba?... Seguí buscándolo con la mirada, cuando lo vi salir de detrás de donde estaban los autos estacionados, se dirigía hacia donde estábamos todos, con la mirada baja, y las manos escondidas en los bolsillos de su chaqueta. Mire a Tom, Emma y a Adam, como disculpándome para ponerme de pie y camine hacia Danny, interponiéndome en su camino. El elevo su mirada sorprendido, me atrevería a pensar que estaba mal como yo y eso me partía mi corazón.
—Tome una decisión. —dije aun frente a él. El no comprendía nada. —Decidí que no quiero perder a mi mejor amigo otra vez. Y que puedo tratar, si tu quieres, que todo vuelva a ser como antes. —dije nerviosa, no sabia si hacia lo correcto, pero sería capaz de todo, absolutamente todo, con tal de nunca perderlo, con tal de siempre ver esa sonrisa, que ahora se estaba dibujando en sus labios, esa sonrisa que alegraba e iluminaba mi mundo.

En lo que sucede un pestañeo, Danny me envolvió y me apretó en sus brazos. Yo hice lo mismo, mientras escondía mi rostro en su pecho y suspiraba aliviada. El pareció relajarse junto conmigo.
—Pensé que te había perdido. —murmuro en mi oído.
—Creo que no será tan fácil el que te libres de mí. —respondí.
—No sabes como me alegra escuchar eso. —me apretó mas a él. Sentía la mirada de todos en nosotros, pero esta vez en serio no me importaba, porque a pesar de que seguía queriéndolo más que nada en este mundo, seguía siendo mio en cierta manera, seguía siendo mi amigo y eso, en serio, me ponía demasiado contenta.


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Acá está. Espero les haya gustado, esta corto, pero siento que quedo bien. En fin, el fin de semana esta cerca, y no me gustan mucho hahaha. Espero esten bien y así..... :DDDDDDD
*noten mi buen humor, lo que pasa es que ya tengo un capitulo extra, jejeps.* 

ABRAZOS A TODAS ;)

Yanan.



15+ likes y comentarios. besitos.