Los amigos de Mel, eran muy agradables conmigo. Yo no era lo
que se dice “tímida”, pero últimamente así me sentía, como si no encajara en
ningún lado. Claro que hablaba con las chicas, mientras los chicos hablaban
entre ellos. El chico de pecas y ojos grandes color azul, me veía de reojo, al
igual que el chico del hoyuelo. Me hacían sentir incomoda.
—Iré por algo de beber. —dije poniéndome de pie. — ¿gustan algo?
—No, gracias, aun tenemos—dijo, creo que Kate. Karen, elevo su vaso mostrándome que aun no se acababa su bebida.
—De acuerdo, ya vuelvo. —Mel me dio un apretón en el brazo, ella entendía que no me sentía bien.
Camine hacia la mesa donde se encontraban las bebidas, tome un pequeño vaso de cristal, le coloque hielos y vertí un poco de whisky. No acostumbraba a beber, pero sentía la necesidad de entumecer un poco mis pensamientos.
—Hola, tú has de ser Sam. Creo que nos vimos hace unas horas, tú tiraste todo lo que traía en las manos… —dijeron detrás de mí.
—Samantha…—lo corregí, nadie podía decirme Sam, a menos que yo lo pidiera. — Y también tú venias distraído, así que… no me culpes. —dije sin girarme.
—Soy Danny. —Percibí una sonrisa cuando dijo su nombre.
—Lo sé.
—Am… ¿Qué bebes? — Me gire y lo mire.
—Whisky.
—No tienes pinta de ser alguien a quien le guste el alcohol.
—Bueno, pero me gusta. —el intentaba ser agradable conmigo, pero yo conocía a muchos chicos así, que terminaban siendo unos arrogantes y que solo veían la vida como si fuera una total broma.
— ¿Porque Melanie, no te había presentado antes? —Lo mire de nuevo. No planeaba contarle mi vida a un completo extraño.
—Tal vez, porque acabo de llegar a Londres. —dije con un tono de obviedad.
— ¿En serio?, pareces ser de aquí…
—Es porque lo soy.
—Tu acento es raro. —dijo divertido.
— ¿Si? Pues el tuyo igual. —dije molesta, comencé a caminar dejando al chico parado junto a la mesa de las bebidas.
Si, tal vez me estaba comportando como una autentica arrogante, pero tenía muchos problemas y no tenía ganas de que un chico quisiera intentar... ¿ligar? «Pero no estás segura de que lo esté haciendo—me dije a mi misma— ¿Qué sabes tú de ligues?»
Mire el reloj de mi celular y ya marcaban las 8p.m. Maldije levemente. Tome mi bolso y camine hacia las chicas.
—Creo que es hora de que me vaya.
— ¿Tan temprano? —dijo Mel.
—Pero aun no cenamos. —continuo Karen. —Anda, quédate un poco más.
—Lo siento, en serio me encantaría quedarme. —dije sincera. — Pero tengo que regresar. Me dio gusto conocerlos. —sonreí. Los chicos y las chicas me dijeron lo mismo.
Mel me acompaño a la puerta.
— ¿Prometes llamarme, pase lo que pase?
—Lo prometo, Mel. Se cuidarme…
—Pues no parece, solo ve tu labio. —dijo molesta.
—No volverá a pasar. —prometí suspirando.
— ¿Quieres que te lleve? Ya está obscuro, y digamos que no quiero que te vayas en taxi.
—No, no te preocupes. Atiende a tus invitados.
—Yo la puedo llevar. —dijo Danny acercándose a nosotras. Lo mire con cara de “¿a ti quien te hablo?” el chico era molesto.
—Si, es buena idea. Que él te lleve. —dijo, como si hubiera encontrado la solución a alguna enfermedad.
—No. —dije seria.
— ¿Por qué no? No muerdo. —me guiño el ojo, Mel y él rieron. Yo por supuesto, no le encontré chiste alguno.
(…)
—Iré por algo de beber. —dije poniéndome de pie. — ¿gustan algo?
—No, gracias, aun tenemos—dijo, creo que Kate. Karen, elevo su vaso mostrándome que aun no se acababa su bebida.
—De acuerdo, ya vuelvo. —Mel me dio un apretón en el brazo, ella entendía que no me sentía bien.
Camine hacia la mesa donde se encontraban las bebidas, tome un pequeño vaso de cristal, le coloque hielos y vertí un poco de whisky. No acostumbraba a beber, pero sentía la necesidad de entumecer un poco mis pensamientos.
—Hola, tú has de ser Sam. Creo que nos vimos hace unas horas, tú tiraste todo lo que traía en las manos… —dijeron detrás de mí.
—Samantha…—lo corregí, nadie podía decirme Sam, a menos que yo lo pidiera. — Y también tú venias distraído, así que… no me culpes. —dije sin girarme.
—Soy Danny. —Percibí una sonrisa cuando dijo su nombre.
—Lo sé.
—Am… ¿Qué bebes? — Me gire y lo mire.
—Whisky.
—No tienes pinta de ser alguien a quien le guste el alcohol.
—Bueno, pero me gusta. —el intentaba ser agradable conmigo, pero yo conocía a muchos chicos así, que terminaban siendo unos arrogantes y que solo veían la vida como si fuera una total broma.
— ¿Porque Melanie, no te había presentado antes? —Lo mire de nuevo. No planeaba contarle mi vida a un completo extraño.
—Tal vez, porque acabo de llegar a Londres. —dije con un tono de obviedad.
— ¿En serio?, pareces ser de aquí…
—Es porque lo soy.
—Tu acento es raro. —dijo divertido.
— ¿Si? Pues el tuyo igual. —dije molesta, comencé a caminar dejando al chico parado junto a la mesa de las bebidas.
Si, tal vez me estaba comportando como una autentica arrogante, pero tenía muchos problemas y no tenía ganas de que un chico quisiera intentar... ¿ligar? «Pero no estás segura de que lo esté haciendo—me dije a mi misma— ¿Qué sabes tú de ligues?»
Mire el reloj de mi celular y ya marcaban las 8p.m. Maldije levemente. Tome mi bolso y camine hacia las chicas.
—Creo que es hora de que me vaya.
— ¿Tan temprano? —dijo Mel.
—Pero aun no cenamos. —continuo Karen. —Anda, quédate un poco más.
—Lo siento, en serio me encantaría quedarme. —dije sincera. — Pero tengo que regresar. Me dio gusto conocerlos. —sonreí. Los chicos y las chicas me dijeron lo mismo.
Mel me acompaño a la puerta.
— ¿Prometes llamarme, pase lo que pase?
—Lo prometo, Mel. Se cuidarme…
—Pues no parece, solo ve tu labio. —dijo molesta.
—No volverá a pasar. —prometí suspirando.
— ¿Quieres que te lleve? Ya está obscuro, y digamos que no quiero que te vayas en taxi.
—No, no te preocupes. Atiende a tus invitados.
—Yo la puedo llevar. —dijo Danny acercándose a nosotras. Lo mire con cara de “¿a ti quien te hablo?” el chico era molesto.
—Si, es buena idea. Que él te lleve. —dijo, como si hubiera encontrado la solución a alguna enfermedad.
—No. —dije seria.
— ¿Por qué no? No muerdo. —me guiño el ojo, Mel y él rieron. Yo por supuesto, no le encontré chiste alguno.
(…)
—Aquí es. —dije señalando el edificio en donde vivía. —Gracias. —le sonreí rápidamente y baje del auto casi corriendo.
—De nada. —me respondió Danny un poco extrañado.
—No es necesario que te bajes. —dije.
—Como quieras. —se encogió de hombros.
—Gracias. —dije de nuevo, diciéndole adiós con la mano.
El arranco su Audi negro y cuando vi que se había alejado, comencé a subir las escaleras. Era obvio que Ken no se encontraba, ya que su automóvil no estaba en el aparcamiento. Suspire de alivio.
|Melanie|
Después de que Samantha se había ido y nos sentáramos a la mesa a cenar, salió a relucir en la plática.
—Tu amiga es muy seria, Mel. —dijo Tom.
—Si, es muy diferente a ti… no estamos diciendo que no sea agradable, pero… tu entiendes.
—Pues a mí me pareció una completa arrogante. —dijo Danny quien acababa de llegar. Los chicos lo vieron con cara de “guarda silencio” y Karen solo negó con la cabeza. Danny solía ser muy imprudente.
—No, ella no es así. —Dije disculpándola— Lo que pasa es que su madre murió hace unos días y ella acaba de regresar a Londres y digamos que no la está pasando nada bien. —dije. Me preocupaba Sam, pero si ella no se dejaba ayudar o no hacia algo al respecto ¿entonces quien lo haría?
—Retira lo dicho, Danny. —dijo Dougie quien tenía su brazo sobre mis hombros. El y yo teníamos algo.
—Como sea, eso no es excusa para que me trate como si no supiera quién soy.
—En realidad no sabe quién eres. —le dijo Tom. Todos rieron, menos Danny. —Vamos Danny, que estés en una banda no quiere decir que todo el mundo deba conocerte.
—Pues deberían. —Tom solo giro los ojos. Danny estaba un poco cambiado desde su separación, pero no tenia que comportarse como un completo idiota, y expresarse así de mi amiga.
***
|Samantha|
Los rayos del sol se colaban por la ventana, abrí un ojo y después el otro. Me sentía realmente cansada. Ya tenía 2 meses en Londres y cada día la pasaba peor. –Sí, gracias a Ken-.
Me puse de pie y camine hacia el armario, para tomar lo que me pondría el día de hoy. Me di una ducha, me vestí y camine hacia el espejo. Otro labio hinchado y otra mejilla morada. Apreté la mandíbula. Saque de un pequeño cajón el maquillaje que había comprado y disimule los golpes.
Suspire.
Mi celular comenzó a sonar, en cuanto estaba poniendo un pie fuera de mi habitación. No quería despertar a Ken, así que corte la llamada.
De nuevo pase el día cocinando, preparaba la comida y la cena y las dejaba en el refrigerador, para que él las calentara.
La pelea de ayer, no recordaba porque había sido.
(…)
Los rayos del sol se colaban por la ventana, abrí un ojo y después el otro. Me sentía realmente cansada. Ya tenía 2 meses en Londres y cada día la pasaba peor. –Sí, gracias a Ken-.
Me puse de pie y camine hacia el armario, para tomar lo que me pondría el día de hoy. Me di una ducha, me vestí y camine hacia el espejo. Otro labio hinchado y otra mejilla morada. Apreté la mandíbula. Saque de un pequeño cajón el maquillaje que había comprado y disimule los golpes.
Suspire.
Mi celular comenzó a sonar, en cuanto estaba poniendo un pie fuera de mi habitación. No quería despertar a Ken, así que corte la llamada.
De nuevo pase el día cocinando, preparaba la comida y la cena y las dejaba en el refrigerador, para que él las calentara.
La pelea de ayer, no recordaba porque había sido.
(…)
Me estaba haciendo muy buena amiga de los amigos de Melanie,
menos del chico de pecas. No sabía, me sentía culpable, ya que el solo había
intentado ser amable conmigo y yo me había comportado como una completa idiota.
La próxima vez que lo viera, le pediría unas disculpas.
Esa tarde, después de haberle dado de comer a Ken y él se sentara a ver sus partidos de futbol, me había encerrado en mi habitación, hablando por chat con Ashley, después decidí dibujar un rato. Saque mi cuaderno y me le quede viendo al rostro que había dibujado unos meses atrás, era igualito a Danny. En ese momento sentí que mis mejillas se ponían rojas, ¿Por qué estaba soñando con él, si ni siquiera sabía que existía?
Esa tarde, después de haberle dado de comer a Ken y él se sentara a ver sus partidos de futbol, me había encerrado en mi habitación, hablando por chat con Ashley, después decidí dibujar un rato. Saque mi cuaderno y me le quede viendo al rostro que había dibujado unos meses atrás, era igualito a Danny. En ese momento sentí que mis mejillas se ponían rojas, ¿Por qué estaba soñando con él, si ni siquiera sabía que existía?
Por favor, creo que no les toma mucho comentar el capitulo, en serio necesito saber si la leen hahaha, como sea. espero les guste :)
NO quiero lectoras fantasmas.
Yanan.
Oh-em-yi!
ResponderEliminarEhhh, que pasó con que la amiga tiene algo con Dougie? ¬¬ Okno
I like it, Queen♥
Ya quiero saber lo que pasará :3
Yo la empecé a leer y me encanta! :)
ResponderEliminarBuuuuuu soy una lectora fantasma!!! Okno :P
ResponderEliminarCelos de Melanie... xD
Me gustó este capítulo y también el anterior <3
ahgksfkahfs. Danny estuvo en los sueños de Sam, lo sabía!. Muy Linda tu fic, debo confesar que cuando su madre murió unas cuantas lagrimas salieron de mis ojos. EXCELENTE!
ResponderEliminarVi el link de tu novela en tumblr y me encanto,espero el proximo capitulo :D
ResponderEliminarMe encanta siempre me dejas con más ganas de leer, me encanta el enfoque que le das a la novela.
ResponderEliminarPublica pronto :)
Hola, soy nueva lectora. Y me encanta, y eso que aún empiezo :-). Saludos.
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