Para cuando llegue a mi casa, ya había una ambulancia fuera.
Baje del auto rápidamente y subí a la habitación de mi madre. Mi corazón
parecía que se iba a salir. Temía lo peor.
Abrí la puerta y vi a mi madre rodeada de médicos, con una mascarilla que le proporcionaba oxigeno.
— ¿Qué paso? —dije al borde de las lagrimas. Lucia, la enfermera se acerco mí.
—Dice el doctor, que puede que no pase de hoy… lo siento mucho.
— ¿Qué? —el nudo en la garganta que tenia, se iba haciendo mas y mas grande. Camine lentamente hacia la cama donde estaba ella recostada.
La mire fijamente, y la tome de la mano. Ella abrió los ojos lentamente.
—Sam…
—No hables, ya estoy aquí contigo. Todo saldrá bien, ¿de acuerdo? —tenía los ojos brillosos por culpa de las lagrimas que estaba conteniendo.
—No llores, mi vida. —dijo con voz débil. — Estaré con papá…
—No, no te irás con el… no aun. —dije limpiándome una lagrima. No quería llorar frente a ella.
—Solo prométeme que cumplirás lo que te dije, no quiero que estés sola, eres lo único que tengo.
No podría creer que esto se estuviera repitiendo de nuevo, después de casi 11 años. ¿Era una maldición o algo?
—Mamá, te vas a poner bien… —comencé a decir, mi madre coloco su índice sobre mis labios para que no siguiera hablando.
—Solo dame un abrazo ¿sí? —Me acerque más a ella, pase mis brazos por su espalda y escondí mi rostro en su cuello. Lograba sentir su respiración entrecortada en mi cabello —Te amo, me siento muy orgullosa de ti. — me dijo al oído y de pronto, esa calidez de su respiración que me golpeaba suavemente, se había esfumado.
Me separe poco a poco de ella, con el pánico en mis ojos. Comencé a temblar, cuando mire hacia abajo, y vi que mi madre había muerto… en mis brazos.
— Mamá…—comencé a decir bajito, esperando que solo estuviera durmiendo. —Mamá…—repetí una vez más, mientras la movía delicadamente. Lucía, se acerco a mí y puso una mano en mi hombro.
—Samantha, ya no hay nada que se pueda hacer. —dijo con la voz entrecortada.
—No me puedes hacer esto—decía en voz baja, mirándola fijamente. — No otra vez. —las lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas.
Los médicos y Lucía, quienes se encontraban dentro, empezaron a despejar la habitación para dejarme sola.
Estuvo varios minutos viendo a mi madre, las lágrimas ya habían dejado de caer. Me puse de pie, mientras secaba mis mejillas con un extremo de mi sweater. Camine escaleras abajo y vi a Lucia sentada sobre uno de los taburetes de la cocina.
— ¿Donde está Ken? —pregunte con la voz ronca.
—Salió desde temprano, no lo he podido localizar. —dijo, mirándome con pena. Tome el teléfono y teclee su número.
—No puedo creer que no responda. —dije después de unos minutos dejando el teléfono sobre la mesa. Apoye mis codos sobre esta y con mis dedos comencé a masajear mis sienes.
—Lo siento mucho. —dijo de nuevo Lucía. El tiempo que había estado con nosotras, había hecho que nos uniéramos un poco.
El cuerpo de mi madre, aun yacía en su habitación. No podía hacer nada hasta que Ken llegara, ya que debía hablarle de lo que me había dicho mi madre. Mi mamá quería ser enterrada en Inglaterra, así que debíamos arreglar todo para llevar su cuerpo a allá.
El golpe de una puerta que se cerraba, nos asusto un poco. Supusimos que Ken había llegado. Entro corriendo a la cocina.
— ¿¡Porque nadie me aviso?!
— ¿Perdón? —dije poniéndome de pie. —Claro que intentamos comunicarnos contigo, pero nunca respondiste el teléfono.
— ¡Estaba ocupado!
— ¿Y eso a mí qué? ¡Debes responderlo, era una emergencia! —dije en el mismo tono de voz. Sentía que me hervía la sangre.
Lucia nos observaba fijamente, como si se preguntara si debía parar la pelea.
— ¿Sabes algo Samantha? No voy a perder mi tiempo contigo peleando, tengo cosas más importantes que hacer, como despedirme de mi esposa. —dijo, para así subir las escaleras, dejándome con la palabra en la boca.
Despedí a Lucía, ya que no tenía caso que siguiera aquí. Le di un abrazo y la acompañe hasta la puerta. Tome aire, para después subir hacia la habitación de mi madre, donde vi a Ken, sentado junto a ella, sujetando su mano. Por un momento verlo así me había conmovido un poco, pero después recordé lo mucho que me molestaba.
—Debemos hablar…—dije con la voz segura.
—No son momentos de hablar, ¿que no ves?
—Si lo son, y lo hare porque fueron las últimas palabras de mi madre… además, no quiero pelear con su cuerpo aquí…—un nudo se me hizo en la garganta.
—Bien, habla. —dijo aclarando su garganta.
Por primera vez en mucho tiempo, tendría una charla civilizada con Ken. Camine y me senté frente a él, en un sofá que estaba dentro. Esto era un poco extraño.
—No quería ser enterrada aquí.
— ¿No? ¿Entonces donde?
—En Londres… con mi padre. —lo mire expectante, no sabía si le gustaría la idea de que ella quisiera ser enterrada ahí.
—No sé porque no me sorprende eso…— Creo que el siempre supo, que a pesar de que mi madre lo quería, una parte de ella nunca había olvidado a mi papá.
—Oye, es su decisión. Eso es lo que quería, y si tú no quieres, yo la llevare. —dije firme, al ver que no decía nada.
—No estoy diciendo que no, la llevaremos. —guardo silencio. — ¿Qué más te dijo?
Tome aire, sabía que a él, al igual que a mí, no le gustaría la idea de que viviéramos juntos.
—Ella quería que me quedara contigo. —él me miro con los ojos abiertos como platos. —Hey, yo tampoco quiero vivir contigo. — Ken bajo la mirada de nuevo, hacia mi madre. —Me hizo prometer que no te dejaría. —dije con una mueca de asco. Aun no me agradaba la idea de tener que vivir con él, no lo soportaba. No podríamos convivir en paz.
—Bien. —limpio algunas pequeñas lagrimas que amenazaban por salir. —Haré unas llamadas, para partir hoy mismo.
Abrí la puerta y vi a mi madre rodeada de médicos, con una mascarilla que le proporcionaba oxigeno.
— ¿Qué paso? —dije al borde de las lagrimas. Lucia, la enfermera se acerco mí.
—Dice el doctor, que puede que no pase de hoy… lo siento mucho.
— ¿Qué? —el nudo en la garganta que tenia, se iba haciendo mas y mas grande. Camine lentamente hacia la cama donde estaba ella recostada.
La mire fijamente, y la tome de la mano. Ella abrió los ojos lentamente.
—Sam…
—No hables, ya estoy aquí contigo. Todo saldrá bien, ¿de acuerdo? —tenía los ojos brillosos por culpa de las lagrimas que estaba conteniendo.
—No llores, mi vida. —dijo con voz débil. — Estaré con papá…
—No, no te irás con el… no aun. —dije limpiándome una lagrima. No quería llorar frente a ella.
—Solo prométeme que cumplirás lo que te dije, no quiero que estés sola, eres lo único que tengo.
No podría creer que esto se estuviera repitiendo de nuevo, después de casi 11 años. ¿Era una maldición o algo?
—Mamá, te vas a poner bien… —comencé a decir, mi madre coloco su índice sobre mis labios para que no siguiera hablando.
—Solo dame un abrazo ¿sí? —Me acerque más a ella, pase mis brazos por su espalda y escondí mi rostro en su cuello. Lograba sentir su respiración entrecortada en mi cabello —Te amo, me siento muy orgullosa de ti. — me dijo al oído y de pronto, esa calidez de su respiración que me golpeaba suavemente, se había esfumado.
Me separe poco a poco de ella, con el pánico en mis ojos. Comencé a temblar, cuando mire hacia abajo, y vi que mi madre había muerto… en mis brazos.
— Mamá…—comencé a decir bajito, esperando que solo estuviera durmiendo. —Mamá…—repetí una vez más, mientras la movía delicadamente. Lucía, se acerco a mí y puso una mano en mi hombro.
—Samantha, ya no hay nada que se pueda hacer. —dijo con la voz entrecortada.
—No me puedes hacer esto—decía en voz baja, mirándola fijamente. — No otra vez. —las lagrimas comenzaron a correr por mis mejillas.
Los médicos y Lucía, quienes se encontraban dentro, empezaron a despejar la habitación para dejarme sola.
Estuvo varios minutos viendo a mi madre, las lágrimas ya habían dejado de caer. Me puse de pie, mientras secaba mis mejillas con un extremo de mi sweater. Camine escaleras abajo y vi a Lucia sentada sobre uno de los taburetes de la cocina.
— ¿Donde está Ken? —pregunte con la voz ronca.
—Salió desde temprano, no lo he podido localizar. —dijo, mirándome con pena. Tome el teléfono y teclee su número.
—No puedo creer que no responda. —dije después de unos minutos dejando el teléfono sobre la mesa. Apoye mis codos sobre esta y con mis dedos comencé a masajear mis sienes.
—Lo siento mucho. —dijo de nuevo Lucía. El tiempo que había estado con nosotras, había hecho que nos uniéramos un poco.
El cuerpo de mi madre, aun yacía en su habitación. No podía hacer nada hasta que Ken llegara, ya que debía hablarle de lo que me había dicho mi madre. Mi mamá quería ser enterrada en Inglaterra, así que debíamos arreglar todo para llevar su cuerpo a allá.
El golpe de una puerta que se cerraba, nos asusto un poco. Supusimos que Ken había llegado. Entro corriendo a la cocina.
— ¿¡Porque nadie me aviso?!
— ¿Perdón? —dije poniéndome de pie. —Claro que intentamos comunicarnos contigo, pero nunca respondiste el teléfono.
— ¡Estaba ocupado!
— ¿Y eso a mí qué? ¡Debes responderlo, era una emergencia! —dije en el mismo tono de voz. Sentía que me hervía la sangre.
Lucia nos observaba fijamente, como si se preguntara si debía parar la pelea.
— ¿Sabes algo Samantha? No voy a perder mi tiempo contigo peleando, tengo cosas más importantes que hacer, como despedirme de mi esposa. —dijo, para así subir las escaleras, dejándome con la palabra en la boca.
Despedí a Lucía, ya que no tenía caso que siguiera aquí. Le di un abrazo y la acompañe hasta la puerta. Tome aire, para después subir hacia la habitación de mi madre, donde vi a Ken, sentado junto a ella, sujetando su mano. Por un momento verlo así me había conmovido un poco, pero después recordé lo mucho que me molestaba.
—Debemos hablar…—dije con la voz segura.
—No son momentos de hablar, ¿que no ves?
—Si lo son, y lo hare porque fueron las últimas palabras de mi madre… además, no quiero pelear con su cuerpo aquí…—un nudo se me hizo en la garganta.
—Bien, habla. —dijo aclarando su garganta.
Por primera vez en mucho tiempo, tendría una charla civilizada con Ken. Camine y me senté frente a él, en un sofá que estaba dentro. Esto era un poco extraño.
—No quería ser enterrada aquí.
— ¿No? ¿Entonces donde?
—En Londres… con mi padre. —lo mire expectante, no sabía si le gustaría la idea de que ella quisiera ser enterrada ahí.
—No sé porque no me sorprende eso…— Creo que el siempre supo, que a pesar de que mi madre lo quería, una parte de ella nunca había olvidado a mi papá.
—Oye, es su decisión. Eso es lo que quería, y si tú no quieres, yo la llevare. —dije firme, al ver que no decía nada.
—No estoy diciendo que no, la llevaremos. —guardo silencio. — ¿Qué más te dijo?
Tome aire, sabía que a él, al igual que a mí, no le gustaría la idea de que viviéramos juntos.
—Ella quería que me quedara contigo. —él me miro con los ojos abiertos como platos. —Hey, yo tampoco quiero vivir contigo. — Ken bajo la mirada de nuevo, hacia mi madre. —Me hizo prometer que no te dejaría. —dije con una mueca de asco. Aun no me agradaba la idea de tener que vivir con él, no lo soportaba. No podríamos convivir en paz.
—Bien. —limpio algunas pequeñas lagrimas que amenazaban por salir. —Haré unas llamadas, para partir hoy mismo.
***
Después de empacar todo, y de que unos señores vinieran por
el cuerpo de mi madre, ya que debían prepararlo para viajar. Había llegado el
momento de regresar a Inglaterra. Esta vez no regresaría a Essex, si no que nos
iríamos a Londres, ahí Ken tenía un departamento que sería donde viviríamos a
partir de mañana.
Antes de salir, llamé a la universidad, ya que no podría presentarme a mi graduación el lunes. Ellos, después de darme las condolencias, dijeron que me mandarían todos mis papeles a Londres, en cuanto les proporcionara una dirección.
Después, me decidí en llamar a Ashley, no podría irme sin despedirme de la que había sido mi única y verdadera amiga, después de 11 años. Ashley no lo creía, comenzamos a llorar juntas.
—Debo cortar, el taxi ya llego. —dije limpiándome las lagrimas.
—No te olvides de mí. Te deseo lo mejor.
Colgué el auricular, le di un último vistazo a mi habitación y me encamine hacia la salida.
¿Quién iba pensar que el día en que regresara a Inglaterra, seria para enterrar a mi madre?
Suspire y cerré la puerta principal.
(…)
Antes de salir, llamé a la universidad, ya que no podría presentarme a mi graduación el lunes. Ellos, después de darme las condolencias, dijeron que me mandarían todos mis papeles a Londres, en cuanto les proporcionara una dirección.
Después, me decidí en llamar a Ashley, no podría irme sin despedirme de la que había sido mi única y verdadera amiga, después de 11 años. Ashley no lo creía, comenzamos a llorar juntas.
—Debo cortar, el taxi ya llego. —dije limpiándome las lagrimas.
—No te olvides de mí. Te deseo lo mejor.
Colgué el auricular, le di un último vistazo a mi habitación y me encamine hacia la salida.
¿Quién iba pensar que el día en que regresara a Inglaterra, seria para enterrar a mi madre?
Suspire y cerré la puerta principal.
(…)
El cuerpo de mi madre, había salido antes en un vuelo
especial, así que en cuanto llegáramos nos trasladaríamos a una funeraria.
No dejaba de caminar por la sala 5 –donde debíamos esperar a que fuera anunciado nuestro vuelo-. Cuando recordé, que no le había llamado a Melanie.
Melanie era una amiga de mi infancia, a pesar de que ya no vivíamos en el mismo continente, seguíamos en contacto y para mi, era una hermana. Seguido hablábamos vía Skype. Era divertido, ya que nadie pensaría que era posible que dos niñitas, hicieran crecer su amistad a pesar de no vernos. Melanie era una chica agradable, era un año mayor que yo y nuestras madres solían ser las mejores amigas del mundo. La mamá de Mel –como yo le decía – se la pasaba de viaje de negocios, pero ella era feliz. A pesar de eso, eran una familia feliz. Ella no tenía padre, pero a diferencia de mí, no era porque había muerto. No, la mama de Melanie era madre soltera, ya que su padre nunca quiso hacerse cargo de ella, cuando se entero que estaba embarazada.
No dejaba de caminar por la sala 5 –donde debíamos esperar a que fuera anunciado nuestro vuelo-. Cuando recordé, que no le había llamado a Melanie.
Melanie era una amiga de mi infancia, a pesar de que ya no vivíamos en el mismo continente, seguíamos en contacto y para mi, era una hermana. Seguido hablábamos vía Skype. Era divertido, ya que nadie pensaría que era posible que dos niñitas, hicieran crecer su amistad a pesar de no vernos. Melanie era una chica agradable, era un año mayor que yo y nuestras madres solían ser las mejores amigas del mundo. La mamá de Mel –como yo le decía – se la pasaba de viaje de negocios, pero ella era feliz. A pesar de eso, eran una familia feliz. Ella no tenía padre, pero a diferencia de mí, no era porque había muerto. No, la mama de Melanie era madre soltera, ya que su padre nunca quiso hacerse cargo de ella, cuando se entero que estaba embarazada.
No tenía ganas de llamar, así que solo teclee un mensaje.
“Mel, regreso a Inglaterra. Mi madre murió. En cuanto llegue te llamo. x”
Si, así era yo. No me gustaba entrar en sentimentalismos.
“Pasajeros del vuelo 212 a Londres, Inglaterra. Favor de abordar por la puerta 5.”
“Mel, regreso a Inglaterra. Mi madre murió. En cuanto llegue te llamo. x”
Si, así era yo. No me gustaba entrar en sentimentalismos.
“Pasajeros del vuelo 212 a Londres, Inglaterra. Favor de abordar por la puerta 5.”
Por favor, creo que no les toma mucho comentar el capitulo, en serio necesito saber si la leen hahaha, como sea. espero les guste :)
NO quiero lectoras fantasmas.
Yanan.
Tienes el honor de que mi comentario sea el primero :P
ResponderEliminarAYHOEEE! Por que!?! Por que!?! Por que!?! Life's a bitch! Okya
Quiero saber como se va a conocer con el Daniel :P y ya se que no me vas a decir ¬¬ hahaha
NOOOO ¡su mamá! Juay? D:
ResponderEliminar¡Quiero el siguente capitulo! ¿Juay tengo que esperar tanto? :(
Te quiero Yanan!!! <3
Sigo diciendo que me encanta demasiado como escribes, quiero saber que va a pasar, en serio muero de ansias; por cierto Yanan ¿donde consigues esas hermosas fotos? Son tan bonitas :3
ResponderEliminar¡Quiero leer más! Sigue escribiendo, por favor :)
ResponderEliminarBueno Ehh aqui mi comentario por los tres capitulos , el prologo y como escribes ..:)<3
ResponderEliminarPrologo: hermosa introducion hace poco leeí una intro en donde mostraba los mismos sentimientos pero esta es totalmente diferente sobre la parte Del primer parrafo me deprimio pero Hermosa...
Cap.1: lo leí 2 veces por que al principio no le entendi (toy bien tonta) pero cuando lei el Cap.2 ya le agarre la onda...
Cap.2 : aishh maldito señorr!!!! (me apasiono mucho leyendo)
Cap.3: me hiciste llorar y me que de de "D:" porquee?? Malditos doctores!! Por que no investigan bien okss noo pero ya sube el sig capitulo que me has dejado con ganas de leeer y leer y leer yayayayyaya!!!:)
Y yanan pienso que escribes hermoso y explayao' jaja y asii, me gusto mucho espero el proximo noww!! Araso?
Me encanto, reviso todos los días el blog, esperando un nuevo capítulo, tu manera de escribir me encanta.
ResponderEliminarUn poco duro perder a la madre y al padre y quedarte con alguien al que no puedes ni ver o.o
Publica pronto :)
Me encanta. xoxo.
ResponderEliminarSolo digo que llore y aun asi me ha hecho sonreir, tal vez por lo agradecidisima que estoy de tener padres, enfin, de momentos me gusta y me estoy imaginando muchas posibilidades para los siguientes capitulos, espero que todos superen mis espectativas. Y aunque empece a leerlo algo tarde sere una buena lectora besitos desde España :))
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