miércoles, 25 de abril de 2012

Capítulo cuarenta.

capítulo vuelto a subir, ES DIFERENTE, me habia equivocado, y habia subido el que seguía después de este. Lloraré por haberme equivocado :( la próxima semana serán 2 capítulos los que subiré o algo así. Gracias a Ana Gamboa por la observación...




Me detuve en seco, no podían estar juntos y menos platicando tan animadamente. Solo este tipo de cosas me pasaban a mí. ¿Qué hacia? Aun no se habían dado cuenta de mi presencia, así que lo mejor, seria regresar al tocador y quedarme ahí hasta que fuera seguro salir.

Comencé a caminar, sin despegar la vista de aquellos dos. Cuando sin querer, tropecé con un mesero, haciendo que todo lo que traía sobre su charola cayera, al igual que él y yo. Fue un gran estruendo, ya que eran muchas cosas de cristal, la banda dejo de tocar, y toda la atención se centro sobre mí.
¿Ya dije que tenía mucha suerte?
Ahora si era oficial, todos en el salón se me quedaban viendo, yo solo quería perder el conocimiento o que la tierra me tragara. Mi tobillo dolía.
—Lo siento mucho. —comencé a decirle al mesero, quien estaba en el piso junto a mí. El solo negó con la cabeza mientras intentaba ponerse de pie. Había vidrios, vino y creo que champagne derramado sobre todo el piso.
Sentía que todo me daba vueltas.
— ¡Sam! —oí que gritaron preocupadamente mientras se acercaban hacía acá, dos voces masculinas, las cuales conocía perfectamente.
— Ustedes ¿Se conocen? —oí que pregunto Danny. Yo solo escondí mi cabeza, en mis manos.
— Es lo que mismo que yo me pregunto. —dijo Adam. Un silencio se formo y de pronto sentí la mirada de ambos sobre de mi.
Tome aíre e intente ponerme de pie.
—Auch. —dije al apoyar mi pie. Danny rápidamente paso su brazo sobre mi cintura, para ayudarme con el soporte. En su mirada veía demasiada confusión. —Gracias. —le dije, después mire a Adam y con la mirada le di a entender, que todo estaba bien. Obviamente Adam conocía a Danny… yo misma le he hablado de él e incluso le había mostrado fotos, pero, demonios…
La música comenzó a tocar de nuevo, y la fiesta siguió su curso. Con ayuda de Danny y Adam siguiéndome por detrás, -con un bolsa llena de hielos para mi tobillo- fuimos hacia el jardín del lugar. Danny no decía nada, y lograba sentir el nerviosismo de Adam. Esto era un gran problema. O algo parecido a eso.

Danny me ayudo a sentarme en una de las bancas de mármol que estaban ahí. Ya que me apoye, y Adam me dio la bolsa helada, los mire. Danny miraba a Adam exhaustivamente, mientras Adam me miraba con cierto miedo.
—Adam, Danny, Danny, Adam. —dije rompiendo el silencio. —Pero al parecer ya se conocen. —mire a Adam, ya que pensándolo bien, yo necesitaba una explicación. ¿Lo conocía y no me lo había dicho?
—Si, ya nos conocíamos… Así que, —Danny poso su vista sobre mí. — ¿Cómo se conocen? — ¡Lo sabia! Esto era lo que quería evitar, este tipo de preguntas.
—La que quiere saber eso, soy yo ¿Cómo se conocen, Adam? —pregunte, con un deje de molestia en mi voz.
—Eh…—balbuceo, mientras movía sus pies.
—Mi ex novia, trabajaba en esta agencia. Así es como conocí a Adam, trabajaban juntos. —no pude evitar abrir la boca en una gran “o” volví a mirar a Adam.
—Oh, no sabía eso. Nada de eso… lo de tu ex novia, ni que se conocían… —dije mas para mi, que para ellos. —Como sea.
—Y ¿Cómo se conocen ustedes? —pregunto Danny, quien me miraba paciente.
—Bueno, pues…—comencé a hablar, la verdad no sabía que decirle.
—Estamos saliendo. —dijo rápidamente Adam, lo que provoco que volviera a poner mi expresión de sorpresa y te voy a matar. Danny también lo miro así, para después mirarme, muy, muy sorprendido… ¿o disgustado? No sé, su expresión era rara.
—Nos estamos conociendo… el… es el chico del que te hable, Danny.
—Ah…—su expresión cambio de nuevo, y miro seriamente a Adam. Sentía pena por Adam en estos momentos y no sabía el por qué. —Así que tú eres él. Qué pequeño es el mundo. —sonrió. Conocía esa sonrisa, era falsa, la hacía cuando no estaba cómodo con algo o alguien.

Esto era incomodo, los minutos pasaban y los tres estábamos fuera del lugar, y nadie hablaba. Danny me miraba y después miraba a Adam; después me miraba de nuevo y regresaba su vista al pobre de Adam.
Quería irme a casa. Ya.


***

Abrí los ojos poco a poco, moví con cuidado mi tobillo y ya no dolía. Había tomado miles de analgésicos durante la madrugada porque el dolor era realmente insoportable. Lo que había empezado como una agradable noche, había terminado en un pequeño desastre y una gran vergüenza para mí.
Me estire y bostece sonoramente. Mire el reloj que estaba sobre la mesa de noche, y marcaba las once de la mañana. Tome mi celular y marque a la tienda de antigüedades, tenía que dar una explicación del porque no iría de nuevo. Me sentía mal, últimamente le dejaba a Emma todo el trabajo, se lo debía recompensar de alguna manera.
— ¿Hola? —dije en cuanto descolgaron el auricular del otro lado.
— Buenos días, ¿en qué le puedo ayudar?
— ¿Paula? Habla Samantha…
—Oh, Sam… ¿Cómo estas querida?
—Bien, ¿y tú? Perdona por no estar ahí… solo que, estas fechas en serio me ponen mal.
—Lo entiendo cariño, se que el aniversario esta cerca, así como tu cumpleaños…
—Mi cumpleaños paso a la historia, desde que murió papá no me gusta festejarlo.
— ¿Así que no festejaras? Pensé que si, como tienes nuevos amigos, los cuales te quieren demasiado, pensé que harías algo.
—No. Lo que hare será quedarme en casa. Lo mismo de todos los años. —suspire.
— ¿Sabes? Tomate el tiempo que necesites para regresar, cuando te sientas mejor anímicamente, regresa.
— ¿Cómo crees? No quiero aprovecharme de Emma y mucho menos de ti y de Martin…
—Sammy…—dijo, así me decía cuando era pequeña y quería hacerme entrar en razón. Yo sonreí. —No te preocupes, las ventas están un poco bajas y no hay mucho movimiento por acá, además de que se que no lo has pasado bien últimamente. Ed mi sobrino, vino de visita y el estará ayudando, así que pierde el cuidado. Tal vez a Emma le de unos días libres igual.
—Paula, eres un angelote. Me alegra haberte encontrado de nuevo, eres lo mas cercano que tengo. Eres mi familia.
—Querida, sabes que te quiero como una hija, pero ambas sabemos que no soy tu familia, que aun tienes a la familia de tu papá. ¿Por qué no vas a Essex a buscarlos?
— ¿Qué? No, no creo que me recuerden, además de que, no se… nunca me buscaron, ni llamaron después de lo que paso…
—No pierdes nada con intentar.
—No sé. —suspire.
—Piénsalo. Te dejo, llego Martin. Te mando un abrazo, te quiero.
—Muchas gracias, te quiero igual.
Corte la llamada y coloque el teléfono en su lugar de nuevo.

¿Buscar a la familia de mi papá después de tantos años? ¿Qué beneficios me traería eso? Desde siempre he pensado que no me quieren, ya que después de que murió mi papá, nunca me buscaron, ni siquiera para despedirse de nosotras, cuando nos fuimos de Essex hacia América. ¿Les habíamos hecho algo? No lo creo, durante las reuniones familiares, mi mamá se llevaba bien con ellos, incluso sonreían y bromeaban. O tal vez, había pasado algo de lo que yo jamás me di cuenta, por ser pequeña.
Después de pensar en los cientos de posibilidades del porque nos habíamos alejado, comencé a recordar la noche anterior, necesitaba muchas respuestas. Así que me puse de pie, camine hacia el armario, saque unos jeans, una playera sencilla y una sudadera, iría a ver a Adam y le exigiría unas cuantas respuestas.







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Hola. ¿como están? dfkjgdhfjska yo estoy enojada (?) no he podido escribir y eso es frustrante, no he tenido tiempo, he estado de niñera, no es que no me guste, pero siempre que agarrare la lap, mi sobrina se acerca y empieza a picarle a todo los botones de la laptop, ahaha si que mejor ya no la usare frente a ella.

En la entrada anterior me dijeron que escribiera un fic de Tom, créanme que lo he intentado con varias ideas, pero siempre termino pensando en Danny en vez de Tom ahahahahahahaaha, lo se, soy patética

Se que tengo nuevas lectoras, así que me presentare rápido:
Me llamo Yanan, soy de México y tengo 19 años, proximamente 20 -i wanna be forever young- como sea, vivo por los Jonas Brothers y McFLY (pero eso no quiere decir que no escuche otras bandas, tambien me encantan The Maine, Maroon 5, amo a Michael Bublé, etc..). Este es mi tercer fic, pero el primero de McFly. Tengo escribiendo desde el 2009. Mmmm, nunca, nunca he ido a un concierto de McFly -que triste, lo se-.
Soy pesima describiéndome, pero bueno... creo que soy una persona agradable, así que si quieren hablar conmigo búsquenme en twitter (@waalkinthesuun) y así.

Bueno, ahora si ya me voy, y las veo por acá la próxima semana :)


Bye :)

Yanan.





Dejen sus comentarios (los cuales AMO leer) y no olviden de darle like, ya saben que espero mínimo 10+

¡LAS QUIERO!


¡POR CIERTO!
Una amiga -María José- esta escribiendo un fic de Marvel (THG) acá así que les agradecería si se dan una vuelta. :D


martes, 17 de abril de 2012

Capítulo treinta y nueve.

{amo, amo, amo, amoooooo el gif   *-*}


Los días de Agosto seguían pasando, faltaba poco para mi cumpleaños y el aniversario número 12 de la muerte de mi padre  –exactamente tres días- y yo me sentía cada vez un poco mas desanimada. No sabía si mis amigos se daban cuenta de eso, ya que se comportaban extraños conmigo, pero no me importaba, estaba ensimismada en mis pensamientos.

Danny seguía insistiendo en conocer al chico que me gusta, cosa que yo ignoraba por completo. No me sentía preparada en presentarle a Adam, tal vez al final no lo haría y le diría que se fue a vivir a otro país o algo. Por decirlo de alguna manera, me sentía un poco molesta con él, desde que se fue con otra chica el día que estábamos en casa de Tom.
Según Emma eran celos.

Paula me había dado el día libre, ya que no me sentía bien. Tal vez me enfermaría o algo.
Me puse de pie de la cama y camine con paso lento hacía mi escritorio, me senté y tome mi bloc de dibujo y después de buscar una hoja limpia, comencé a deslizar mi lápiz sobre esta.

Prácticamente mi rutina del día había sido: estar sentada frente al escritorio dibujando, baño, cocina, dibujar, televisión, dibujar, cocina, dibujar. Hasta que dieron las seis de la tarde y mi celular me interrumpiera. Me puse de pie y camine hacia mi cama, tome el celular y me percate de que tenía varios mensajes de Danny y de Emma y una llamada perdida de Adam.

Leí los mensajes, Emma me preguntaba el cómo me sentía. Le respondí con un “mejor, gracias por preocuparte, nos vemos mañana. Te quiero.” Después pase al de Danny, el que con su típica manera de escribir, me pregunto casi lo mismo que Emma, agregando si estaba molesta con él, por mi manera cortante de estar últimamente y terminando con un “te quierooooo”. Mi respuesta fue un: “Danny! Estoy bien, me siento mejor… no, no estoy molesta contigo. Solo me siento rara… te quiero mas.”

Después de responder los mensajes, decidí regresarle la llamada a Adam.
— ¿Adam? —dije después de unos segundos.
—Sam, ¿Cómo estás?
—Bien… ¿Qué pasa? Perdón por tardar en regresarte la llamada, no había escuchado mi celular. —me excuse.
—No te preocupes pequeña. ¿Tienes planes para hoy?
—No, ninguno. Es miércoles, Adam. —dije divertida.
— ¿Y que tiene? —me percate de que sonreía, lo que me hizo sonreír. — ¿Te apetecería verme hoy, guapa?
— ¿Qué plan tienes?
—Bueno, es algo así como una cena de beneficencia y subasta, de la casa de modelaje en la que trabajo, habrá música y comida gratis— dijo como si con eso no me pudiera negar—. Anda, acompáñame no quiero ir solo. Por favor.
—Hmm, pero habrá miles de modelos guapísimas, ¿seguro que no quieres que te acompañe una de ellas?
— ¡Samantha! —grito, a lo que hizo que alejara mi celular un poco. —No vuelvas a decir eso, muchas de esas modelos son puro rostro y cuerpo, nada de cerebro, tu eres mucho mejor.
—No intentes eso conmigo, no funciono así. Te acompañare.
—Eres un caso perdido, me molesta tu pésima autoestima.
—Cállate. ¿A qué hora pasas por mí? Estoy hecha un desastre… —dije mirando como estaba vestida, llevaba una playera blanca la cual estaba manchada de carboncillo y pintura, que me cubría hasta la mitad del muslo. Y mi cabello estaba recogido en algo así como un chongo.
—Ponte algo lindo, no es casual eso sí, es algo elegante. A las ocho en punto estaré tocando el timbre de tu casa. No tardes en bajar.
—De acuerdo, hasta las ocho. —sonreí.
—Te quiero.
—Igual, ciao.
Concluí la llamada y avente el celular de nuevo a mi cama. ¿Qué me pondría? Brinque prácticamente el colchón, para llegar hacia mi armario. Empecé a sacar todo lo que veía, sin encontrar algo que me gustara. Al fondo de todo mi desastre, encontré un vestido que solo había usado una vez, en una fiesta en California. Lo tendí sobre la cama, y camine hacia el baño, para ducharme.

Tarde quince minutos en la ducha, esperaba que esto sirviera para distraerme un poco. Ya me estaba arrepintiendo de haberle dicho que si a Adam, pero no podía negármele, me lo había pedido por favor y era mi amigo.
Me cubrí de crema el cuerpo, y mientras me cepillaba el cabello iba pensando como peinarme.

A las siete con cincuenta minutos, yo ya estaba peinada, maquillada y vestida, esperando a Adam. El vestido que llevaba era strapples, algo arriba de la rodilla y color blanco, un poco entallado al cuerpo y con unos detalles plisados en lo que venía siendo la cintura y debajo del pecho, lo combinaría con un bolso de mano y unos tacones color piel, y me pondría un collar, del cual colgaba una pequeña cruz que era de mi mamá, color plata. Mi cabello lo agarre en un chongo, dejando algunos ligeros cabellos fuera de lugar. Y bueno… el maquillaje… había hecho lo que podía, un poco de sombras obscuras, mascara de pestañas, color en las mejillas y un poco de brillo en los labios, nada exagerado.

El timbre sonó, mire mi reloj y eran las ocho en punto, Adam era muy puntual, cosa que me gustaba de él. Tome mi bolso y mis llaves y salí del departamento, Ken no estaba como de costumbre.
Baje las escaleras con cuidado, ya que los tacones que llevaba eran un poco altos y aun no estaba completamente segura sobre ellos.
Abrí la puerta y Adam me recibió con una sonrisa y un silbido el cual hizo que me sonrojara.
—No empieces. —dije mientras besaba su mejilla y lo abrazaba rápidamente.
—Las modelos se sentirán opacadas por ti. Te ves bellísima.
—Basta. —dije mientras caminaba hacia su auto.
—Es la verdad, me encanta como te ves esta noche. —dijo mientras me detenía, tomándome de la mano y haciendo que diera una vuelta sobre mi eje. —Tal vez las estrellas también se sientan celosas.
—Harás que me sonroje. —dije, aun tomada de su mano. —Además, tú no te quedas atrás. —Dije admirándolo —Te ves muy guapo. —el negó con la cabeza divertido.
—Pues deberías sonrojarte, porque simplemente estoy diciendo la verdad. —beso el dorso de mi mano, lo cual hizo que sonriera y lo mirara enternecida. —Vamos, que no quiero perder mi dignidad esta noche.

Subimos a su auto, y después de media hora llegamos a la recepción. De fuera el salón se veía muy elegante, había muchos fotógrafos, rodeando lo que venía siendo una alfombra color dorada, donde los invitados importantes posaban, para que les tomaran algunas fotos.

Iba a hacer que Adam caminara solo por la alfombra, pero él me tomo de la cintura, haciendo que fuera con él. Nos tomaron varias fotos a los dos juntos. Después el me pidió que me adelantara, ya que debía ir con su agente a no sé dónde.

El salón estaba hermosamente decorado por dentro, había mucha gente muy elegante y como lo había previsto, miles de chicas esqueléticas y otras no tanto, pero todas eran bellísimas. Al centro del salón, había un gran candelabro, que alumbraba casi todo el lugar. En la pista había un pequeño escenario con varias cosas, las que supuse que eran las que iban a subastar.
Seguí caminando por ahí, y en las mesas vi a mucha gente conocida, si, a la que había visto alguna vez en revistas o televisión.

Ya me había cansado de recorrer el lugar. Todos se me quedaban viendo y yo quería que la noche terminara… ¿Dónde se había metido Adam?
Iba caminando hacia una mesa, la cual estaba libre, cuando escuche que gritaban mi nombre.
— ¿Sam? —dijeron detrás de mí. Yo me gire y en ese momento habría deseado no hacerlo.
—Danny. —dije realmente sorprendida. — ¿Qué haces aquí?
—Wow, te ves… ¡wow! —dijo mirándome de arriba abajo, provocando que me sonrojara.
—No me respondiste… ¿Qué haces aquí?
—Me invitaron a venir… ¿tú qué haces aquí? —le dio un sorbo a su bebida. — No sabría que vendrías… ¿vienes sola?
— ¿Eh? —sacudí la cabeza y moje mis labios. —También fui invitada. No, no vengo sola… ¿vienes con los demás? —dije rápidamente.
—No, vine con otros amigos… —elevo su ceja izquierda y me tomo de la mano, para hacer lo que Adam había hecho fuera de mi departamento, darme una vuelta. ¡Wow!
—Basta. —dije apretando mi bolso. — ¿Y tus amigos? Yo debo irme, mi acompañante debe estar buscándome…—dije, aunque no quería ir con Adam, hubiera deseado quedarme toda la noche con Danny…. Quien por cierto, se veía demasiado bien vestido de traje.
—Hmm… —entrecerró los ojos. — ¿Con quién vienes?
—Con...
— ¡Danny! —un señor canoso, se acerco a nosotros. —Te he estado buscando, ¿vienes?... Oh disculpa, que grosero soy, buenas noches. —dijo ofreciéndome su mano, al percatarse de que estaba con Danny. Yo le sonreí y se la di.
Danny me miro y yo le dije que fuera, que estaría bien, que yo también debía ir a buscar a alguien.

Se alejo de mí y se perdió entre la multitud, respire aliviada. A lo lejos vi que Adam venia hacia mí, yo le sonreí y le hice una seña.
—Perdona por dejarte sola tanto tiempo. —dijo mientras colocaba una de sus manos detrás de mi cintura, para encaminarnos hacia donde nos debíamos sentar. Después de la cena y de que casi no habláramos, decidió romper el silencio
— ¿Estás bien? —pregunto, a lo que reaccione mirándolo, ya que estaba observando todo el salón, cuidando de que Danny no me mirara.
—Si, no te preocupes, estaba echándole un vistazo al lugar, es muy hermoso.
— ¿Segura?
—Si… —sonreí— Adam, iré al tocador. Ya vuelvo.
—De acuerdo, aquí te espero. —dijo mientras besaba mi mejilla.

Me puse de pie y comencé a caminar rápidamente hacia el sanitario. Si Danny veía que venía con un chico, comenzaría con sus preguntas; Además de que ya no haría mi plan de presentarle a Adam, como el chico que me gustaba.
Tarde varios minutos mirándome en el espejo, no me veía bien, me veía nerviosa y un tanto distraída. Ya quería irme a casa y que la noche terminara.

Después de unos segundos, un poco ya más tranquila, decidí salir y tratar de disfrutar lo que quedaba de la noche. El lugar era demasiado grande, como para volver a toparme con Danny.

Iba caminando hacia la mesa en donde minutos antes estaba sentada con Adam, cuando mire hacía allá, sentí que la sangre bajaba hasta la punta de mis dedos, haciendo que me frenara y los mirara asustada.
En serio, era la chica con más suerte del mundo.
Si, era sarcasmo.













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Aquí les dejo el capitulo, no se, me emociona mucho >:D no tengo mucho que decir hoy -que raro- espero les guste como va la historia, se aceptan criticas (constructivas, nada más) si no les gusta, pues lo siento :c hahaaha
Bueno, ahora si me voy... ¿saben? tengo varias ideas para fics terminando este... :B

ok, ya mucho blah blah, gracias por leer.
Dejen sus comentario *puppy face* y no olviden de darle like, ya saben que espero mínimo 10+

¡LAS QUIERO!`

yanan.


Fic Dougie 1. {} (Johanna)
Fic Dougie 2. {} (Zoé) <comenten y denle like a sus fics, son muy buenos :)>


miércoles, 11 de abril de 2012

Capítulo treinta y ocho.



Como siempre he dicho, no entendía a Danny. El punto de todo esto, es que su actitud cambiante comenzaba a cansarme.
Después de que salimos del restaurante, Adam y yo íbamos a ir a ver una película, pero a mí se me quitaron las ganas de salir, solo quería irme a mi casa e intentar pensar en lo que ocurría con Danny, obviamente Adam noto mi cambio de ánimo.
— ¿Qué fue lo que paso? —pregunto mientras caminábamos por la banqueta, Adam había logrado convencerme de dar un paseo.
—Nada. —respondí sin mirarlo.
—Ese nada, podría ser mucho Sam. —eleve mi rostro y sus grandes ojos color avellana me miraban pacientes.
Bufe.
—Vi a Danny en el restaurante.
— ¿Y por eso estas así? ¿No deberías estar feliz porque por fin lo viste? —reí irónica.
—No hizo nada para saludarme, solo se quedo de pie, yo iba a saludarlo, pero…—lo mire avergonzada—llegaste tu—sonreí tímida— y cuando voltee hacia donde estaba, había desaparecido.
—Lo siento…
—No, no es tu culpa—agregue rápidamente—El… el podría haberse acercado a saludarme en vez de solo mirarme, el debió de haber hecho algo, se supone que somos amigos. ¿Si tú ves a una de tus amigas, te acercas y la saludas no? —pregunte mientras detenía mi paso, quedando frente a Adam. El me miro y se acerco un poco a mas, llevo su mano a mi mejilla, mientras me dedicaba una linda sonrisa, yo me quede mirándolo fijamente.
—Bueno… creo que si yo te hubiera visto, me hubiera acercado casi corriendo a saludarte —comenzó a decir, sin dejar de acariciar mi mejilla y mirarme de una manera tan tierna. Yo me hice un poco para atrás, mientras le sonreía con un poco de pena, el entendió mi movimiento y se cruzo de brazos, mientras sus labios se curveaban en otra sonrisa, pero ahora divertida—Pero tal vez, Danny venía acompañado y no quiso dejar a la persona con la que venía sola o solo, no sé.
—Claro, eres hombre. Debes ponerte de su lado. —dije mientras me cruzaba de brazos y fruncía el ceño, cosa que hizo que Adam soltara una gran y sonora carcajada.
—Sam…—se acerco de nuevo a mí y tomo una de mis manos y comenzó a jugar con ella. —No me pondría de su lado, porque él tiene algo que yo quiero. —sus mejillas se tornaron un poco rosadas, al igual que las mías, me estaba poniendo nerviosa a donde se dirigía esta plática.
— ¿Ah, sí? —pregunte ronca, intentando disimular el pequeño temblor de mi voz.
—Sí. —sonrió de lado, mientras elevaba sus ojos y me miraba. —No conozco a Danny, pero siempre pensare que es un tonto al no darse cuenta la clase de chica que eres. Sam, tú me gustas y mucho…
—Adam, yo…—interrumpí.
—No, déjame término, por favor. —yo asentí. —Me gustas mucho, y amaría tener solo una oportunidad contigo, yo se que estas enamorada de Danny…
—No es verdad, no estoy enamorada de él…—lo interrumpí de nuevo. A lo que él me miro, dándome a entender que no lo interrumpiera de nuevo. —Lo siento.

Ok, cuando yo regrese a Londres, no pensaba si quiera en enamorarme, o entablar una relación con alguien, yo regrese solo porque mi madre había querido ser enterrada acá. Pero todo estaba cambiando tan rápido, que hacía que me diera miedo despertarme al otro día.
—Si lo estas… —continuo hablando Adam. —o no sé, tal vez estas en proceso de enamorarte de él, pero el punto es que lo quieres y mucho, cosa que me da cierta envidia.
—Yo te quiero, Adam.
—De eso no lo dudo, pero Sam, me gustaría que me dieras una oportunidad de hacerte olvidar a Danny.
Y en ese momento, me quede con la boca abierta, estaba sorprendida por su petición. ¿Era lo que quería no? olvidar a Danny. ¿Qué debía decirle? ¿Cómo debía actuar ante esto?
«Hay que darnos una oportunidad, Sam.»
«¿Pero y Danny?»
«Danny no da señales de querer algo mas con nosotras…»
dijo un tanto triste.
«Es que…»
«Samantha, Adam es un buen chico, con buenos sentimientos y además es guapo, te está pidiendo una oportunidad. El sabe que a quien quieres es a Danny, pero aun así quiere intentarlo. No tenemos nada que perder ¿cierto?»
«…Tienes razón.»


(…)


Paula y Martin nos habían dado vacaciones a Emma y a mí, ya que irían a Essex por un mes a visitar a su familia, y ambos habían decido cerrar la tienda, así que prácticamente mi mes libre empezaba hoy. Había decido ir a comer a casa de Tom, ya que tenia días sin hablar con él –desde que paso lo de su casa- y necesitaba alguien con quien hablar de toda la telaraña que tenía en mi cabeza y que no me dejaba estar tranquila. Había tomado una decisión y necesitaba hablarla con alguien, así que, ¿Quién mejor que Tom Fletcher?

El taxi me dejo fuera de su casa, y con sumo cuidado baje del automóvil y me encamine hacia la puerta. Traía un refractario repleto de Lasagna que había preparado en la mañana, en cuanto Ken salió de casa. Golpee la puerta con mi pie derecho, intentando no perder el equilibrio y un Dougie muy sonriente me abrió la puerta.
—Sam, ¡tanto tiempo sin verte! —grito intentando imitar a una chica.
—Solo fueron unos días, no exageres. —dije aun fuera de la casa. —Y bien…—mire hacia dentro. — ¿No me vas a dejar pasar? —sonreí.
—Eh…—balbuceo. — ¿Tom sabía que ibas a venir?
—Si…—no entendía su punto.
—Oh, entonces pasa. —dijo aun de una manera extraña. Era raro.
— ¿Por qué tanto misterio? — pase y me detuve para esperar su respuesta, ya que comenzó a caminar, comencé a seguirlo. —Dougie, te estoy hablando ¿Por qué tanto miste…? —y ahí entendí porque se comportaba más raro que de costumbre. No sabía que Danny vendría a comer. ¿Y ahora que hacía? Maldición.
Dougie me miro y se encogió de hombros, yo solo negué con la cabeza y tome aire, mientras reanudaba mi paso.

Tom me vio y se puso de pie y camino hacia mí, lo que provoco que Danny se girara para ver hacia donde iba Tom. Al parecer el tampoco sabía que vendría. Me miro y yo lo mire, no iba a comportarme como una chica dolida o lo que fuera, bueno, al menos intentaría no comportarme así. Le sonreí y camine junto con Tom a la cocina.

Deje la lasagna sobre el mármol y me quede recargada unos segundos, mientras pensaba en mi siguiente movimiento. Tom se sentó en un taburete frente a mí y me miraba paciente. Después de un minuto sin decir nada, eleve mi vista y lo mire, le sonreí y le di un pequeño golpe en la frente.
— ¡Auch! —se quejo. — ¿Y eso porque fue?
—Por no decirme que Danny estaría aquí. —dije en voz muy bajita.
—Me llamo, y no podía decirle que no viniera solo porque tú ibas a venir, además de que no entiendo porque no lo quieres ver, prácticamente acaba de regresar y cuando se fue todo estaba bien entre ustedes.
Ahora me sentía un poco idiota.
—Si bueno, yo también, pero… —coloque mi rostro sobre la mesa, no quería ver a Tom, ahora si me sentía realmente estúpida. —me enferma que cambie su actitud hacia conmigo cada cinco minutos. Mientras estuvo en Bolton no me llamo, ni siquiera me mando un mensaje, nada. Y mucho menos me aviso que había regresado ¿Qué no se supone que somos amigos? —dije rápido y molesta, aun sin mirar a Tom. Solo escuche una risita tímida, y debo aclarar, que no era nada parecida a la de Tom.
Sentí que la sangre se me bajo hasta la punta de los pies.
—Lo siento por eso.
Maldita sea Tom Fletcher, me las iba a pagar.
Me encogí de hombros, sin elevar mi rostro. No tenía cara para mirarlo.
—Sam…—volvió a hablar. Pero seguía sin mirarlo. Mi cabello ayudaba de mucho, ya que a pesar de tener mi rostro sobre la encimera de mármol, este ocultaba más mi cara. —Sam…
— ¿Qué? —dije bajito y un tanto molesta, pero conmigo misma.
—Mírame.
—No.
— ¿Por qué no?
—Porque tengo vergüenza. —dije y el soltó una risa. De pronto sentí su mano en mi mejilla, intentando hacer que lo mirara. Me estremecí al tacto.

Logro su objetivo, logro que levantara la cabeza y ahí lo vi, era tan perfecto ante mis ojos. Su rostro era hermoso, ambas cejas estaban elevadas, haciendo que sus ojos estuvieran más abiertos, logrando que se vieran más grandes de lo que ya eran. Una sonrisa ladeada adornaba su boca, su cabello estaba como de costumbre, peinado, pero despeinado. Y yo, sentía que me iba a ir para atrás, debería dejar de ser tan adorable.

Tome una gran bocanada de aire y me puse de pie y camine hacía la alacena para agarrar un vaso y llenarlo de agua y así atragantarme y no poder hablar con él. Mientras llenaba mi vaso, le daba la espalda, haciendo que me sintiera un poco más tranquila, ya que no lo estaba viendo y el no me miraba a la cara, así que me quitaba un peso de encima.

Después de unos segundos en los cuales ninguno de los dos hablaba, decidí que mi comportamiento era muy inmaduro, así que tome aire, deje el vaso con agua –el cual estaba lleno- sobre la encimera y me gire, lo cual hizo que me arrepintiera de haberlo hecho, ya que al hacerlo, me di cuenta de la proximidad de Danny, haciendo que me sobresaltara. ¿En qué momento había caminado hasta quedar detrás de mí sin que lo sintiera?
—Dios, no vuelvas hacer eso ¿te gusta asustarme? —dije un poco nerviosa y odiaba ponerme así con él, ya que me sentía realmente vulnerable.
—No fue mi intención no llamarte ni avisarte cuando regresaba…—comenzó a hablar, sin separarse de mi.
—No tienes porque darme explicaciones, lo que pasa es que yo soy muy exagerada.
—No está bien, eres mi amiga y debía seguir en contacto contigo. También, sobre todo eso, quiero disculparme por mi actitud, se que siempre es muy cambiante, sobre todo contigo y no entiendo porque… no sabía que te sentías así.
—Danny, ya en serio, no importa. Lo bueno es que ya estás aquí y te fue muy bien en tu viaje. —dije, tome mi vaso y camine hacia el fregadero para lavarlo.
— ¡Sam! —grito a lo que yo me detuve en seco y deje el vaso. Me gire para mirarlo con los ojos bien abiertos, el no dejaba de jugar con su cabello, se le veía frustrado.
— ¿Qué? —pregunte.
— ¡Deja de moverte mientras intento arreglar las cosas contigo, quédate quieta, por Dios! —ese comentario hizo que abriera la boca en una gran “o”, en serio no lo comprendía, ahora no podía hacer nada mientras él hablaba, yo también era medio bipolar ¿no? Digo, quería explicaciones, pero cuando por fin las iba a tener, hacía de todo para no escucharlas. Danny me miro, y supongo que mi expresión de sorpresa ante su comentario se notaba demasiado. —            Perdón, perdón, no quise gritarte, no sé qué paso…—yo seguía mirándolo sorprendida, el camino rápidamente hacia mí y me tomo de las muñeca. —Perdóname, no quise hacerlo.
—N-no, todo está bien, solo que… no me esperaba esta reacción. —confesé. Ya más tranquila, me di el tiempo de observar bien a Danny, quien seguía preocupado por aquel grito. —Hey, todo está bien. — susurre, mientras acariciaba delicadamente su mejilla, a lo que el cerro los ojos. —Y perdóname a mí, me comporte como una tonta inmadura, no debería pedirte explicaciones, —seguí hablando en el mismo tono de voz. Deje de acariciar su mejilla, pero deje mi mano ahí, mientras observaba con detenimiento cada parte de su rostro. —No soy tu novia ni nada por el estilo —el abrió los ojos y me miro directamente a los míos. —solo soy tu amiga. —le sonreí, pero para mí fue una sonrisa de resignación. Baje mi mano y la recargue sobre la encimera donde minutos antes estaba recargada, escuchando a Danny perder el control.

Retire mi mirada de la de Danny, ya que generalmente no podía mantenerla por mucho tiempo, ya que me empezaba a cohibir y me sonrojaba demasiado. Comencé a mirar hacia el suelo, él me seguía mirando, como si ocurriera un debate en su cabeza. Danny coloco su mano sobre mi mandíbula, haciendo que lo mirara de nuevo. Lo mire, mientras mordía mi labio, por los nervios.
Comenzó a subir un poco su mano, hacia mi mejilla, mientras él se acercaba poco a poco hacia mí, me miraba fijamente, y sus ojos brillaban y sonreían al mismo tiempo. Su aliento golpeo mi rostro, haciendo que mi respiración se agitara al igual que mi corazón y provocando que cerrara los ojos y me dejara llevar…

Sus labios hicieron presión sobre los míos, comenzó a moverlos suavemente y con ternura, este beso realmente lo sentía diferente a los demás. Sabía que hacia mal, que debía tener más fuerza de voluntad, sabía que al final del día solo me quedaría más confundida y puede que más triste y lo quisiera mas, pero, sus labios eran mi adicción, al igual que sus brazos a mi alrededor, sus caricias, todo, el era adictivo y no se daba cuenta del efecto que tenia sobre mí.

Enrede mis brazos alrededor de cuello, mientras el bajaba una de sus manos hacia mi cadera. Seguía siendo un beso tierno, pero comenzaba a hacerse un poco desesperado. Siempre que Danny estaba cerca de mi, mi sentido común tomaba un descanso.
En un arranque, mordí su labio inferior, a lo que él se separo y me miro con otro tipo de brillo en sus ojos que jamás, jamás había visto, una sonrisa picara se asomos en sus labios, y se acerco de nuevo a mí y me comenzó a besar.
—Adoro que hagan eso. —dijo entre besos.
— ¿Qué? —respondí de la misma manera.
—La pequeña mordidita que me diste, es mi perdición. —siguió besándome, mientras, yo sentía que mis mejillas se coloreaban de rojo. Bien, ya sabía algo más que le encantaba.

La falta de aire no tardaba en hacerse presente, pero entonces detrás de nosotros, alguien intento toser, a lo que nos separamos rápidamente avergonzados, ahora si quería que la tierra me tragara.
—Danny…—hablo Dougie divertido. Me iba a dar un ataque de risa, así que solo recargue mi frente sobre el hombro de Danny.
— ¿Qué quieres? —respondió con voz ronca.
—Lamento haber interrumpido su sesión de besos sensuales, pero tienes una llamada. Por cierto, hay varias habitaciones arriba, no es necesario que den este espectáculo en la cocina. —dijo Dougie, intentando hacerse el santo.
— ¿Una llamada? —se separo de mi, y miro hacia donde estaba Dougie. No sé que se dijeron con la mirada, pero Danny salió de la cocina, hacia la sala.

Me quede en la cocina sola con Dougie, quien me miraba fijamente, intentando disimular una risa.
— ¿Qué? —solté.
—Sam, Sam, Sam…—dijo caminado hacia mí. —Tan calladita que te ves.
—Cállate. —dije y camine hacia la sala, dejando a Dougie riéndose detrás de mí.

Tom estaba recostado sobre un sofá, y Danny seguía hablando por teléfono. Me senté y Tom colocó su cabeza sobre mis piernas, le sonreí y él me sonrió de vuelta. Comencé a jugar con su cabello, mientras Danny terminaba su llamada. Me puse a pensar sobre el beso en la cocina, intentando averiguar que nos había llevado a besarnos, bueno, tal vez solo fue uno de sus típicos (y mis típicos) impulsos.
—De acuerdo… si… pide lo que quieras… ya voy para allá… ok… bye. —concluyo Danny su llamada y nos miro a los tres. —Debo irme, hablamos luego. —camino rápidamente hacia mí y beso mi frente, dejándome confundida.
Salió casi corriendo de la casa de Tom. ¿Quién era? Me daba curiosidad saber quien lo había llamado y hecho que saliera así de rápido. En fin, igual después me lo diría.

Comenzamos a comer nosotros tres, Tom y Dougie charlaban animados, yo solo jugaba con mi tenedor, mientras perdía mi vista a un punto fijo. ¿Por qué siempre sus besos me dejaban así de pensativa?
—Si, era una chica la que lo llamo, no sé quien sea. —le decía Dougie a Tom, lo que hizo que le pusiera cierta atención.
¿Una chica? ¿Qué chica? ¿Y porque Danny había salido así de rápido para ir a verla? ¿Quién era?









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Hoy les subí antes del viernes, ¿en serio no soy awesome? okno... ya no tengo capítulos escritos *mother of God* así que escribiré y las veo por acá la próxima semana.
Por favor, si pueden comentar (porque se que algunas leen desde su celular) háganlo, no creo que se tarden mas de 5 minutos en dejarme un bonito comentario sobre el capitulo :)

En fin, ya saben lo de siempre 10+ likesasí...

las quiero <3


Yanan.


Fic Dougie 1. {} (Johanna)
Fic Dougie 2. {} (Zoé) <comenten y denle like a sus fics, son muy buenos :)>

viernes, 6 de abril de 2012

Capítulo treinta y siete.




Agosto, el peor de los meses para mi, había llegado. Mi relación con Danny cada vez era más fuerte y solida, ya era otro gran, gran amigo para mí –aunque no quisiera eso- como Tom, el cual a veces se ponía celoso de que saliera más con Danny en vez de con él, ¿pero qué podía hacer si los dos éramos los únicos solteros del grupo? Emma y Tom salían, cosa que me hacía muy feliz, pero no eran oficialmente novios. Mel y Dougie seguían juntos, aunque de vez en cuando terminaban por peleas estúpidas, que no les duraban más de dos días. Karen y Harry se habían comprometido por fin; Según Karen, se lo había pedido muy románticamente, en el centro comercial donde se habían visto por primera vez. Harry movió sus contactos y logro que abrieran el centro comercial por la noche y organizo una pequeña cena para ellos dos, después, salieron al estacionamiento y con fuegos artificiales él  se puso de rodillas y le entrego el anillo.

¿Qué paso con Adam? Bueno, seguimos saliendo, el es un chico muy adorable, ya se lo presente a Emma, quien también se hizo su amiga. A la semana de salir con él, le hable de Danny y dijo que era un tonto por no darse cuenta de lo que sentía por él, pero que no debía preocuparme, ya que había muchos peces en el rio que quisieran salir conmigo, yo me reí ante ese comentario, porque no conocía a nadie que quisiera salir conmigo.

Emma me había dicho que era tiempo de presentarles a los demás a Adam, ya que según ella, eso de salir con él a solas no era solo de amigos, ella cree que yo le gusto a Adam, cosa que me causa mucha gracia, pero en fin, no le daré vueltas al asunto, ya que, no estaría mal presentárselo, es mi amigo y no tiene nada de malo, además de que Danny sigue insistiéndome de que quiere conocer al chico que me gusta. Le hable a Adam de eso, le pregunte que si podía ayudarme y le pareció cómico, en vez de molestarse.

Un día saliendo con Adam, me encontré con Tom, Dougie y Harry, quienes esperaban a Danny, así que me atreví a acercarme hacia ellos y presentarles a mi acompañante. Los chicos me miraban con cierta confusión y burla, yo intente no prestarle atención a eso. Después de unos minutos, me entro un poco de miedo, así que le dije a Adam que era hora de que nos fuéramos. No quería ver a Danny, quiero decir, no quería presentarlos todavía.


***



Había pasado una semana desde la última vez que había visto a Danny, él había ido a Bolton a la boda de uno de sus amigos, pero decidió quedarse la semana completa allá para pasar unos días con su familia. La verdad era que lo extrañaba, ya que no habíamos hablado por teléfono, ni siquiera nos habíamos mandado mensajes, nada y eso me tenía muy ansiosa.
— ¿Cuándo llega Danny? —pregunto Emma, mientras bajaba las persianas de la tienda. Ya estábamos por cerrar.
—No tengo idea.
—Oh, pensé que sabrías.
—No, ni siquiera me ha llamado. —dije un poco molesta.
— ¿Te molesta el hecho de que no te ha llamado? —inquirió con una sonrisita de las suyas.
—Claro que no. —respondí secamente mientras terminaba de anotar unos teléfonos en la pequeña agenda que tenia frente a mí.
—Tal vez no te ha llamado, porque ha de estar muy bien acompañado, tal vez de allá es la chica que le gusta. —dijo, a lo que yo eleve mi vista rápidamente y la mire, Emma solo mordió su labio evitando reír.
—No me parece cómico.
— ¿Por qué no? Si yo fuera él, no te podría llamar por eso, digo, ¿Qué es más importante para un hombre? ¿Su amiga o la chica que lo trae enamorado? —cerré de golpe la agenda y me puse de pie y camine hacia la trastienda para tomar mis cosas. — ¡Sam! —grito Emma, mientras corría hacia donde yo estaba. —Lo siento, no quise decir eso, pero tuve que hacerlo, para que dejes de negar que te sigue gustando. Todos sabemos que aun lo quieres.
—Lo quiero, como un amigo nada más. Ya no me gusta. —dije casi en un susurro mientras jugaba con mis manos. Obviamente era una mentira, pero después de que Danny me confesó que le gustaba alguien aquella noche, decidí reprimir lo que sentía, o simplemente dejar de pensar en él e intentar sacarlo de mi corazón.
—De acuerdo, como digas…
—Gracias a lo que acabas de decir, no sabré como reaccionar cuando lo vea. —admití. — ¿Y si ya tiene novia? O ¿y si el malinterpreta y cree que me gusta?
—Sam, no puedes mentirte, es obvio que te sigue gustando, si no, no te importaría lo que él piensa.
—Solo ayúdame a no verme tan obvia y no a lanzarme a sus brazos cuando lo vea. —dije.
—Como quieras. —dijo rodando sus ojos.
—Gracias.

Salimos de la tienda, y comenzamos a caminar sin rumbo. Hoy vería a Adam, habíamos quedado para cenar. Así que iba hablando con Emma sobre que debía ponerme y cosas por el estilo. No quería sacar el tema de Danny, porque no había nada que hablar, las cartas estaban echadas, las palabras “el y yo” no existían en mi diccionario. O bueno, al menos no como algo más.
Eran las seis de la tarde, había quedado de verme con Adam a eso de las ocho, así que aun tenía tiempo estar más con Emma y de llegar a casa y arreglarme con calma.

Cruzamos la acera y entramos a una librería, la verdad es que ambas hacíamos tiempo para llegar a casa. Yo tenía varias cosas en la cabeza, lo que había dicho Emma de Danny y Adam. Lo de Danny me había dejado pensando mucho, además de que había formado un pequeño dolor en mi corazón ¿y si tenía razón? ¿y si estaba con su enamorada? Y bueno, lo de Adam más que dejarme pensando me había puesto nerviosa, a mi no me gustaba él. Solo era mi amigo y no, no podría tener algo con él.

Salimos de la tienda con varios libros, entre ellos yo había comprado Romeo y Julieta. Era un libro que me gustaba mucho, ya lo había leído antes, pero con la mudanza y todo eso, se había perdido. Su historia me gustaba, eso era amor de verdad, hoy en día ese tipo de acciones ya no se veía. Los chicos dejaban de ser caballeros y trataban a las mujeres como un objeto; y bueno, también muchas chicas ya no se comportaban como una dama, se rebajaban y perdían su dignidad… era cómico que culparan a los hombres por cosas que las mujeres también tienen la culpa. Por eso me encanta ese libro, porque me gustaría vivir una historia de amor así, bueno, no tan trágica, pero… ustedes entienden, tener alguien que te quiera, que se preocupe por ti, que de todo por estar contigo… todo eso.
— ¿No son esos los chicos? —pregunto Emma haciendo que regresara a la realidad.
— ¿Eh?
— ¡Hey, Tom, Dougie! —Ellos voltearon hacia donde estábamos, sonriendo, mientras agitaban sus manos en señal de saludo— Vamos. —dijo tomándome de mi codo, para cruzar la calle.
Llegamos a donde estaban ellos y los saludamos efusivamente, como si no los hubiéramos visto en días, cosa que era completamente ilógico, ya que habíamos cenado juntos la noche anterior.

Estuvimos platicando por algunos minutos fuera de la tienda, algunas personas los reconocían, pero ninguno se acercaba a ellos a pedirles fotos o algunas firmas, solo los miraban y seguían su camino

Tom y Emma se habían puesto a platicar, y Dougie se había alejado un poco ya que tenía que responder una llamada. Para no sentirme incomoda con la parejita, me acerque a la ventana de una tienda de regalos. Me perdí mirando el calendario. Agosto, 1, 2012. Rogaba para que nadie recordara lo que venía. Ya que yo prefería olvidar esa fecha.  Se podría decir que tenía 12 años sin celebrar ese día.
— ¿Todo bien? —preguntaron detrás de mí.
—Dougie… si, todo bien. —me gire y le sonreí.
— ¿Te gusto el calendario? —pregunto haciendo un cómico gesto, ya que el calendario era realmente feo.
—Sí. Podrías regalármelo en Navidad ¿no crees?
—Podría dártelo para tu cumpleaños.
—Eh…
— ¡Sam! Ya es hora de irnos. —grito Emma, a lo que agradecí, ya que no quería hablar más de ese tema con Dougie.
—Ya debemos irnos. —dije caminando hacia Tom, quien estaba riendo muy alegre con Emma.
—Oh, como te atreves a cambiarme de tema, te regalare ese calendario de pequeños enanos.
—Ya dije que lo quiero para navidad.
—Pero…
—Nada, para navidad he dicho.
—Rara.
— ¿Perdón? Pero si de raros hablamos, tú me ganas, Poynter.
Comenzamos a discutir, pero en broma, hasta que Tom y Emma terminaron de despedirse. Moría para que salieran oficialmente.


(…)


A las ocho en punto me encontraba entrando en el restaurante de moda. El camarero me guio hacia la mesa en donde Adam me esperaba. Al verme, se puso de pie y me saludo. La verdad es que si quisiera podría hacer que me gustara, pero parecía que Danny no quería salirse de mi corazón, y me daba pena por Adam, ya que comenzaba a creer que era cierto lo que Emma había dicho de que yo le gustaba, ya que al verme siempre sonreía de una manera muy linda.

Pedimos de cenar y mientras probábamos nuestros platillos charlábamos de lo que nos había pasado en el día. Adam se había convertido en un muy buen amigo, hablaba de todo con él, pero claro, no como cuando hablaba con Tom o Danny. Nuestra amistad era un poco diferente.
Después de una hora y media, Adam pidió la cuenta y yo me disculpe para ir al sanitario antes de irnos.

Ya dentro del baño de mujeres, saque mi celular para ver si tenía señales de Danny, pero no, ni una llamada, mensaje, nada.
«Tal vez Emma no se equivoco esta vez, Sam. »
«Parece ser que es verdad, ¿Por qué siempre tiene la razón? »
«Es lo mismo que me pregunto yo.»

Seque mis manos y salí hacia el restaurante, estaba por llegar hacia la salida, donde Adam me esperaba, cuando lo vi caminar hacia acá.
Caminaba con su típica despreocupación, mientras tenia una de sus manos escondida en el bolsillo de su pantalón, dejando ver el gran reloj que adornaba su muñeca, mientras que con su otra mano, hacia su ya muy típico gesto con la nariz.
¿Qué se supone que debía hacer? El me miro y una sonrisa se formo en sus labios, lo que hizo que en los míos se formara una también, y muy grande debo agregar. Su sonrisa había logrado que el barullo del restaurante se pusiera en silencio y solo escuchara el latir acelerado de mi corazón.
Quería lanzarme a sus brazos.
Comencé a acercarme hacia él, cuando un mesero pasó frente a mí, haciendo que chocara contra una gran maceta. Sentí que me sonroje, y me enderece esperando que nadie viera mi torpeza. El seguía sonriendo mientras negaba divertido con la cabeza. Reanude mi paso hacia el, una mano rodeo mi cintura haciendo que dejara de mirarlo, para mirar al dueño de aquella mano que me abrazaba, haciendo que regresara a la realidad.
—Vi que tardabas, así que vine a ver si todo estaba bien. —tome aire y regrese mi vista hacia donde anteriormente estaba, pero él se había girado.
—Si, todo está bien. —dije buscando al chico de la sonrisa de nuevo.
— ¿Segura? —suspire y lo mire.
—Si, ya podemos irnos.
Por una parte agradecía que Adam regresara, pero por otra parte estaba muy molesta, ya que necesitaba muchas respuestas a las preguntas que se estaban formando por millones en mi cabeza.







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Perdon por haber tardado en subirles capitulo ultimamente, pero bueno, el punto es que acá esta. Espero les haya gustado.

No olviden de comentar, sus comentarios me hacen demasiado bien y hace que me den ganas de escribir, en serio.

Bueno, como ven, Danny es un tonto(?) okno.. este... las dejo, comenten y denle like (10+)

las quiero <3




-yanan.