lunes, 27 de agosto de 2012

Capítulo cincuenta y cinco.



El viernes llego más rápido de lo que pensaba, camine sin ánimos hacia la entrada y deje mi maleta cerca de la puerta, me senté en el sofá, mientras hojeaba una revista, esperando a que llegaran por mí. Siendo sincera, no sabia que podía esperar de este fin de semana acampando.
El reloj marco las diez de la mañana, y según Tom, a esa hora ya deberíamos estar en carretera. Minutos después, alguien toco la puerta. Me puse de pie y abrí. Era Danny. Intente no parecer sorprendida, aunque en realidad si lo estaba y mucho.
—Oh, Danny. Deja tomo mi abrigo. —dije girándome y dejándolo solo, de pie en la entrada. Camine hacia uno de los sofás,  tomando y poniéndome mi abrigo y una ligera bufanda, para cubrir mi cuello. Danny tomo mi maleta, mientras yo cerraba el departamento.

Salimos en silencio del elevador, y caminamos hacia la camioneta donde estaban Dougie, Tom, Emma y la novia de Danny… suspire, mientras saludaba a todos.
— ¿Y Adam? —pregunto Tom, mientras tomaba asiento hasta atrás, dentro de la camioneta.
—Nos alcanzara allá, tenia una sesión de fotos. —dije haciendo una mueca, mientras colocaba mi bolso sobre mis piernas.
Harry manejaría, así que Karen iba en el asiento del copiloto, en la parte de en medio, iban Dougie, Tom y Emma, cada uno sentados en un sofá, y al final, en la parte de atrás, íbamos Yo, Danny y Vanessa. Este sería un trayecto, muy, muy incomodo.
De mi bolso saque mis audífonos y mi celular, los conecte y me los coloque, subiendo ligeramente el volumen. No tenía idea de si Vanessa sabía que me gustaba Danny o algo, ya que siempre que los veía, ella hacía cualquier cosa para demostrarle su amor, frente a mis ojos.

Unos ligeros golpecitos hicieron que abriera los ojos, al hacerlo, me di cuenta de que Danny estaba demasiado cerca de mi, así que di un respingo, mientras él se hacia un poco para atrás y yo me tallaba los ojos, me había quedado dormida. Me quite los audífonos y lo mire confundida.
—Ya llegamos. —dijo mientras me sonreía ligeramente, sin mostrar sus dientes.
—Creo que me quede dormida. —respondí mientras me acomodaba el cabello y él ponía en blanco sus ojos, a lo que yo le di un ligero golpe en su hombro, haciendo que el soltara una carcajada.
Salimos de la camioneta y nos dirigimos hacia el claro donde los demás estaban empezando a acomodar las cosas, todos estaban haciendo algo, menos Vanessa, que se había sentado sobre un tronco, mientras elevaba su celular, tratando de tomar algo de señal.

Era un lugar perfecto para acampar, y por lo que había escuchado, colina arriba, había baños, una pequeña tienda y cosas por el estilo, así que no estábamos completamente en la nada, incluso cerca de nosotros teníamos un asador para preparar la comida.
Terminamos de desempacar y de armar las tiendas de campaña, en total eran cinco, todas con capacidad para dos personas.
Tenemos que ver como nos organizamos dijo Tom sentándose en un tronco del suelo.
Chicas por un lado y chicos por otro dijo Emma , problema resuelto.
Pues… intervino Dougie, Harry y Karen dormirán juntos, Tom y yo también... ¿Danny, tú y Vanessa dormirán juntos? —en ese momento, todos mis sentidos se agudizaron un poco más.
Sam y yo dormiremos juntas dijo Emma, sin dar tiempo de que Danny dijera algo, agarrándome del brazo.
Está bien, ustedes dos juntas… Entonces… ¿dormirán juntos? —regreso su vista a Danny, quien me miraba fijamente, yo, sintiéndome incomoda, me puse a mirar mis manos.
—Si, dormiremos juntos, igual no hay mas tiendas… —dijo Vanessa sin dejar de mirar su celular.
—Ok… ¿Y Adam, Sam?
—El traerá su propia tienda cuando venga. —dije sonriéndole a Dougie.
—Perfecto.



***




Ya habíamos comido y cada uno ya estaba haciendo algo.
Karen y Harry estaban sentados apoyados en el tronco de un árbol en silencio, escuchando hablar a Dougie, Emma se había marchado con Tom a dar una vuelta, mientras que Danny y Vanessa estaban frente a mi, mientras yo intentaba relajarme tumbada en el suelo.
Escuche unos pasos acercarse.
—Sam  dijo alguien, abrí los ojos y me di cuenta de que el sol estaba comenzando a ocultarse, y también vi a Adam, quien estaba de pie junto a mí. Me puse de pie con su ayuda, sacudí mi pantalón y lo salude.
—Pensé que llegarías más temprano. —dije tratando de parecer una mamá enojada o algo por el estilo, no funciono.
—Llegue justo a tiempo, para salvarte de tu aburrimiento. —respondió mientras me daba un gran y apretado abrazo, sentí como alguien clavaba sus ojos en nosotros, mire sobre el hombro de Adam y me di cuenta de que era Danny, algo en mi se alegró, ¿sentía celos? Deje de mirarlo y me separe de Adam.
— ¿Te ayudo con tu tienda? —el asintió, y nos pusimos manos a la obra.

La verdad es que después de varios minutos, la tienda seguía sin tomar forma, Adam al igual que yo, era un desastre armando esto. Estábamos demasiado divertidos, cuando los demás se acercaban a saludar a Adam.

La fogata ya estaba prendida, y ya habíamos colocado varios troncos alrededor de esta y nos habíamos colocado algo más cálido, ya que se notaba que había bajado considerablemente el termómetro.
En un tronco estaban sentados la pareja de futuros esposos, Harry y Karen, en otro estábamos Dougie, yo y Adam, en otro más pequeño, Tom y Emma y en el otro, estaban, bueno… Danny y la innombrable –por el momento.-
Comenzamos a platicar historias de terror –según Dougie- algunas anécdotas de nuestra vida, chistes y cosas por el estilo. Estábamos pasando un buen rato, y por un momento había olvidado lo incomoda que había estado durante la mayoría del día. Recargue mi cabeza sobre mi mano, y mire a Adam, quien sonreía y aportaba ideas y demás al grupo, se le veía tan bien, en serio, me alegraba que se llevara bien con mis amigos, y a ellos les agradara el, y creyeran que era un buen chico.
— ¿Qué pasa? —dijo percatándose de mi ligera sonrisa y fija mirada en el.
—Nada, me alegra que hayas venido. —dije sincera. El tomo mi mano y la apretó.
—Bueno, no podía negarme a pasar un buen fin de semana contigo… y con los chicos, además, sentía que podrías necesitarme. —dijo inclinando ligeramente su cabeza en dirección a Danny y su novia.
—Fuera de eso…—dije refiriéndome a ellos— en serio, gracias por venir. —paso su brazo sobre mi hombro y me acerco a él, mientras colocaba un beso en mi cabello.
—Cuando quieras. —dijo separándose.

Regresamos nuestra atención a la plática y así estuvimos hasta que el reloj marco las tres y todos decidimos que fuéramos a dormir, ya que no habían traído tanta leña para la fogata y faltaba poco para que se apagara.
Subí el cierre de nuestra tienda y me senté frente a Emma, quien estaba doblando la ropa que se había quitado, para ponerse su pijama. Hablamos un poco sobre los chicos, y Vanessa, antes de dormir, al igual que Mel, Emma me había dicho que no le simpatizaba la novia de Danny. Me acomode dentro de mi bolsa de dormir y cerré los ojos, esperando soñar algo que no fuera “hombres”.




***


 

Una ligera brisa fría, hizo que me estremeciera, trate de acomodarme mas adentro de la bolsa de dormir, pero, la brisita seguía, acompañada de unos leves “chtss, chtss”. Abrí los ojos, me recargue en mis hombros, y logre ver la cabeza de Danny… ahora entendía el porque me había dado frío.
— ¿Que quieres? —susurre evitando un bostezo, aun no amanecía.
—Sam… ven, acompáñame. —respondió de la misma manera, para no despertar a todos.
—Estás loco, Danny, déjame dormir.
—No, anda, quiero mostrarte algo.
— ¿Qué? —pregunte cansada.
—Por favor… solo, ven. —dijo mirándome fijamente, solo con esa mirada que lograba que no pudiera decirle que no. No sabía si era buena idea ir a donde quería que lo acompañara… ¿Qué si su novia se diera cuenta de que no estaba junto a ella? O ¿que si los demás se enteraban de que nos habíamos ido juntos a nos de donde?
—Por favor…—repitió serio. Yo solo lo miraba en silencio, mientras negaba con la cabeza.
¿Qué pretendía?




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Acá esta por fin el capítulo, espero les haya gustado, y espero igual me dejen todos sus comentarios al respecto, y tal...
Las quiero, en serio, muchisimas gracias por seguir leyendo mi fic a pesar de que a veces tardo en escribir, pero bueno, ya tengo mas ideas para capítulos siguientes, solo necesito tener el tiempo necesario para ponerme a escribirlas con calma *emocion*
En fin. ya saben que si quieren que les avise, deben dejarme algun lugar donde hacerlo, puede ser tumblr o twitter, lo que gusten :D

Ahora si, me despido hasta el siguiente capitulo.
¡Besitos!

Yanan.


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martes, 14 de agosto de 2012

Capítulo cincuenta y cuatro.



Mientras ponía agua en la cafetera y me giraba para sacar las tazas para el café, trataba de pensar sobre que quería hablar Danny, y sobre si yo debía decir algo, o solo dejarlo hablar a él.
Danny se encontraba sentado en un banquito cerca de la barra de la cocina. Nadie decía nada, el solo jugaba con sus dedos mientras miraba alrededor. ¿Esto podría ser mas incomodo? Me sentía como si nos acabáramos de conocer, y el solo fuera un extraño en mi cocina, al que le había ofrecido una taza de humeante café.
Acomode el par de tazas, el café en polvo, el azúcar y la leche sobre la barra, y camine hacia la estufa para tomar la cafetera, apague el gas y me gire hacia donde estaba Danny. Comencé a verter el agua caliente en las tazas, Danny me miraba fijamente, lo que provocaba que mis mejillas se colorearan de rosado. Suspire tratando de concentrarme en lo que hacia.
—Y… ¿De que quieres hablar? —dije, mientras dejaba la cafetera sobre la barra y me giraba de nuevo para tomar unas cucharas. Danny no tuvo tiempo de responderme, ya que su celular había comenzado a sonar, me senté frente a  él, esperando que respondiera la llamada. — ¿No piensas responder? —pregunte al ver que dejaba que siguiera sonando.
—No, puede esperar.
— ¿Seguro? Podría ser algo importante, vamos, responde. —lo anime tratando de sonar tranquila, me sentía totalmente nerviosa. Eleve mis cejas al ver que no respondía, después de unos segundos lo hizo, yo trate de ignorar su conversación, mientras colocaba un poco de café en polvo y azúcar en mi taza. Minutos después, termino la llamada y fue mi turno de llamar su atención. — ¿Cuántas cucharadas de café te pongo? —Danny coloco su mano sobre la taza, para que yo no pudiera verte aquel polvo marrón, lo mire sorprendida.
—Sam…
—Tienes que irte. —note como mi voz se apagaba de repente. El solo asintió lentamente.
—Lo siento.
—No, no importa. —trate de sonar indiferente, intente hacer una sonrisa, para que fuera muy creíble. —La charla puede esperar.
—En serio, yo…
—Danny, déjalo, podemos hablar después. —me puse de pie, tome la taza de Danny, y regrese el agua caliente a la cafetera, y lo demás lo coloque sobre el fregadero, ahí mismo vertí mi café y junto con la taza. Ni siquiera tenia ganas de café, al fin de cuentas. —Te acompaño al elevador. —me gire y le sonreí. El me miraba diferente.
Caminamos por el pasillo hacia el elevador, en silencio. Yo lo miraba de reojo, su perfil, tal vez no era el más perfecto como el de Adam, pero era único. Danny iba caminando con ambas manos escondidos en sus bolsillos delanteros, y con la cabeza gacha. Suspire. ¿Por qué simplemente no podía dejar de quererlo de esa manera? Lo quería como mi mejor amigo, pero sumándole también que lo quería de otra forma especial.
Toque el botón para que el elevador subiera, y así él se pudiera ir. Aunque no quería que se fuera. La campanita sonó y las puertas se abrieron. Danny se giro y me miro, yo le sonreí, pero esta vez no fue una sonrisa fingida. Estire mi brazo y con la punta de mis dedos, despeine ligeramente su cabello.
—Cuídate mucho. —dije. —Ya tendremos tiempo para hablar.
—Te llamare.
—Ok. —dije, y de repente me dieron ganas de lanzarme a sus brazos, pero me contuve, así que solo le di un rápido beso en la mejilla, a manera de despedida. Di un paso hacia atrás, para que el pudiera entrar al elevador. El visiblemente extrañado, entro al elevador. Y ahí, viendo como las puertas se cerraban, un nudo en mi garganta, amenazaba con hacerme llorar.

***

Cerré la puerta del departamento detrás de mi y me dirigí con paso firme hacia el fregadero y comencé a lavar las tazas, donde supuestamente beberíamos café. Las tallaba con fuerza, sorprendiéndome a mi misma de que no se hicieran pedazos en mis manos. ¿y ahora que? Me seque las manos en mi short, y me dirigí hacia mi habitación, tumbándome sobre el colchón y tapándome el rostro con una almohada. Grite, grite y patalee con fuerza. Me sentía realmente frustrada.
Una lejana y conocida canción comenzaba a sonar. Abrí mis ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida. A tientas, encendí la luz de la lámpara que estaba en la mesa de noche, al lado de mi cama. Me talle los ojos, mientras seguía escuchando aquel sonido. Segundos después, comprendí que era mi celular. Me puse de pie y camine hacia la sala, ya que lo había dejado sobre la barra de la cocina. Lo tome y respondí con voz gruesa.
— ¿Si? —Aclare mi garganta, mientras abrí la nevera y sacaba una botella de agua y le daba un gran y largo sorbo.
Sam. —era Adam. — ¿Cómo estas? ¿Todo bien? Estaba a punto de colgar, ya que no respondías.
Estoy bien, gracias. ¿Tu?
—Bien… oye, en serio siento lo del otro día.
—No te preocupes.
—respondí sincera. —Pero ya sabes lo que pienso al respecto
— ¿Qué haces? —pregunto después de unos segundos.
Nada, estaba dormida, fue un día… pesado. —dije recordando que había visto a Danny hoy. Quisiera hablarle de eso a Adam, pero sentía que lo agobiaba y lastimaba hablándole de Danny. — ¿Qué haces?
Voy saliendo de la agencia, iré a comer algo, y de hecho te llamaba para eso… ¿quieres venir? Iremos varios amigos y yo.
Muchas gracias por tomarme en cuenta. — Respondí sincera— Pero no, gracias. Pediré comida china y después dormiré de nuevo.
De acuerdo. ¿Crees que te pueda ver pronto?
Yo te llamo Adam, quiero terminar de arreglar el departamento, pero si, estaré esperando por tu visita o tal vez yo te sorprenda algún día visitándote, ¿Quién sabe? —bromee, lo que produjo una risa en Adam, haciendo que yo riera también.
Perfecto, entonces espérate tu llamada o sorpresa o lo que sea. Hablamos luego, cuídate, Sam.
Tu igual. —colgué y deje el celular de nuevo sobre la barra.

(…)

Al día siguiente, me desperté temprano y termine de desempacar lo que faltaba. Prácticamente el departamento estaba listo, solo faltaba pintar mi habitación y guardar algunas cosas, que aun tenia en cajas, pero eso seria ya que estuviera pintada.

Me duche y me puse a leer mis correos, cuando una ventanita se abrió, era Tom.
-¡Sam! Que milagro verte por aquí
J
-¿Cómo estas? Tengo mucho tiempo sin hablar contigo
L
-No hablas conmigo, porque no quieres, ya sabes que siempre estoy para ti :D y estoy bien, Emma me dijo que la ultima vez que te vio fue hace unos días, estoy demasiado triste contigo Sam, ¿Por qué no me dijiste que ya te estabas mudando? Podría haberte ayudado o algo.
-Lo siento
L ya me mude, vivo en los edificios cerca de donde vive Danny.
-¿En serio? Wow, algo cerca, iré a visitarte uno de estos días.
-Me parece perfecto, ¡necesito uno de esos abrazos que solo tu sabes dar!
-En cuanto menos te lo esperes, me tendrás abrazándote. Oye, Sam ¿Qué harás el fin de semana?
-No tengo nada planeado ¿Por qué?
-Iremos de campamento y te estoy invitando, no acepto un no por respuesta.
-¿Tengo opción?
-No.
-Entonces, si voy.
-Nos vamos en dos días, ¿ok? Pasaremos por ti a tu casa.
-¿Dónde será?
-No tengo bien claro el nombre, solo sé que esta como a 3, máximo 4 horas alejado de Londres, por las fotos que vi, es una pradera, y esta bonito, te encantara.
-No lo dudo. ¿Quiénes vamos?
-Emma, Dougie, Harry, Karen, yo, no se si Melanie este aquí, la verdad no tengo
idea de cuando llegue, Danny y tu.
-¿Ira su novia? -envié nerviosa.
-La verdad no tengo idea, lo mas seguro es que si, ella no se le separa en lo absoluto :S…
-Oh, ok.
-Nos vemos el viernes, Sam, debo terminar de hacer unas cosas, te quiero mucho, mwah.
-Yo igual, Tom. Saludos a todos.
Cerré mi laptop, mientras me quedaba pensando en lo que acababa de aceptar. Un fin de semana completo conviviendo con Danny y su novia. Estaba jodida, realmente jodida. Necesitaba preguntarle a Tom si podía invitar a Adam, él era mi escudo ante eso. ¿Por qué se me complicaba todo en exceso? Odiaba mi maldita suerte.





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Aqui esta el nuevo capitulo. Muchas gracias por sus comentarios en el pasado, en serio son unas tiernas. Hice lo mejor que pude, asi que espero este les haya gusta mucho.

No tengo mucho que decir, solo que si quieren que les avise cada que suba y no me han dejado su user de twitter, haganlo, y si no tienen twitter pasenme su tumblr y les aviso por ask.

Un beso.

Yanan.




15+ comentarios y likes.

btw, las invito a leer este fic de Dougie {+}

lunes, 6 de agosto de 2012

Capítulo cincuenta y tres.

Antes de que lean el capítulo, quisiera pedirles perdón por no haber subido las semanas anteriores, pero en serio, en serio tengo un súper bloqueo y no sale nada, así como abro el archivo de Word, así lo cerraba, no podía escribir, además de que tengo muchísimas cosas en la mente, que prácticamente tienen que ver con mi futuro, ya que estoy en eso de pensar si en realidad quiero estudiar lo que quiero estudiar en la universidad, las que ya estén en eso, me entenderán perfecto. También tuve mucho trabajo, así que no podía tomarme el tiempo adecuado de sentarme y pensar en como podía continuar el capitulo, ya que no tenia inspiración.

Miles de veces les he dicho que no cancelare el fic, aunque estas semanas si pensé en suspenderlo, porque el bloqueo era realmente feo, pero dos amigas me hicieron ver que no valía la pena hacerlo, que yo podía continuarlo, y que ustedes entenderían si me tardara en subir, y en serio espero que lo hagan, ya no tengo capítulos escritos, estoy tratando de adelantar, pero no puedo, así que por el momento, todo lo que he subido –los 3 últimos capítulos- los he escrito justo antes de subirlos.
Muchas gracias a las que entiendes y a las que no, espero no me dejen y sigan leyendo mi fic.

Las aprecio mucho, demasiado y me encanta saber que me siguen leyendo después de tanta espera.
El siguiente capitulo no se cuando lo suba, pero en cuanto lo tenga terminado, se los publico. 
Ahora si, espero les guste este capitulo, hice lo mejor que pude.

-Yanan.
P.d. si no me han dejado su username, déjenmelo y así les aviso cada que suba.








Adam me dejo fuera de una gran y elegante boutique, donde había quedado de verme con las chicas, para acompañar a Karen en su día de pruebas de vestidos, además de que quería que nosotras viéramos alguno, ya que seriamos sus damos de honor, cosa que a mi, me había halagado por completo, ya que no teníamos ni 1 año siendo amigas, y que me pidiera esto, era demasiado importante para mi.
— ¿Quieres que pase por ti? —pregunto estirando su cuerpo hacia el otro extremo del auto, para que yo lo observara mejor.
—No, tú tienes cosas que hacer, me iré con las chicas. —dije inclinada en el auto.
— ¿Segura?
—Si, Adam, anda vete que llegaras tarde. Gracias por traerme. —le sonreí y le di un golpecito a la puerta para que ya se pusiera en marcha. Me lanzo una picara sonrisa y se comenzó a alejar de mi vista. Sacudí mi cabeza y me encamine hacia dentro de la tienda.

La boda sería en Mayo del próximo año, así que los preparativos para ese gran día estaban a la orden del día. Karen estaba tranquila, tenía una gran planeadora de bodas a su lado, por lo que el estrés aun no la había consumido.
Caminaba entre vestidos de novia, de todo tipo, largos, cortos, anchos, ceñidos, en busca de las chicas, cuando unas grandes carcajadas del otro lado de la habitación me indicaron donde era que debía buscar.
Al llegar con ellas, se me lanzaron y me comenzaron a abrazar, ¿habían estado tomando? Me pregunte al momento en que me separe de su efusiva bienvenida.
Me acerque a Karen, quien estaba sobre una  base especial probándose un vestido. Se veía hermosa.
—Wow. — Dije al momento en que la abrase, — ¿Emocionada?
—Demasiado, Sam. No sabes lo que se siente tener este vestido puesto, es un gran peso. Me siento realmente feliz. —una gran sonrisa se ensancho en sus labios.
—Me alegra que estés tan feliz, en serio, Harry y tú hacen una pareja increíble, van a tener un matrimonio lleno de felicidad, vas a ver.
—Es inexplicable, el día en que tú estés de este lado, entenderás lo que no puedo decir con palabras. —dijo.
Uno de mis grandes sueños de niña, era casarme y formar una familia, creo que es uno de los sueños que en realidad deseo cumplir, y sé que a mi madre le hubiera encantado estar ahí conmigo el día en que eso llegara a suceder, al igual que mi padre. Me puse melancólica y cambie de tema rápidamente, ya que no quería arruinar su felicidad y diversión.
— ¡Sam! —grito Emma, colgándose de mi cuello. —Toma, esto es para ti y esto para ti, Karen. —nos acercó una copa alargada, que tenia Champagne. La tome y la mire divertida. —Vamos a celebrar este día. —choco su copa contra la nuestra y bebió todo de golpe.
—Deberías tomar más despacio. —dije mientras trataba de ocultar una risita, bebiendo aquel liquido burbujeante.
Dentro de la boutique, había un pequeño saloncito, así que después de probarnos vestidos, pasamos hacia allá, y un buffete de ensaladas, mariscos, carnes y dulces, nos esperaba.
La tarde había pasado demasiado bien, tenía mucho tiempo sin divertirme solo con mis chicas, lamentablemente tuvimos que parar a nuestro festejo, ya que Karen tenía una cena en casa de los papás de Harry, Emma había quedado de ir al cine con Tom, y las demás primas y amigas de Karen se habían ido temprano.

Me despedí de ellas y pedí un taxi para que me llevara a casa de Adam. Abrí la puerta, colgué mi abrigo y me despoje de mis botas, quedando solo en calcetines. Adam estaba en el sofá,  viendo algo en su iPad, se le veía demasiado cómodo, así que corrí y me tumbe a su lado, lo cual le sorprendió, supuse que la champagne me había envalentado a actuar así.
— ¿Qué tal tu día? —pregunte acomodándome a su lado. Él me sonreía con una ligera sonrisa asomándose en sus labios, mientras pasaba uno de sus brazos a mi alrededor.
—Demasiado tranquilo, ¿y el tuyo?
—Digamos que fue mas una fiesta, que una prueba de vestido, pero me divertí mucho, ya extrañaba pasar tiempo de calidad con ellas. ¿Qué ves? — pregunte mientras estiraba mi cuello y miraba la pantalla de su iPad.
—Nada, solo checaba mis correos. ¿Quieres cenar algo? Podemos pedir comida italiana o mexicana. —sonrió mostrándome todos los dientes. Yo me enderece en el sofá y me cruce de piernas, mientras veía como Adam dejaba el iPad sobre la mesa.
—No gracias, estoy satisfecha, si quieres pide algo para ti, o te puedo preparar unos emparedados de jamón.
—Creo que mejor pediré algo, ¿segura que no quieres nada?
—Segura. —le sonreí y me puse de pie. —Iré a mi habitación a darme un baño, estoy muerta. —avise.

{***}

Coloque la ultima caja en mi nueva habitación y me acerque a la venta, tenia una vista increíble. Baje mi vista a la calle y vi a alguien conocido caminar en la acera de enfrente. Mi corazón comenzó a latir frenéticamente, mientras me separaba rápidamente de la ventana. Era Danny.
Segundos después, me asome de nuevo, pero ya no estaba ahí. Sabía que esto seria un problema para mí, ya que ni siquiera le había dicho que ya me había mudado.
Salí de mi habitación y vi a Adam sentado en un sofá de la sala que había tenido la oportunidad de comprar un día anterior. Todo el departamento estaba adornado de cajas, y algunos muebles aun empacados, pero la verdad es que no tenía ganas aun de desempacar.

Habia comprado muebles de cocina, una sala completa, el comedor, muebles para el estudio, etc. Lo único que me había faltado comprar, y la verdad, uno de mis errores mas grandes, fue comprar una base para mi cama, ya que solo tenia el colchón sobre el piso de madera en mi habitación.

Me deje caer en el sofá junto a Adam, mientras me cruzaba de brazos e intentaba no pensar en Danny, él noto que algo rondaba en mi cabeza, así que estiro su brazo y con su dedo índice acaricio mi mejilla, haciendo que lo mirara.
— ¿Todo bien?
—Si… acabo de ver a Danny caminar frente al edificio. —fruncí el ceño.
— ¿Sabe que te mudaste?
—No…
— ¿Por qué no le dijiste?
—No sé, supongo que porque necesito saber que ya no siento nada por el.
—Sam…
—Adam, ya se, ¿de acuerdo? Pero necesito olvidarme de él. —mire el reloj de mi celular y vi que eran las once de la mañana. —Creo que se te hace tarde para el trabajo, yo puedo desempacar todo. —dije cambiando de tema.
— ¿Segura? Puedo cancelar mis cosas de hoy y cambiarlas para otro día si quieres.
—No, estoy segura, además necesito estar sola para pensar algunas cosas.
—De acuerdo. —Adam se puso de pie y yo junto a él, caminamos en silencio hasta la puerta.
Adam abrió y se coloco debajo del marco, mientras me miraba, sabia que no quería irse y dejarme sola con todo desacomodado, pero podía hacerlo sola, además de que me distraería y dejaría
de pensar por unos momentos. Necesitaba eso, mi yo interior gritaba por momentos a solas.
—Mas tarde vengo… ¿quieres que te traiga algo? —negué con la cabeza, tenia mis manos escondidas en los bolsillos traseros de mis shorts. —Ok, entonces hasta al rato.
—Gracias. —dije sonriéndole y dando un paso hacia atrás para cerrar la puerta, ya que Adam ya se había dado la vuelta para comenzar a caminar por el pasillo hacia los elevadores, pero se dio la vuelta rápidamente hacia mi de nuevo, y tomo mi rostro entre sus dos manos y presiono sus labios contra los míos, sin dejarme reaccionar, se separo de mi, alejándose de mi vista, dejándome realmente con la boca abierta y con el pulso acelerado.
¿Por qué me había besado?
Cerré la puerta detrás de mi, camine hacia mi habitación y de una de las cajas saque una bocina para conectar mi iPhone y la lleve hacia la sala. ¿Qué demonios había pasado hace unos instantes? Mi cabeza era cada vez mas una telaraña.
Mi celular comenzó a sonar, había recibido un mensaje de texto y era de Adam, lo abrí y comencé a leer lo que decía.
“Lamento el beso, pero en serio necesitaba hacerlo Sam, tu quieres olvidar a Danny y yo puedo ayudarte en eso, ya te lo he dicho muchas veces, pero por favor, dame una oportunidad. No puedes pasarte la vida lamentándote algo que nunca fue tuyo, ya que el fue demasiado estúpido para no darse cuenta de lo que tu sentías por el. En fin, no quiero molestarte, y como sé que el beso te dejo sorprendida, te dejare pensar las cosas un poco. Te veré mañana o después de mañana. Si necesitas algo, solo llámame y estaré ahí.
Te quiero. X”
No le respondí el mensaje, conecte de nuevo mi celular a la bocina y le puse play, y le subí el volumen, “she will be loved” de Maroon 5 resonaba en todo el departamento. Me despejo de mis zapatos y me puse manos a la obra.
Después de decorar la sala, el estudio, la cocina y el baño de visitas, fui a mi habitación. De una caja saque el gran cobertor blanco y los cojines y los coloque en mi colchón. Ya era tarde, pasaban de las ocho de la noche, pero como aun me faltaban cosas para mi habitación, decidí dejar todo empaquetado, solo acomode mi ropa y objetos personales en el baño. Quería pintar algunas paredes, así que mañana temprano iría a comprar unos botes de pintura y ya, mi habitación quedaría lista.
Me había sorprendido a mi misma, el que realmente no hubiera pensando en nada en todo el día, merecía una felicitación o algo por el estilo, pero después de haber cenado un tazón de cereal y de haberme arreglado para dormir, y que mi cabeza tocara la almohada, realmente no merecía la felicitación, ya que mi esfuerzo de todo el día, de no pensar, se había ido a la basura. Mi mente estaba llena de Danny, Adam, casa, Los Ángeles, amigos, etc… gruñí molesta, pero realmente estaba demasiado cansada y no tuve mucho tiempo para pensar en ellos.

(…)

Unos ligeros rayos de sol se colaban por la ventana, bufe molesta, quería seguir durmiendo y necesitaba urgentemente colocar unas cortinas en la ventana. Sali de la cama y camine hacia el baño, mientras me estiraba y bostezaba, buscaba con la mirada mi celular, ya que lo vi lo tome y le mande un mensaje a las chicas diciéndoles que ya por fin me había mudado y que podían venir en cuanto todo estuviera perfectamente acomodado.

Después de hacer mis necesidades, darme un baño rápido y cepillarme los dientes, me vestí con un short de mezclilla, una blusa básica cuello v color rosa y unos converse blancos, me hice una coleta, tome las llaves de un auto que Adam me había prestado una semana antes, para que tuviera la libertad de moverme e ir a comprar lo que necesitara para el departamento, sentía que ya debía regresárselo y comprarme uno para mi, pero aun tenia muchas cosas que comprar  y no tenia tiempo de ir a buscar un auto, además de que no estaba mal, era un Ford 2000, no estaba tan perfecto, tenia algunos detalles en la carrocería y pintura, pero mientras no me dejara tirada en la calle, a mi me parecía increíble. Aunque aun me costaba manejar del lado izquierdo, ya que toda mi vida había ido del lado derecho, era algo cómico y los automóviles siempre terminaban tocándome el claxon, yo solo los ignoraba.
Después de comprar varios botes de pintura color café, algo de comida para el refrigerador y la alacena, algunas plantas, y otras cosas mas, llegue a casa. Baje del auto y me dirigí hacia la cajuela, la abrí y comencé a bajar todo, mientras me preguntaba como demonios le haría para subir todo eso yo sola.
— ¿Sam? —preguntaron detrás de mi, yo deje caer la bolsa con pan que tenia en mis manos, mientras me giraba con los ojos bien abiertos.
—Danny… —dije, mientras me inclinaba y levantaba la bolsa, que segundos antes había hecho caer.
— ¿Cómo estas? Tanto tiempo… —dijo tratando de sonar tranquilo, o eso me pareció, porque no dejaba de pasar su mano por su cabello. — ¿Qué haces aquí? —señalo el edificio detrás de mi.
—Estoy bien, ¿tu? Am… este… aquí vivo ahora.
—Oh… no sabía. —bajo la mirada. —¿necesitas ayuda para subir eso?
— ¿Qué? —me gire para ver todo lo que había comprado. —Oh no, yo puedo subirlo, gracias.
«Tonta, eres una tonta, ¿no te estabas preguntando como jodidos ibas a subir todo eso? Danny te llego como caído del cielo, ahora acepta su ayuda.» grito mi vocecita interior, que tenia semanas en silencio.
— ¿Segura? Porque a menos de que seas un pulpo musculoso, podrías subir todo eso tu sola. —dijo, mientras curveaba sus labios, en una de sus típicas y mortales sonrisas, que hacia que hasta sus ojos sonrieran.
—Soy un pulpo musculoso, pero una ayuda no le hace mal a nadie. —dije tratando de no dar mi brazo a torcer tan fácil. Me gire y comencé a tomar cosas en mis brazos, mientras se los daba a Danny, para que los tomara el.
— ¿Te he dicho lo terca y obstinada que eres? —dijo riendo.
—Miles de veces, pero no me importa. —Tome otras cosas más, y los dos, con los brazos realmente llenos de cosas, entramos al edificio. Cuando llego el elevador, entramos en silencio y así íbamos hasta que entramos a mi departamento. Sin que le dijera algo, empezó a ayudarme a guardar todo lo de la cocina, y demás.

Cuando terminamos, no sabía si decirle gracias y esperar a que se fuera, o invitarlo a tomar un café, o a comer un pedazo de pizza congelada.
—Este…
—Sam, ¿podríamos hablar? ¿Por favor? —dijo rápidamente, y su expresión era de ruego.
¿Y ahora? ¿De que se supone que íbamos a hablar? ¿Qué no se supone que todo se había “dicho”? Bueno, pensándolo bien no, pero yo ya le había dicho que lo quería, o eso creía, además él tenia novia y ya no tenía sentido hablar de nada. ¿Por qué me seguía sorprendiendo demasiado su actitud?
Suspire y asentí lentamente.






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Bueno, espero les haya gustado el capítulo.
Dejenme sus comentarios o quejas debajo y ya saben 15+ likes y tratare de subir mas rapido el siguiente.

Un beso y abrazo para todas.

Yanan.