Perdón por haberme ausentado por casi 3 semanas,
pero entre que fueron las vacaciones de Semana Santa y Pascua, no tuve tiempo, ni inspiración para abrir el archivo de Word, pero bueno, acá por fin les traje el capitulo.
pero entre que fueron las vacaciones de Semana Santa y Pascua, no tuve tiempo, ni inspiración para abrir el archivo de Word, pero bueno, acá por fin les traje el capitulo.
Muchas gracias por sus comentarios en el capitulo anterior, en serio lo aprecio mucho.
Espero les guste este y gracias por leer.
Saludos.
Yanan.
Sentía la
mirada confundida de Danny detrás de mí, no le di importancia y lo ignore
totalmente.
Esto no
estaba bien. No podía ser así.
Prácticamente
iba corriendo detrás de Adam, se movía muy rápido y la gente se interponía
entre nosotros. Gritaba su nombre, pero no me escucha o tal vez me estaba
ignorando. Temía caer por culpa de los tacones tan altos que llevaba, pero en
parte no me importaba, necesitaba detenerlo y explicarle las cosas, no podía
dejar que se fuera así.
— ¡Adam, por favor detente, permíteme explicarte! — en ese momento, frente al valet-parking, se giró y lo mire. Sus ojos estaban rojos y cristalinos, como si estuviera a punto de llorar, llevaba la corbata en su mano, su camisa y saco estaban abiertos. Mi corazón se apachurro y dolió por ver el estado en el que se encontraba. Adam no me hablaba. Tomó un gran respiro y se acercó a mí, mirándome directamente a los ojos. Estaba destrozado y todo era mi culpa. Sus ojos me mostraban tristeza, decepción, enojo, pero sobre todo cariño y mucho amor. Trague saliva, tratando de deshacer el nudo que tenía en mi garganta. Tomó mi rostro entre sus manos y yo puse mis manos sobre las suyas. Suspiro pesadamente. Una lágrima se asomaba en sus ojos color avellana. Esos ojos que siempre tenían ese brillo infantil, divertido y feliz, estaban apagados.
—Yo… yo lo sabía, y luché, te juro que luché, Sam. Pero siempre supe que al final iba a perder, no fui yo, ni tu… siempre fue, es y será Danny. —Lagrimas comenzaban a amontonarse en mis ojos, los cuales ya ardían. —Te amo, Sam…— las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas, justo como lo hacían las de Adam— pero yo no soy él… nunca me querrás como a él, tus ojos nunca se iluminaran de la manera en la que lo hacen cuando lo ves, tus labios nunca sonreirán conmigo, de la manera en la que sonríen cuando él está cerca… —comencé a negar con la cabeza mientras mi maquillaje se arruinaba. Adam seguía con sus manos en mi rostro y yo no quería soltarlo. —Yo sé que me quieres, Sam, lo siento en mi corazón, por eso mismo y porque yo te quiero, es mejor que ya dejemos esto aquí, ambos merecemos ser felices, y yo no te puedo hacer feliz y lo que más quiero en este mundo, es verte feliz y enamorada… —el auto de Adam se detuvo detrás de nosotros. — Es mejor que me vaya… —se acercó lentamente a mí y planto un dulce beso en mis labios. —Te deseo lo mejor. —dijo y se separó de mí, caminando hacia su auto.
— ¡Adam, por favor detente, permíteme explicarte! — en ese momento, frente al valet-parking, se giró y lo mire. Sus ojos estaban rojos y cristalinos, como si estuviera a punto de llorar, llevaba la corbata en su mano, su camisa y saco estaban abiertos. Mi corazón se apachurro y dolió por ver el estado en el que se encontraba. Adam no me hablaba. Tomó un gran respiro y se acercó a mí, mirándome directamente a los ojos. Estaba destrozado y todo era mi culpa. Sus ojos me mostraban tristeza, decepción, enojo, pero sobre todo cariño y mucho amor. Trague saliva, tratando de deshacer el nudo que tenía en mi garganta. Tomó mi rostro entre sus manos y yo puse mis manos sobre las suyas. Suspiro pesadamente. Una lágrima se asomaba en sus ojos color avellana. Esos ojos que siempre tenían ese brillo infantil, divertido y feliz, estaban apagados.
—Yo… yo lo sabía, y luché, te juro que luché, Sam. Pero siempre supe que al final iba a perder, no fui yo, ni tu… siempre fue, es y será Danny. —Lagrimas comenzaban a amontonarse en mis ojos, los cuales ya ardían. —Te amo, Sam…— las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas, justo como lo hacían las de Adam— pero yo no soy él… nunca me querrás como a él, tus ojos nunca se iluminaran de la manera en la que lo hacen cuando lo ves, tus labios nunca sonreirán conmigo, de la manera en la que sonríen cuando él está cerca… —comencé a negar con la cabeza mientras mi maquillaje se arruinaba. Adam seguía con sus manos en mi rostro y yo no quería soltarlo. —Yo sé que me quieres, Sam, lo siento en mi corazón, por eso mismo y porque yo te quiero, es mejor que ya dejemos esto aquí, ambos merecemos ser felices, y yo no te puedo hacer feliz y lo que más quiero en este mundo, es verte feliz y enamorada… —el auto de Adam se detuvo detrás de nosotros. — Es mejor que me vaya… —se acercó lentamente a mí y planto un dulce beso en mis labios. —Te deseo lo mejor. —dijo y se separó de mí, caminando hacia su auto.
Me quede
ahí de pie, viendo como Adam se alejaba de mí en la obscuridad, como las luces
de su auto se perdían a lo lejos. Las lágrimas seguían cayendo. El chico que
entregaba los autos, solo me veía con pena, para terminar yéndose de ahí,
supongo que para dejarme sola.
¿Por qué me sentía tan mal si era lo que quería hacer? ¿Si yo planeaba terminar esta relación? ¿Por qué dolía tanto?
¿Por qué me sentía tan mal si era lo que quería hacer? ¿Si yo planeaba terminar esta relación? ¿Por qué dolía tanto?
Mi pecho
dolía. No podía dejar de llorar. Seguía viendo hacia el horizonte, donde
minutos antes el auto de Adam había desaparecido. Baje la cabeza, tratando de
tranquilizarme, pero nada ayudaba. Para cuando eleve la cabeza, una mano llena
de pecas, me mostraba un tulipán rosa.
—No le digas a nadie, lo arranque del jardín. —lo tomé y le sonreí ligeramente. Me limpie las lágrimas y lo mire. —Lamento que haya terminado así.
—Iba a pasar, pero no pensé que sería de esta manera…—la voz se me quebró de nuevo. Danny se acercó a mí, y me abrazo. Yo coloque mi cabeza en su pecho, mientras lo abrazaba y dejaba que las últimas lágrimas se derramaran.
—No le digas a nadie, lo arranque del jardín. —lo tomé y le sonreí ligeramente. Me limpie las lágrimas y lo mire. —Lamento que haya terminado así.
—Iba a pasar, pero no pensé que sería de esta manera…—la voz se me quebró de nuevo. Danny se acercó a mí, y me abrazo. Yo coloque mi cabeza en su pecho, mientras lo abrazaba y dejaba que las últimas lágrimas se derramaran.
Para cuando
me sentí mejor. Ambos decidimos regresar a la fiesta, donde al momento de
acercarme a la mesa, Melanie y Emma se acercaron a mí, diciendo que habían
visto llegar a Adam. Me miraron fijamente y comprendieron todo. Segundos
después, me encontraba siendo devorada por un abrazo entre mis dos amigas.
Danny ya se había sentado junto a Vanessa.
Trate de
reponerme y dar lo mejor de mí en la fiesta. No quería arruinarle la noche a
nadie, así que baile, trate de sonreír y bebí con todos ellos. Esto de fingir
me salía muy bien.
Cuando la
fiesta terminó, Emma y Tom me dijeron que ellos me llevarían a casa. Me sentía
un tanto mareada, pero no era algo que me impidiera caminar o hablar con
claridad.
Durante el camino, Tom se mostraba preocupado y yo no sabía si él ya se había enterado de lo que había sucedido con Adam, yo solo perdía mi vista en la carretera, tratando de entender por qué había aceptado todo en primer lugar, si yo sabía que nunca podría llegar a amar a Adam como él lo hacía. Todo lo que no quería, termino sucediendo. Lastime a Adam y me lastime a mí. No salió nada como yo quería que saliera y eso era lo que más me hacía sentir mal. Me sentía enojada conmigo. Todos me habían dicho que esto podría llegar a pasar y yo les decía que lo arreglaría antes de que sucediera, pero no hice nada al respecto.
Una lagrima cayo por mi mejilla y yo la limpie rápidamente.
Durante el camino, Tom se mostraba preocupado y yo no sabía si él ya se había enterado de lo que había sucedido con Adam, yo solo perdía mi vista en la carretera, tratando de entender por qué había aceptado todo en primer lugar, si yo sabía que nunca podría llegar a amar a Adam como él lo hacía. Todo lo que no quería, termino sucediendo. Lastime a Adam y me lastime a mí. No salió nada como yo quería que saliera y eso era lo que más me hacía sentir mal. Me sentía enojada conmigo. Todos me habían dicho que esto podría llegar a pasar y yo les decía que lo arreglaría antes de que sucediera, pero no hice nada al respecto.
Una lagrima cayo por mi mejilla y yo la limpie rápidamente.
Tom se
detuvo fuera de mi departamento. Me despedí prontamente de ellos y baje. No me
preguntaron nada, supongo que no querían presionarme. Les dije de nuevo adiós
con la mano y entre.
Decidí
subir las escaleras, en vez de tomar el ascensor. El repiquetear de mis tacones
sobre el azulejo llenaba el silencio que había en todo el edificio. Al entrar a
mi departamento, no tenía ánimos siquiera de despeinarme, quitarme el
maquillaje y demás, solo me quite el vestido y tal cual, sin ponerme pijama,
solo en ropa interior, me metí en mi cama e intente dormir. Quería que esto
terminara rápidamente.
(…)
A la mañana
siguiente, unos fuertes golpes a la puerta, hicieron que me despertara. Me
talle la cara y trate de fijar mi vista en el reloj. Eran las doce del mediodía.
Bufé y trate de ponerme de pie ya que los golpes no cesaban. Me levante de la
cama y me di cuenta de cómo había dormido. Camine al armario y saque una
playera que me quedaba grande y me la puse.
A pasos
lentos y pesados, con un par de bostezos, me dirigí hacia la puerta. Era
Melanie.
—Dios mío, Samantha. Tenía una hora tocando la puerta como loca desquiciada. Estaba a nada de tumbarla con mis propias manos. —la deje hablando y entre de nuevo al departamento, camine a mi habitación y me tumbe de panza en la cama. A lo lejos escuche como cerraba la puerta y como el repiquetear de sus botas me indicaban que se iba acercando. A un lado de mí, el colchón se movió, dándome a entender que se había sentado. —Te ves pésimo.
— ¿Tu crees? —respondí sarcásticamente creyendo que no me escucharía ya que mi boca estaba presionada en el colchón.
—Sí… tienes todo el maquillaje de la noche anterior, los ojos hinchados y el labial… el labial creo que va en los labios, no en la mejilla. Ponte de pie, date un baño y después, saldremos. No te estoy preguntando. —dijo empujándome para que me incorporara. —Vamos, Samantha, mueve ese bendito trasero que la madre naturaleza te dio. —concluyo dándome un golpe en el trasero. Igual, no me moví, solo gruñí por lo bajo. No tenía ánimos de nada. —Samantha, lo haces por las buenas, o lo harás por las malas.
—No quiero.
—Sam…
—No.
—Bueno, tú te lo buscaste. —no sé de donde saco la fuerza, pero con un empujón, termino tirándome de la cama.
— ¡Hey! —me quejé mientras me sobaba la cabeza.
—Te lo advertí. Anda, ve a darte un baño, aquí te esperaré. —dijo acomodándose en mi cama, con una sonrisa triunfal.
—Dios mío, Samantha. Tenía una hora tocando la puerta como loca desquiciada. Estaba a nada de tumbarla con mis propias manos. —la deje hablando y entre de nuevo al departamento, camine a mi habitación y me tumbe de panza en la cama. A lo lejos escuche como cerraba la puerta y como el repiquetear de sus botas me indicaban que se iba acercando. A un lado de mí, el colchón se movió, dándome a entender que se había sentado. —Te ves pésimo.
— ¿Tu crees? —respondí sarcásticamente creyendo que no me escucharía ya que mi boca estaba presionada en el colchón.
—Sí… tienes todo el maquillaje de la noche anterior, los ojos hinchados y el labial… el labial creo que va en los labios, no en la mejilla. Ponte de pie, date un baño y después, saldremos. No te estoy preguntando. —dijo empujándome para que me incorporara. —Vamos, Samantha, mueve ese bendito trasero que la madre naturaleza te dio. —concluyo dándome un golpe en el trasero. Igual, no me moví, solo gruñí por lo bajo. No tenía ánimos de nada. —Samantha, lo haces por las buenas, o lo harás por las malas.
—No quiero.
—Sam…
—No.
—Bueno, tú te lo buscaste. —no sé de donde saco la fuerza, pero con un empujón, termino tirándome de la cama.
— ¡Hey! —me quejé mientras me sobaba la cabeza.
—Te lo advertí. Anda, ve a darte un baño, aquí te esperaré. —dijo acomodándose en mi cama, con una sonrisa triunfal.
Me di una
ducha rápida, pero a pesar de eso, me había sentado bien. Salí del baño y Mel
se encontraba con una sonrisa de enamorada en sus labios, mientras veía algo en
su celular. Hice como que no la había visto, y camine a mi armario para tomar
algo de ropa. Me vestí igual de rápido, solo me puse unos leggings, una blusa
de punto a manga larga que me llegaba a medio muslo y unas botas. Me hice una
trenza, dejando que cayera por mi hombro. Solo me puse un poco de mascara de
pestañas y me tire de nuevo en la cama.
— ¿Lista? —pregunto Melanie elevando su mirada de su celular hacia mí.
—Sí… exactamente, ¿Qué haremos?
—Saldremos a comer y hablaremos de chicos. —se puso de pie y camino hacia la puerta de mi habitación. — ¿vamos?
— ¿Con quién te estabas enviando mensajes? No creas que no vi esa sonrisa…
— ¿Con quién más? Con Dougie. —abrí la boca en una “o” y le sonreí. —No es lo que piensas. Vamos, muévete Samantha. Muero de hambre.
— ¿Lista? —pregunto Melanie elevando su mirada de su celular hacia mí.
—Sí… exactamente, ¿Qué haremos?
—Saldremos a comer y hablaremos de chicos. —se puso de pie y camino hacia la puerta de mi habitación. — ¿vamos?
— ¿Con quién te estabas enviando mensajes? No creas que no vi esa sonrisa…
— ¿Con quién más? Con Dougie. —abrí la boca en una “o” y le sonreí. —No es lo que piensas. Vamos, muévete Samantha. Muero de hambre.
(…)
Llegamos a
un pequeño restaurante en el centro. Tomamos una mesa y segundos después el
mesero vino a levantar nuestro pedido. Yo no tenía mucha hambre, así que solo
había pedido una ensalada y un emparedado de pavo, Melanie, por su parte, había
pedido la sopa del día y una hamburguesa con papas fritas. Mientras
esperábamos, hablábamos de cosas sin importancia, no tocábamos el tema de los
chicos.
En un
momento de nuestra comida, tome mi celular y me perdí solo mirando la pantalla.
Mi mente se había alejado de mí por unos segundos, hasta que Melanie hizo que
regresara a tierra.
— ¿Qué piensas? —pregunto mientras se comía la última papa que había en su plato.
— ¿Debería llamarle a Adam?
—No creo que sea lo correcto, Sam. Supongo que ayer hablaron…
—Sí… y no. Solo me dijo que me deseaba lo mejor y que él no era Danny y… no sé, no quería que esto fuera así.
—Pero fue, y ya no hay nada que puedas hacer, Adam no se fue molesto ni contigo ni con él, fue algo que sucedió y ya no hay vuelta atrás, estoy de acuerdo que no fue la mejor manera, pero ya no puedes hacer nada para cambiarlo. Deja de lamentarte y lucha por lo que en verdad quieres, Sam.
¿Luchar por lo que quería? No sabía, era como… ¿Danny, que? No podía luchar yo sola por algo que en realidad ambos queríamos, o eso era lo que yo entendía. Ayer Danny al detenerme de ir detrás de Adam me había dado a entender que si quería estar conmigo. Tal vez era tiempo de que ambos volviéramos a hablar o tratar de dejar en claro todo.
—Supongo que tienes razón.
—No, no supongas… tengo razón, amiga.
— ¿Qué piensas? —pregunto mientras se comía la última papa que había en su plato.
— ¿Debería llamarle a Adam?
—No creo que sea lo correcto, Sam. Supongo que ayer hablaron…
—Sí… y no. Solo me dijo que me deseaba lo mejor y que él no era Danny y… no sé, no quería que esto fuera así.
—Pero fue, y ya no hay nada que puedas hacer, Adam no se fue molesto ni contigo ni con él, fue algo que sucedió y ya no hay vuelta atrás, estoy de acuerdo que no fue la mejor manera, pero ya no puedes hacer nada para cambiarlo. Deja de lamentarte y lucha por lo que en verdad quieres, Sam.
¿Luchar por lo que quería? No sabía, era como… ¿Danny, que? No podía luchar yo sola por algo que en realidad ambos queríamos, o eso era lo que yo entendía. Ayer Danny al detenerme de ir detrás de Adam me había dado a entender que si quería estar conmigo. Tal vez era tiempo de que ambos volviéramos a hablar o tratar de dejar en claro todo.
—Supongo que tienes razón.
—No, no supongas… tengo razón, amiga.
----------
15+
¡Ay, mi corazón! :c Me caía mal Adam pero sólo de imaginarlo llorar es tan... Tan... Triste :c
ResponderEliminarSabes, como siempre, que me encanta la historia y este capítulo en especial me ha hecho llorar demasiado. DEMASIADO.
DIOOOOOOOS, bueno, creo que ya era hora de decirle adiós a Adam, ah. Ahora le toca a Danny con la Vanessa e.o
ResponderEliminarme ha encantado el capitulo, como siempre, asdgfajgfkj.
espero el próximo, amo tu novela siempre me deja como :OO o :D o :3 o :ADFASFDFASD lol
-iMustSurvive.
just woow :D
ResponderEliminar:o Por fin Sam termino lo que tenia con Adam,me
ResponderEliminaragradaba Adam pero eso estaba claro que Sam no lo podría quererlo como quiere Danny.......nada mas falta que Danny deje a Vannesa, ya quiero que estén justos.
Me encanto el capitulo, me gusto mucho la parte donde Adam de dice que la quiere, que el nunca podra ser Danny y que le deseaba lo mejor.
Fueron tres semana pero valió la pena, Saludos! Xxx
Jimenitha_jones*
aaay, mi pobre adaaam, sufri demasiado por el :( pero bueno, al menos ahora todo quedo libre entre sam y danny, o al menos casi, ahora veremos que hace danny por ella.
ResponderEliminarLlego el momento de que esten juntoooos!!!! Ojala puedan estarlo y la tonta de Vanessa no se interponga. Sino, hay tabla.
ResponderEliminarAunque no entiendo porque Sam esta tan mal por lo de Adam, o sea, no queria cortar con el? Es obvio que esta no era la mejor manera, pero era lo que queria. No entiendoo :s
DESEO DE TODO CORAZON QUE DANNY Y SAN ESTEN JUNTOS. YAAAAAAAAAAAA
En el comentario anterior dije lo que pienso de adam pero viendo todo lo que dijo *-* y y y lloro y ay Dios *-* Si creo que lo amo jajaja x) Ya es tiempo de que danny y sam luchen :3 y como dicen cin ya es hora de ver que hace danny por ella :3 Sigue asi yannan :3
ResponderEliminarAtte:AnnaLau;*
Ohh me encanta tu fanfic, te leo desde España y me encanta, en serio espero que pronto Sam & Danny acaben juntos
ResponderEliminarUn beso Xxx
Pdt: siu haces al final el fic de All Time Low me encantaría que me avisaras, porque amo a esa banda