Me quede en silencio, mientras Tom dejaba lo que estaba haciendo, y se
acercaba hacia donde yo estaba, sentándose frente a mí.
¿Qué tal si hubiera pasado… si hubiéramos hecho algo de lo que nos podríamos haber arrepentido? Solo de pensar en eso, los pelos se me ponían de punta.
—Bien, ¿entonces me dirás?
— ¿Hasta dónde recuerdas?
—Eh… nosotros, besándonos en el sofá. —dije en un susurro, mientras mis mejillas se coloreaban de rojo. Eleve mi vista y lo mire. — ¿Qué paso después?
—Nada, Sam. Caímos en la cuenta de lo que hacíamos y nos separamos. Después, empezaste a hablar incoherencias, mientras me decías como podías, lo que había pasado con Danny. —suspire aliviada, mientras Tom reía.
—Pero… ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué tengo esta ropa puesta? No recuerdo haberme cambiado.
—Después de hablar, te quedaste dormida en el sofá, te lleve a la habitación y justo cuando te recosté en la cama, te despertaste pidiéndome ropa, ya que decías que los jeans eran incómodos para dormir, así que fui a mi habitación y te traje lo que traes puesto, después te deje sola y ya. No iba a dejar que te fueras a tu casa en ese estado, Sam. —volví a suspirar.
Ya que recordaba todo, me sentía realmente avergonzada. Me había dejado llevar con Tom ¿Cómo paso? Si, culpo al alcohol, además, Tom… era un gran chico. Y bueno, ¿está mal que no me arrepienta de esos salvajes besos? Estaba un poco sorprendida, nunca habría pensado que Tom pudiera besar de esa manera…
Él se puso de pie y camino hacia la estufa junto con dos platos, tomo el sartén y sirvió un poco de huevos y tocino en ambos, para después acercar uno frente a mí, coloco su plato también sobre la mesa y regreso al refrigerador por un cartón de jugo de naranja y dos vasos. Cuando se sentó de nuevo frente a mí, decidí hablar.
—Me siento muy avergonzada por lo de ayer, ¿Qué pensaras de mi? —dije mientras miraba fijamente el liquido naranja que vertía sobre mi vaso.
— ¿Cómo que qué voy a pensar de ti? Absolutamente nada, Sam. Solo pasó.
—Y en serio, me alegro que no haya pasado algo más…—el rio. Me causaba gracia que él no le tomara tanta importancia, pero era imposible para mí no tomársela, quiero decir, estaba enamorada de Danny ¿no? Quien es su mejor amigo…
— ¿Y si Danny se entera? —solté de repente haciendo que él me mirara con los ojos bien abiertos.
—No creo que…—el timbre de la puerta comenzó a escucharse. Tom se puso de pie y camino hacia ella para ver quién era.
Seguí comiendo mi desayuno y pensando en que pasaría si él se enterara, sé que no tenemos nada, ¿pero si existiera la posibilidad de que hubiera algo entre Danny y yo y esto arruinara eso?
Vi que Tom tardaba en regresar a la cocina, así que me puse de pie y salí de ahí para ir a buscarlo y saber porque tardaba. Pase junto al sofá y vi las copas de vino en la mesa de centro, haciendo que miles de imágenes se formaran en mi cabeza, seguí caminando.
—Tom, ¿Quién e….?—no logre terminar la frase al verlo parado ahí, junto a Tom. Me quede estática mirándolo. No podía ser real.
— ¿Sam? —pregunto sorprendido. Mire a Tom y el solo se encogió de hombros.
—Danny. —intente sonreír, camine hacia él y lo salude de beso. El me miraba intentando comprender que hacia tan temprano en casa de Tom, vestida de esa manera, por momentos miraba a Tom, quien seguía con su pecho descubierto y a mí.
—Eh…—dije intentando romper el incomodo momento. — ¿Y como estas?
—Bien, mejor gracias. —me sonrió y yo le sonreí de nuevo. Así nos quedamos por unos segundos, mirándonos. Danny lograba que cualquier pensamiento se esfumara de mi mente. Me quedaba como boba mirándolo.
—Yo… yo iré a terminar mi desayuno. Están en su casa. —dijo Tom alejándose de nosotros.
Los dos nos quedamos de pie frente a la entrada, nadie decía nada, seguíamos mirándonos y sonriéndonos. Era un poco estúpido, siendo sincera, esta imagen que Danny vio de Tom y yo se podría haber malinterpretado, pero me animaba a creer que Danny no le había dado importancia, haciendo que se me quitara un peso de encima.
(…)
Danny desayuno junto a nosotros, no pregunto sobre las copas de vino y el desorden en la sala, ni siquiera pregunto sobre mi ropa y mis ojos despintados. Para cuando terminamos de recoger la cocina, dije que debía ir a mi casa, Danny se ofreció a llevarme, así que accedí, quede con Tom que hablaríamos después de muchas cosas, y vaya que necesitábamos hacerlo, pero ahora si con todos nuestros sentidos puestos. Nada de besos y caricias.
¿Qué diferente habría sido todo si el de la noche anterior fuera Danny y no Tom? Sonreí de solo pensarlo, provocando que una sonrisa se formara en mis labios y un ligero enrojecimiento en mis mejillas. Negué con la cabeza y baje la mirada, divertida.
— ¿Y esa sonrisa? —pregunto Danny sacándome de mis pensamientos, mientras me miraba rápidamente, para seguir con su vista en la carretera.
«Te hubieran encantado más los besos en ese sofá si hubiera sido Danny ¿cierto?»
«¡Shh!»
—Nada, solo recordé algo. —dije restándole importancia.
Llegamos al departamento y sentí la necesidad de invitar a Danny pasar, nunca lo había hecho y creo que no perdía nada, también era mi casa. Así que antes de decir algo, me fije que el vehículo de Ken no estuviera en el estacionamiento. Iba a abrir la puerta cuando mire a Danny.
— ¿Quieres pasar? —le sonreí, a lo que el acepto rápidamente.
Subimos las escaleras, y mientras buscaba las llaves para abrir, Danny iba charlando muy animadamente conmigo, cualquiera que lo viera, ni siquiera pensaría que justamente ayer, estaba deprimido.
Ya que abrí la puerta, asome primero la cabeza para saber si la casa estaba presentable, ya que me di cuenta de que si, abrí mas la puerta y lo invite pasar dentro.
El inspecciono el departamento, cosa que me puso nerviosa.
— ¿Le das el visto bueno?
—No está mal. —dijo sincero.
—Vaya, me alegro que te guste. —dije sarcástica, mientas cerraba la puerta.
Camine hacia la cocina, tome un vaso y lo llene con agua del grifo, para así echarle un poco de aquel líquido a una pequeña maseta que tenía en la ventana de la cocina.
— ¿Quieres que te de un tour por mi pequeña casa? —dije ya que Danny seguía de pie observando todo.
—Si quieres. —sonrió.
Camine hacia él, y lo tome de la mano. Le mostré lo que era la sala, la cocina, la pequeña terraza, pasando por alto el baño de visitas y la habitación de Ken, la cual estaba cerrada. Para así caminar hacia el otro lado del departamento y llegar a lo que era mi habitación.
Abrí la puerta con miedo a que estuviera en malas condiciones, o que hubiera ropa interior regada por ahí, suspire de alivio al ver que no era así. El camino dentro, como si estuviera en su casa y siguió observando con detenimiento, sin dejar de caminar. Yo lo mire desde el marco de la puerta, con los brazos cruzados.
Veía con interés los cuadros que adornaban las blancas paredes, las fotos que estaban sobre mi escritorio y mesa de dormir, las películas que estaban debajo de la tele, todo, no perdía detalle en nada. Al final me miro y camino hacia la cama, aventándose en esta.
—Es cómoda, muy cómoda. —dijo mientras colocaba sus manos detrás de su cabeza. No pude evitar caminar hacia él y acostarme a su lado. Ambos mirábamos hacia la araña un tanto antigua que adornaba el techo.
—Si, es una de las pocas cosas que me pude permitir comprar en cuanto llegue.
—Nunca me has terminado de platicar de ti, Sam.
—No hay mucho que contar Danny, mi vida no es tan interesante como la tuya, —lo mire— no me malinterpretes, quiero decir que, yo no tuve la suerte de conocer, hasta ahora, a personas que me ayudaran a sobrellevar los días con un poco de esperanza. Mi vida no ha cambiado para bien, mejor dicho, siempre hay algo que evita que cambie para bien. —suspire mientras miraba el techo de nuevo.
— ¿Por qué no me cuentas? —dijo después de unos segundos, se había hecho un silencio, mientras yo pensaba en que decirle y como decirlo, pero ese silencio se vio interrumpido, cuando escuche que cerraban fuertemente la puerta de la entrada. Me puse de pie y mire a Danny.
—No hables y no salgas de la habitación. —dije firme, mientras caminaba hacia la puerta de mi habitación.
— ¿Por qué? —preguntó Danny mientras recargaba sus brazos en el colchón, para mirarme mejor.
—Solo no lo hagas, ya vuelvo no tardo.
—De acuerdo. —le sonreí y salí. Ken había llegado. Por fuera cerré la puerta de mi habitación, por si a Ken se le ocurría la gran idea de ir a mi habitación, no quería meter en problemas a Danny.
Tome aire y camine a su encuentro.
|Danny|
Me había levantado con mucho optimismo el día de hoy, ayer no había bebido ni un poco de alcohol, además de que me la había pasado muy bien con Sam, y mi cambio de ánimo el día de hoy se lo debía a ella. Quien se había preocupado por mí y me había querido hacer sentir mejor.
Tome las llaves de mi auto, había decido ir a donde Tom para arreglar las cosas con él y ¿Por qué no? Desayunar algo juntos. Conduje hasta su casa, y aparque el auto fuera, por más raro que pareciera iba silbando.
Camine hasta la entrada y toque el timbre dos veces. Era un bonito día.
Tom me abrió la puerta, estaba sin nada puesto encima, más que unos jeans.
—Tom ¿estás ocupado?
—No, pasa.
—Quiero pedirte una disculpa por cómo me he comportado, pero no era mi intención que todo eso pasara, ya hable con Dougie y Harry y me entendieron, pero quería hablarlo contigo personalmente, porque eres mi hermano, Tom y no quiero que eso cambie.
—Danny, tranquilo, todo lo que dije, lo dije porque te quiero, y me alegro que hayas entendido por fin, que tomar no te lleva a nada, que si quieres desahogarte aquí estamos nosotros, y las chicas, pero no recurras al alcohol.
— ¿Las chicas? Sería un poco extraño contarles mis problemas a las chicas. —dije bromeando.
—Bueno, ¿Sam no entra en “las chicas”? —elevo una de sus cejas y me sonrió.
—Es diferente. —dije nervioso.
—Como sea, sabes que aquí estamos para lo que necesites ¿De acuerdo? —no pude evitar darle un abrazo, para cuando nos separamos seguimos hablando, cuando escuche una voz preguntando que quien era, me gire y la vi ahí, con una playera de Tom, unos bóxers, descalza y con el cabello despeinado. Ella al mirarme se puso un poco roja, no puedo negar que se veía adorable, pero en esos momentos me preguntaba el porqué estaba aquí y vestida de esa manera. Mire a Tom y él se encogió un poco de hombros. Ella se acerco y me saludo con un beso en la mejilla, logrando que un poco las dudas y las preguntas se esfumaran.
Estuve parte de la mañana con ellos dos, desayunamos y charlamos. Al final me ofrecí a llevarla a su casa, ella subió a una de las habitaciones de Tom, para arreglarse un poco. Tom y yo nos quedamos en la cocina esperándola.
—Y… ¿Qué hace aquí Sam? —pregunte sin darle mucha importancia.
—Bueno, ayer vino a hablar, cenamos y tomamos un poco de vino, pero al parecer no está acostumbrada a tomar, así que se le subió el alcohol y no deje que se fuera. No dormimos juntos, si es lo que te preguntas. —yo reí un poco, Tom me conocía perfectamente.
Ella bajo con el cabello suelto, unos jeans desgastados, unos converse negros y un abrigo. Era una versión más cómoda de lo que traía puesto ayer, así que supuse que se había venido minutos después de que la había dejado en su casa.
Nos despedimos de Tom, quedando de vernos después y ellos de hablarse. No debía sorprenderme sus muestras de confianza, ya que eran mejores amigos y todo eso. Así que encamine a Sam hacia la salida.
Durante el trayecto a su casa, Sam sonreía de una manera tímida. Le pregunte porque lo hacía y me dijo que había recordado algo, no pregunte más, pero una imagen se formulo dentro de mí, haciendo que un pequeño animalito dentro de mí, sintiera celos. Sam + Tom en una cama. Agite la cabeza borrando esa idea, mientras me estaciona fuera de su departamento. Los celos no podían regresar, Tom me había dicho que no le gustaba y bueno, confiaba en él y en que no habían tenido nada anoche.
— ¿Quieres pasar? — pregunto, tenía una mano en la puerta, mientras que me sonreía y miraba tiernamente. Le sonreí de vuelta y accedí.
Baje rápidamente del auto y llegue del otro lado, para abrirle un poco más la puerta. Caminamos hacia la entrada y subimos las escaleras, mientras charlábamos. Llegamos a su departamento, el número cuatro, abrió la puerta y se asomo un poco, como si esperara que todo estuviera en orden, ya que hubo visto que si, decidió dejarme pasar.
No era un gran departamento, de hecho era pequeño, pero cómodo.
— ¿Le das el visto bueno? —pregunto divertida.
—No está mal.
—Vaya, me alegro que te guste. —respondió sarcástica, cerrando la puerta detrás de mí.
Sam desapareció por una puerta, yo me quede de pie detrás de un sofá, escuchaba el agua correr. Después ya no la escuche y vi a Sam salir de ahí.
Se ofreció a darme un tour, en manera de broma, ya que no dejaba de ver todo. No hubo mucho que ver que no se viera desde la sala, salvo una habitación que no abrió, lo que deduje que era de la persona con la que vivía. Terminamos el tour en su habitación.
Era totalmente diferente al resto de la casa, era muy ella. Las paredes perfectamente blancas, adornadas con varios cuadros de pinturas y fotos. Observe su escritorio, en pocas palabras inspeccione rápidamente con la mirada su habitación. Cuando termine, camine hacia su cama, aventándome sobre esta. Era muy cómoda, con un edredón blanco, que hacían juego con los almohadones también blancos, pero con detalles en color magenta.
—Es cómoda, muy cómoda. —dije mientras colocaba mis manos detrás de mi cabeza. Ella sonrió y camino hacia mí y se acostó a mi izquierda, ambos mirábamos hacia el techo.
—Si, es una de las pocas cosas que me pude permitir comprar en cuanto llegue. —dijo, su voz salió con una combinación de orgullo y tristeza.
—Nunca me has terminado de platicar de ti, Sam.
—No hay mucho que contar Danny, mi vida no es tan interesante como la tuya, —me miro— no me malinterpretes, quiero decir que, yo no tuve la suerte de conocer, hasta ahora, a personas que me ayudaran a sobrellevar los días con un poco de esperanza. Mi vida no ha cambiado para bien, mejor dicho, siempre hay algo que evita que cambie para bien. —suspiro, haciendo que mi corazón se apachurrara ¿Qué tanto le había pasado? ¿Por qué hablaba así?
— ¿Por qué no me cuentas? —pregunte. Sam se quedo en silencio como si estuviera pensando, pero de pronto se escucho que alguien abría y cerraba fuertemente la puerta de la entrada. Sam se puso de pie rápidamente y me miro.
—No hables y no salgas de la habitación.
— ¿Por qué? —pregunte mientras recargaba mis brazos en el colchón.
—Solo no lo hagas, ya vuelvo no tardo.
—De acuerdo.
Me quede acostado sobre la cama, esperando a Sam. Tome una almohada y la olí, tenía su perfume impregnado, así que aspire un poco más, llenando mis pulmones de su olor. Deje la almohada en su lugar y seguí mirando el techo, en espera de Sam.
Los minutos pasaban y ella no regresaba, me senté sobre el colchón y comencé a mirar de nuevo la habitación. Camine hacia su escritorio y comencé a abrir los compartimientos, si, no era lo correcto andar de metido en sus cosas, pero me estaba aburriendo. Saque de uno de ellos, un cuaderno de dibujo y lo comencé a hojear, pasaba las hojas, todas estaban llenas con varios dibujos, muy bien hechos debo agregar y firmados por ella. Eran algunos de ella, otros de animales, unos más de personas que no conocía, hasta que llegue a una página y vi un rostro conocido para mi, quiero decir, era yo. Lo mire bien, la fecha no coincidía con el día cuando nos habíamos conocido, así que se me había hecho un poco extraño, pero decidí no darle importancia, me había dibujado muy bien, cambie de pagina y llegue a otro dibujo, el cual estaba un poco manchado, al parecer de agua o algo así, era una pareja quienes se abrazaban, pero no estaba terminado, supuse que eran sus papás.
Me quede observándolo con detenimiento, cuando unos gritos y golpes a muebles comenzaron a escucharse. Guarde rápidamente el cuaderno en su lugar, y camine hacia la puerta. Los ruidos venían de la sala.
Quise abrir la puerta, pero no pude, estaba cerrada. Intente de nuevo, pero nada. Escuche varias cosas caer, y el sonido de una puerta cerrarse fuertemente. De pronto, ya no escuche nada, estaba todo en silencio, y me ponía de nervios.
— ¡Sam! —comencé a forcejear con la puerta y a golpearla. — ¡Sam, ábreme!
¿Qué tal si hubiera pasado… si hubiéramos hecho algo de lo que nos podríamos haber arrepentido? Solo de pensar en eso, los pelos se me ponían de punta.
—Bien, ¿entonces me dirás?
— ¿Hasta dónde recuerdas?
—Eh… nosotros, besándonos en el sofá. —dije en un susurro, mientras mis mejillas se coloreaban de rojo. Eleve mi vista y lo mire. — ¿Qué paso después?
—Nada, Sam. Caímos en la cuenta de lo que hacíamos y nos separamos. Después, empezaste a hablar incoherencias, mientras me decías como podías, lo que había pasado con Danny. —suspire aliviada, mientras Tom reía.
—Pero… ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué tengo esta ropa puesta? No recuerdo haberme cambiado.
—Después de hablar, te quedaste dormida en el sofá, te lleve a la habitación y justo cuando te recosté en la cama, te despertaste pidiéndome ropa, ya que decías que los jeans eran incómodos para dormir, así que fui a mi habitación y te traje lo que traes puesto, después te deje sola y ya. No iba a dejar que te fueras a tu casa en ese estado, Sam. —volví a suspirar.
Ya que recordaba todo, me sentía realmente avergonzada. Me había dejado llevar con Tom ¿Cómo paso? Si, culpo al alcohol, además, Tom… era un gran chico. Y bueno, ¿está mal que no me arrepienta de esos salvajes besos? Estaba un poco sorprendida, nunca habría pensado que Tom pudiera besar de esa manera…
Él se puso de pie y camino hacia la estufa junto con dos platos, tomo el sartén y sirvió un poco de huevos y tocino en ambos, para después acercar uno frente a mí, coloco su plato también sobre la mesa y regreso al refrigerador por un cartón de jugo de naranja y dos vasos. Cuando se sentó de nuevo frente a mí, decidí hablar.
—Me siento muy avergonzada por lo de ayer, ¿Qué pensaras de mi? —dije mientras miraba fijamente el liquido naranja que vertía sobre mi vaso.
— ¿Cómo que qué voy a pensar de ti? Absolutamente nada, Sam. Solo pasó.
—Y en serio, me alegro que no haya pasado algo más…—el rio. Me causaba gracia que él no le tomara tanta importancia, pero era imposible para mí no tomársela, quiero decir, estaba enamorada de Danny ¿no? Quien es su mejor amigo…
— ¿Y si Danny se entera? —solté de repente haciendo que él me mirara con los ojos bien abiertos.
—No creo que…—el timbre de la puerta comenzó a escucharse. Tom se puso de pie y camino hacia ella para ver quién era.
Seguí comiendo mi desayuno y pensando en que pasaría si él se enterara, sé que no tenemos nada, ¿pero si existiera la posibilidad de que hubiera algo entre Danny y yo y esto arruinara eso?
Vi que Tom tardaba en regresar a la cocina, así que me puse de pie y salí de ahí para ir a buscarlo y saber porque tardaba. Pase junto al sofá y vi las copas de vino en la mesa de centro, haciendo que miles de imágenes se formaran en mi cabeza, seguí caminando.
—Tom, ¿Quién e….?—no logre terminar la frase al verlo parado ahí, junto a Tom. Me quede estática mirándolo. No podía ser real.
— ¿Sam? —pregunto sorprendido. Mire a Tom y el solo se encogió de hombros.
—Danny. —intente sonreír, camine hacia él y lo salude de beso. El me miraba intentando comprender que hacia tan temprano en casa de Tom, vestida de esa manera, por momentos miraba a Tom, quien seguía con su pecho descubierto y a mí.
—Eh…—dije intentando romper el incomodo momento. — ¿Y como estas?
—Bien, mejor gracias. —me sonrió y yo le sonreí de nuevo. Así nos quedamos por unos segundos, mirándonos. Danny lograba que cualquier pensamiento se esfumara de mi mente. Me quedaba como boba mirándolo.
—Yo… yo iré a terminar mi desayuno. Están en su casa. —dijo Tom alejándose de nosotros.
Los dos nos quedamos de pie frente a la entrada, nadie decía nada, seguíamos mirándonos y sonriéndonos. Era un poco estúpido, siendo sincera, esta imagen que Danny vio de Tom y yo se podría haber malinterpretado, pero me animaba a creer que Danny no le había dado importancia, haciendo que se me quitara un peso de encima.
(…)
Danny desayuno junto a nosotros, no pregunto sobre las copas de vino y el desorden en la sala, ni siquiera pregunto sobre mi ropa y mis ojos despintados. Para cuando terminamos de recoger la cocina, dije que debía ir a mi casa, Danny se ofreció a llevarme, así que accedí, quede con Tom que hablaríamos después de muchas cosas, y vaya que necesitábamos hacerlo, pero ahora si con todos nuestros sentidos puestos. Nada de besos y caricias.
¿Qué diferente habría sido todo si el de la noche anterior fuera Danny y no Tom? Sonreí de solo pensarlo, provocando que una sonrisa se formara en mis labios y un ligero enrojecimiento en mis mejillas. Negué con la cabeza y baje la mirada, divertida.
— ¿Y esa sonrisa? —pregunto Danny sacándome de mis pensamientos, mientras me miraba rápidamente, para seguir con su vista en la carretera.
«Te hubieran encantado más los besos en ese sofá si hubiera sido Danny ¿cierto?»
«¡Shh!»
—Nada, solo recordé algo. —dije restándole importancia.
Llegamos al departamento y sentí la necesidad de invitar a Danny pasar, nunca lo había hecho y creo que no perdía nada, también era mi casa. Así que antes de decir algo, me fije que el vehículo de Ken no estuviera en el estacionamiento. Iba a abrir la puerta cuando mire a Danny.
— ¿Quieres pasar? —le sonreí, a lo que el acepto rápidamente.
Subimos las escaleras, y mientras buscaba las llaves para abrir, Danny iba charlando muy animadamente conmigo, cualquiera que lo viera, ni siquiera pensaría que justamente ayer, estaba deprimido.
Ya que abrí la puerta, asome primero la cabeza para saber si la casa estaba presentable, ya que me di cuenta de que si, abrí mas la puerta y lo invite pasar dentro.
El inspecciono el departamento, cosa que me puso nerviosa.
— ¿Le das el visto bueno?
—No está mal. —dijo sincero.
—Vaya, me alegro que te guste. —dije sarcástica, mientas cerraba la puerta.
Camine hacia la cocina, tome un vaso y lo llene con agua del grifo, para así echarle un poco de aquel líquido a una pequeña maseta que tenía en la ventana de la cocina.
— ¿Quieres que te de un tour por mi pequeña casa? —dije ya que Danny seguía de pie observando todo.
—Si quieres. —sonrió.
Camine hacia él, y lo tome de la mano. Le mostré lo que era la sala, la cocina, la pequeña terraza, pasando por alto el baño de visitas y la habitación de Ken, la cual estaba cerrada. Para así caminar hacia el otro lado del departamento y llegar a lo que era mi habitación.
Abrí la puerta con miedo a que estuviera en malas condiciones, o que hubiera ropa interior regada por ahí, suspire de alivio al ver que no era así. El camino dentro, como si estuviera en su casa y siguió observando con detenimiento, sin dejar de caminar. Yo lo mire desde el marco de la puerta, con los brazos cruzados.
Veía con interés los cuadros que adornaban las blancas paredes, las fotos que estaban sobre mi escritorio y mesa de dormir, las películas que estaban debajo de la tele, todo, no perdía detalle en nada. Al final me miro y camino hacia la cama, aventándose en esta.
—Es cómoda, muy cómoda. —dijo mientras colocaba sus manos detrás de su cabeza. No pude evitar caminar hacia él y acostarme a su lado. Ambos mirábamos hacia la araña un tanto antigua que adornaba el techo.
—Si, es una de las pocas cosas que me pude permitir comprar en cuanto llegue.
—Nunca me has terminado de platicar de ti, Sam.
—No hay mucho que contar Danny, mi vida no es tan interesante como la tuya, —lo mire— no me malinterpretes, quiero decir que, yo no tuve la suerte de conocer, hasta ahora, a personas que me ayudaran a sobrellevar los días con un poco de esperanza. Mi vida no ha cambiado para bien, mejor dicho, siempre hay algo que evita que cambie para bien. —suspire mientras miraba el techo de nuevo.
— ¿Por qué no me cuentas? —dijo después de unos segundos, se había hecho un silencio, mientras yo pensaba en que decirle y como decirlo, pero ese silencio se vio interrumpido, cuando escuche que cerraban fuertemente la puerta de la entrada. Me puse de pie y mire a Danny.
—No hables y no salgas de la habitación. —dije firme, mientras caminaba hacia la puerta de mi habitación.
— ¿Por qué? —preguntó Danny mientras recargaba sus brazos en el colchón, para mirarme mejor.
—Solo no lo hagas, ya vuelvo no tardo.
—De acuerdo. —le sonreí y salí. Ken había llegado. Por fuera cerré la puerta de mi habitación, por si a Ken se le ocurría la gran idea de ir a mi habitación, no quería meter en problemas a Danny.
Tome aire y camine a su encuentro.
|Danny|
Me había levantado con mucho optimismo el día de hoy, ayer no había bebido ni un poco de alcohol, además de que me la había pasado muy bien con Sam, y mi cambio de ánimo el día de hoy se lo debía a ella. Quien se había preocupado por mí y me había querido hacer sentir mejor.
Tome las llaves de mi auto, había decido ir a donde Tom para arreglar las cosas con él y ¿Por qué no? Desayunar algo juntos. Conduje hasta su casa, y aparque el auto fuera, por más raro que pareciera iba silbando.
Camine hasta la entrada y toque el timbre dos veces. Era un bonito día.
Tom me abrió la puerta, estaba sin nada puesto encima, más que unos jeans.
—Tom ¿estás ocupado?
—No, pasa.
—Quiero pedirte una disculpa por cómo me he comportado, pero no era mi intención que todo eso pasara, ya hable con Dougie y Harry y me entendieron, pero quería hablarlo contigo personalmente, porque eres mi hermano, Tom y no quiero que eso cambie.
—Danny, tranquilo, todo lo que dije, lo dije porque te quiero, y me alegro que hayas entendido por fin, que tomar no te lleva a nada, que si quieres desahogarte aquí estamos nosotros, y las chicas, pero no recurras al alcohol.
— ¿Las chicas? Sería un poco extraño contarles mis problemas a las chicas. —dije bromeando.
—Bueno, ¿Sam no entra en “las chicas”? —elevo una de sus cejas y me sonrió.
—Es diferente. —dije nervioso.
—Como sea, sabes que aquí estamos para lo que necesites ¿De acuerdo? —no pude evitar darle un abrazo, para cuando nos separamos seguimos hablando, cuando escuche una voz preguntando que quien era, me gire y la vi ahí, con una playera de Tom, unos bóxers, descalza y con el cabello despeinado. Ella al mirarme se puso un poco roja, no puedo negar que se veía adorable, pero en esos momentos me preguntaba el porqué estaba aquí y vestida de esa manera. Mire a Tom y él se encogió un poco de hombros. Ella se acerco y me saludo con un beso en la mejilla, logrando que un poco las dudas y las preguntas se esfumaran.
Estuve parte de la mañana con ellos dos, desayunamos y charlamos. Al final me ofrecí a llevarla a su casa, ella subió a una de las habitaciones de Tom, para arreglarse un poco. Tom y yo nos quedamos en la cocina esperándola.
—Y… ¿Qué hace aquí Sam? —pregunte sin darle mucha importancia.
—Bueno, ayer vino a hablar, cenamos y tomamos un poco de vino, pero al parecer no está acostumbrada a tomar, así que se le subió el alcohol y no deje que se fuera. No dormimos juntos, si es lo que te preguntas. —yo reí un poco, Tom me conocía perfectamente.
Ella bajo con el cabello suelto, unos jeans desgastados, unos converse negros y un abrigo. Era una versión más cómoda de lo que traía puesto ayer, así que supuse que se había venido minutos después de que la había dejado en su casa.
Nos despedimos de Tom, quedando de vernos después y ellos de hablarse. No debía sorprenderme sus muestras de confianza, ya que eran mejores amigos y todo eso. Así que encamine a Sam hacia la salida.
Durante el trayecto a su casa, Sam sonreía de una manera tímida. Le pregunte porque lo hacía y me dijo que había recordado algo, no pregunte más, pero una imagen se formulo dentro de mí, haciendo que un pequeño animalito dentro de mí, sintiera celos. Sam + Tom en una cama. Agite la cabeza borrando esa idea, mientras me estaciona fuera de su departamento. Los celos no podían regresar, Tom me había dicho que no le gustaba y bueno, confiaba en él y en que no habían tenido nada anoche.
— ¿Quieres pasar? — pregunto, tenía una mano en la puerta, mientras que me sonreía y miraba tiernamente. Le sonreí de vuelta y accedí.
Baje rápidamente del auto y llegue del otro lado, para abrirle un poco más la puerta. Caminamos hacia la entrada y subimos las escaleras, mientras charlábamos. Llegamos a su departamento, el número cuatro, abrió la puerta y se asomo un poco, como si esperara que todo estuviera en orden, ya que hubo visto que si, decidió dejarme pasar.
No era un gran departamento, de hecho era pequeño, pero cómodo.
— ¿Le das el visto bueno? —pregunto divertida.
—No está mal.
—Vaya, me alegro que te guste. —respondió sarcástica, cerrando la puerta detrás de mí.
Sam desapareció por una puerta, yo me quede de pie detrás de un sofá, escuchaba el agua correr. Después ya no la escuche y vi a Sam salir de ahí.
Se ofreció a darme un tour, en manera de broma, ya que no dejaba de ver todo. No hubo mucho que ver que no se viera desde la sala, salvo una habitación que no abrió, lo que deduje que era de la persona con la que vivía. Terminamos el tour en su habitación.
Era totalmente diferente al resto de la casa, era muy ella. Las paredes perfectamente blancas, adornadas con varios cuadros de pinturas y fotos. Observe su escritorio, en pocas palabras inspeccione rápidamente con la mirada su habitación. Cuando termine, camine hacia su cama, aventándome sobre esta. Era muy cómoda, con un edredón blanco, que hacían juego con los almohadones también blancos, pero con detalles en color magenta.
—Es cómoda, muy cómoda. —dije mientras colocaba mis manos detrás de mi cabeza. Ella sonrió y camino hacia mí y se acostó a mi izquierda, ambos mirábamos hacia el techo.
—Si, es una de las pocas cosas que me pude permitir comprar en cuanto llegue. —dijo, su voz salió con una combinación de orgullo y tristeza.
—Nunca me has terminado de platicar de ti, Sam.
—No hay mucho que contar Danny, mi vida no es tan interesante como la tuya, —me miro— no me malinterpretes, quiero decir que, yo no tuve la suerte de conocer, hasta ahora, a personas que me ayudaran a sobrellevar los días con un poco de esperanza. Mi vida no ha cambiado para bien, mejor dicho, siempre hay algo que evita que cambie para bien. —suspiro, haciendo que mi corazón se apachurrara ¿Qué tanto le había pasado? ¿Por qué hablaba así?
— ¿Por qué no me cuentas? —pregunte. Sam se quedo en silencio como si estuviera pensando, pero de pronto se escucho que alguien abría y cerraba fuertemente la puerta de la entrada. Sam se puso de pie rápidamente y me miro.
—No hables y no salgas de la habitación.
— ¿Por qué? —pregunte mientras recargaba mis brazos en el colchón.
—Solo no lo hagas, ya vuelvo no tardo.
—De acuerdo.
Me quede acostado sobre la cama, esperando a Sam. Tome una almohada y la olí, tenía su perfume impregnado, así que aspire un poco más, llenando mis pulmones de su olor. Deje la almohada en su lugar y seguí mirando el techo, en espera de Sam.
Los minutos pasaban y ella no regresaba, me senté sobre el colchón y comencé a mirar de nuevo la habitación. Camine hacia su escritorio y comencé a abrir los compartimientos, si, no era lo correcto andar de metido en sus cosas, pero me estaba aburriendo. Saque de uno de ellos, un cuaderno de dibujo y lo comencé a hojear, pasaba las hojas, todas estaban llenas con varios dibujos, muy bien hechos debo agregar y firmados por ella. Eran algunos de ella, otros de animales, unos más de personas que no conocía, hasta que llegue a una página y vi un rostro conocido para mi, quiero decir, era yo. Lo mire bien, la fecha no coincidía con el día cuando nos habíamos conocido, así que se me había hecho un poco extraño, pero decidí no darle importancia, me había dibujado muy bien, cambie de pagina y llegue a otro dibujo, el cual estaba un poco manchado, al parecer de agua o algo así, era una pareja quienes se abrazaban, pero no estaba terminado, supuse que eran sus papás.
Me quede observándolo con detenimiento, cuando unos gritos y golpes a muebles comenzaron a escucharse. Guarde rápidamente el cuaderno en su lugar, y camine hacia la puerta. Los ruidos venían de la sala.
Quise abrir la puerta, pero no pude, estaba cerrada. Intente de nuevo, pero nada. Escuche varias cosas caer, y el sonido de una puerta cerrarse fuertemente. De pronto, ya no escuche nada, estaba todo en silencio, y me ponía de nervios.
— ¡Sam! —comencé a forcejear con la puerta y a golpearla. — ¡Sam, ábreme!
Fic de Dougie de Johanna {♥}
Y acá otro fic que estoy leyendo de Dougie, la escritora se llama Zoé {♪}
ahora si, bye <3.
Definitivamente lo ame, la ultima parte me hizo sentir nerviosa e impotente, yo siempre me la imagine pelirroja no se por que, estatura media, delgada y ojos de color no se cual pero asi :3 hermoso capitulo, amo como escribes.
ResponderEliminarAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH NOOO SAM! me encanto totalmente, Sam pensando en danny, y danny poniendose celoso por su sonrisa aaaaaw es muy chuchii!
ResponderEliminarY a Samantha me la imagino de mediana estatura, tipo 1.60, de pelo castaño oscuro y algunas pecas, con ojos marrones y de tez bien blanca. Es masomenos asi o estoy flasheando colores?
Jajajaa, seguila! y suerte con tu compu, ojala te ande mejor! Un beeeesote genia Xxx
OK ME DIO UN PRE INFARTO, SAMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM XQ?? XQ?? u_u pobre Danny debe estar todo desesperado, ya me lo veo a danny golpeando a Ken ¬¬ dios, me vas a matar con la intriga u_u ME ENCANTO! besitos(:
ResponderEliminaraaaaaaaay, demasiada intriga asdfghgfdsa y a sam siempre la he imaginado algo como kristen stewart , no ella pero si muy parecida :)
ResponderEliminarAnimalito llamado celos!
ResponderEliminaruhhh!
Pfff que bueno que Sam y Tom no hicieron nada malo!!!
Hahaa
Ahora que Habra hecho el estupido de Ken!!?
Y por fin Danny se enterara de todo el misterio!! :0
Haha
Bueno esperare al siguiente!! :3
Deeoj realmente me estaba volviendo loca por que publicaras, ya había pensado que esta semana no Publicarias o algo.
ResponderEliminarCon el cap, Joder que me alegro bastante que tom y sam no hayan hecho nada mas que un beso.
Ahora, con lo de Ken, si estoy de acuerdo que veré a Danny golpeando a Ken. Pero como se supone que saldrá del cuarto? Derribara la puerta?._.
*Tome una almohada y la olí, tenía su perfume impregnado, así que aspire un poco más, llenando mis pulmones de su olor.
No es un amor? ES UN AMOR!
Pero en serio me precupa que tan duro golpeo Ken a Sam.
Y a sam me la imagino de tez blanca, pelo castaño claro largo con ondulaciones a lo ultimo, ojos marrones y no se s: supongo que estatura normal, no lo separa mi es asi
En serio, no puedes tardar tanto en publicar, menos ahora que la intriga vuelve a carcomerme; Cuidate guapa;*
Yo me imagino a Sam de estatura.. 1.60 por ahy, tez blanca me la imagino rubia con las raices un poco negras, delgada ojos azules, me la imagino un poco a Taylor Swift pero solo en el cuerpo, me encanta tu Nove':3
ResponderEliminarHoliss!!!
ResponderEliminarAl final Sam y Tom nada que nada, igual me alegro un poco porque probablemente se hubiesen arrepentido pero me me gusta esa pareja :) y a Sam no se como imaginármela la verdad osea seria algo así como castaña-pelirroja clara con pelo ondulado semi rasta o algo así y de ojos verdes o algo así.
Cuídate, besis, bye c:
Premio en mi blog linda;*
ResponderEliminarperdón, ¿como que premio? haha. saludos.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarLinda jajaaXD A ver, Son imagenes que son otorgadas como premios a blogs o bloggers que nos gustan bastantes, a mi me dieron el premio y yo pues te otorgue un premio a ti.
EliminarPasate por mi blog, mivampiricahistoria.blogspot.com
En la primera entrada que veas hay una imagen que Dice: Tu historia es mi droga, ese es el premio que te di jajaja$:
Si quieres lo subes a una entrada y lo otorgas a los blogs que te gusten y asi, claro, si quieres:*
Hooola! Creo que ya tenia tiempo sin comentarte, pero como siempre debo estar en la pc para poder hacerlo, y pues aquí estoy.
ResponderEliminarEste cap me ha encanto! No ha tenido nada así super romántico ni nada, pero me encanto. Me extraña que a Danny no le haya dado un ataque de celos cuando vio a Sam así en casa de Tom, pero el Tom tan tierno, se tomo todo el asunto a la ligera y sabe que a ella le importa es otro. Que es el encantado de Danny obviamente, me encanta la forma en la que él se interesa en Sam es timido pero a la vez muy impulsiva y tierna, simplemente me fascina, y es que todo lo que tenga que ver con Danny me fascina.
Y EL FINAL? Es que tu quieres matarte de un infarto O.O no puedo creer que nos dejaras así, ya quiero el otro cap, pero YA YA! A ver que pasa si Danny encuentra a Ken haciendo lo que mejor sabe hacer, que es comportarse como un poco hombre con Sam, NO NO NO solo no quiero que Dan salga mal de eso :S
Y bueno a esperar el prox cap para saber que pasa, si o no? Pues saludos! ADORO EL FIC de verdad te lo digo. Síguelo pronto, besos♥
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh porque porque eres asi!?!? ù_ú haces que muera en la impaciencia :( jajaja pero si lo digo una y mil veces amo y reamo tu novela, me pierdo mucho lo se pero con la U, trabajando ingles y mis padres digamos que no hay mucho tiempo, pero eres increible espero que estes muy bien :)
ResponderEliminarAh y no conteste, pues no se porque pero me imagino a Sam tipo Bella Swan en la pantalla, nose delgada pálida pero con un pelo con reflejos o quizas sea mi obsecion
ResponderEliminarJajajaja... Qué buena tu onda (?) ah. Yo ya pensando cosas de la noche con Tom ah :lllll. Mi mente y la de Sam, están conectadas, ah. Y a Sam, bueno, ya me la he imaginado pero al mismo tiempo, me imagino a mí. Me encanta toda
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