Para cuando salí
del cementerio, me di cuenta de que ya eran las cinco y media de la tarde.
Recordé que no tenía que ponerme para la dichosa fiesta de famosos y que no
debía ir a casa a buscar ropa, así que entre a un centro comercial y comencé a
buscar algo para la ocasión. No iría de vestido, así que buscaría algo más yo.
No tarde mucho en encontrar lo que me pondría, así que pague con la tarjeta y regrese de nuevo al hotel. Eran las seis y media de la tarde, me di una ducha rápida y baje a la estética que había en el hotel, para que me alisaran y me hicieran unas ligeras ondas en el cabello. Y para que me maquillaran un poco, ya que no tenía todo mi maquillaje conmigo.
Un poco de sombras obscuras, junto con varias capas de mascara para pestañas, lograron resaltar el verde de mis ojos, un poco de labial rojo, y color en mis mejillas y estuve lista. Pedí que cargaran todo eso a mi tarjeta. Subí a mi habitación y me comencé a vestir, había elegido unos jeans un poco formales, eran de un azul obscuro y ceñidos a mis piernas, me puse un top holgado color café claro, junto con unos tacones obscuros de piel, adorne mi cuello con una cadenita que siempre traía conmigo. Me puse una chaqueta de piel, tome mi bolso y baje hacia la recepción para entregar la llave y ahora sí, pagar e irme de ahí. Le pedí a uno de los taxistas que estaban fuera del hotel, que me llevara a casa de Danny.
No tarde mucho en encontrar lo que me pondría, así que pague con la tarjeta y regrese de nuevo al hotel. Eran las seis y media de la tarde, me di una ducha rápida y baje a la estética que había en el hotel, para que me alisaran y me hicieran unas ligeras ondas en el cabello. Y para que me maquillaran un poco, ya que no tenía todo mi maquillaje conmigo.
Un poco de sombras obscuras, junto con varias capas de mascara para pestañas, lograron resaltar el verde de mis ojos, un poco de labial rojo, y color en mis mejillas y estuve lista. Pedí que cargaran todo eso a mi tarjeta. Subí a mi habitación y me comencé a vestir, había elegido unos jeans un poco formales, eran de un azul obscuro y ceñidos a mis piernas, me puse un top holgado color café claro, junto con unos tacones obscuros de piel, adorne mi cuello con una cadenita que siempre traía conmigo. Me puse una chaqueta de piel, tome mi bolso y baje hacia la recepción para entregar la llave y ahora sí, pagar e irme de ahí. Le pedí a uno de los taxistas que estaban fuera del hotel, que me llevara a casa de Danny.
Varios minutos de
camino después, le pague al taxista y baje del auto. Todo estaba obscuro, no
había movimiento alguno a los alrededores y no lograba ver luces encendidas en
casa de Danny, mire mi reloj y vi que eran las ocho en punto, -¿se habrían ido
sin mi?- me pregunte. No los creía capaces. Camine hacia la entrada y abrí con
cuidado el cancel, después seguí caminando hacia la puerta principal, lo único
que se escuchaba era el chocar de mis tacones en el piso, al llegar cerca de la
puerta, volví a revisar a mi alrededor, y no había nada, ni siquiera autos.
Pegue mi frente a un costado de la puerta, donde había un vidrio que dejaba ver
el interior de la casa, coloque mis manos al lado de mis ojos, como haciendo
una casita para estos y así poder ver mejor, no, nada, todo estaba tan obscuro
y solitario que daba miedo.
Resignada y un
tanto molesta, ya que no tenía ni siquiera ánimos de haber salido hoy, comencé
a alejarme de la puerta para irme de ahí, pero inconscientemente me gire y
dirigí mi vista hacia la segunda planta y vi un poco de luz, así que supuse que
aun había alguien ahí, y que no había llegado tarde, tal vez había llegado
demasiado temprano, tal vez mi reloj estuviera adelantado. Suspire aliviada y me
acerque a la puerta de nuevo para tocar el timbre, pero pensé que Danny podría
estarse bañando o algo por el estilo, y no bajaría a abrirme, así que, coloque
mi mano sobre el pomo de la puerta y la gire, sorprendiéndome a mi misma de que
estuviera abierta. ¿Era seguro para alguien famoso dejar las puertas abiertas?
Quiero decir, hay muchas fanáticas locas por ahí que harían lo que fuera por
entrar a la casa de su ídolo.
Entre y cerré la puerta detrás de mí, haciendo que todo quedara de nuevo obscuro. Coloque la bolsa donde había puesto mi ropa en el piso, cerca de la puerta y comencé a caminar, a tientas, ya que no encontraba el interruptor de la luz.
— ¿Danny? —grite. Seguí tocando las paredes, sin suerte— ¡Demonios!, donde está el maldito interruptor, tu casa da miedo así de obscura. ¡Dann…!
La obscuridad se fue, las luces se encendieron y un gran alboroto se armo, dejando clavados mis pies a la duela, mi corazón a punto de salirse y mis ojos y boca abiertos.
— ¡Sorpresa! —gritaron todos los que estaban frente a mí. Yo no sabía que decir, quería hablar, pero mi voz no salía. Tom, Harry, Karen, Emma, Dougie, Melanie y Danny, junto con más personas que alguna vez había visto y otras que no sabía quiénes eran, estaban frente a mí con una gran sonrisa y bebidas en sus manos. Todos me miraban esperando alguna respuesta.
— ¿Q-Qué? —logre decir. Seguía estática mirándolos confundida. — Gracias —comencé a reírme y mis siete amigos se miraban entre ellos. Los demás invitados siguieron charlando entre sí, Melanie se acerco a mí y me tendió un vaso con no se qué. Lo bebí de golpe, logrando que hiciera una mueca por lo fuerte que estaba y ella rio por lo bajo. — ¿Qué demonios fue eso?
—Tequila… creo que te di mi bebida… dame eso —quito el vaso de mi mano y me entrego otro, al parecer era coca cola.
— ¡Felicidades! —dijeron detrás de mí, era Tom, me gire y vi a los chicos, a Emma y a Karen. Él me abrazo y me susurro un “te quiero” y “te deseo lo mejor.” Después, uno por uno me abrazo y me deseo buenas cosas.
—Fue idea de Danny. —dijo Dougie cuando fue su turno, sobre su hombro logre ver a Danny, el me miraba esperando su turno. —Así que si quieres culpar a alguien, hazlo con él. —yo reí.
—Que buen amigo eres, ¿eh? —dije al separarnos. El tomo mis mejillas y las apretó y jugó con ellas, como si de plastilina se tratara.
Entre y cerré la puerta detrás de mí, haciendo que todo quedara de nuevo obscuro. Coloque la bolsa donde había puesto mi ropa en el piso, cerca de la puerta y comencé a caminar, a tientas, ya que no encontraba el interruptor de la luz.
— ¿Danny? —grite. Seguí tocando las paredes, sin suerte— ¡Demonios!, donde está el maldito interruptor, tu casa da miedo así de obscura. ¡Dann…!
La obscuridad se fue, las luces se encendieron y un gran alboroto se armo, dejando clavados mis pies a la duela, mi corazón a punto de salirse y mis ojos y boca abiertos.
— ¡Sorpresa! —gritaron todos los que estaban frente a mí. Yo no sabía que decir, quería hablar, pero mi voz no salía. Tom, Harry, Karen, Emma, Dougie, Melanie y Danny, junto con más personas que alguna vez había visto y otras que no sabía quiénes eran, estaban frente a mí con una gran sonrisa y bebidas en sus manos. Todos me miraban esperando alguna respuesta.
— ¿Q-Qué? —logre decir. Seguía estática mirándolos confundida. — Gracias —comencé a reírme y mis siete amigos se miraban entre ellos. Los demás invitados siguieron charlando entre sí, Melanie se acerco a mí y me tendió un vaso con no se qué. Lo bebí de golpe, logrando que hiciera una mueca por lo fuerte que estaba y ella rio por lo bajo. — ¿Qué demonios fue eso?
—Tequila… creo que te di mi bebida… dame eso —quito el vaso de mi mano y me entrego otro, al parecer era coca cola.
— ¡Felicidades! —dijeron detrás de mí, era Tom, me gire y vi a los chicos, a Emma y a Karen. Él me abrazo y me susurro un “te quiero” y “te deseo lo mejor.” Después, uno por uno me abrazo y me deseo buenas cosas.
—Fue idea de Danny. —dijo Dougie cuando fue su turno, sobre su hombro logre ver a Danny, el me miraba esperando su turno. —Así que si quieres culpar a alguien, hazlo con él. —yo reí.
—Que buen amigo eres, ¿eh? —dije al separarnos. El tomo mis mejillas y las apretó y jugó con ellas, como si de plastilina se tratara.
Me encontraba caminando
por la casa de Danny, aun no habíamos tenido tiempo de vernos él y yo, ya que
cuando se iba a acercar, lo llamaron y tuvo que salir, ya que había periodistas
fuera, el caso es que siempre que nos queríamos acercar, algo nos separaba, así
que aun no había tenido tiempo de darle las gracias de hacer esto.
La casa se veía muy
diferente, había meseros caminando entre la gente, lograba ver a un chef en la
cocina preparando bocadillos, en el jardín había más gente platicando y bueno,
había música, eso no podía faltar. Nunca había tenido una fiesta sorpresa, así
que no sabía qué más podía esperar de esto.
Tome una copa de algo
burbujeante sin preguntar que era, y lo bebí hasta el fondo, dejándola sobre la
charola del mesero, y tomando otra.
¿Por qué Danny había decido organizarme esto? No lo comprendía. Seguía caminando entre la gente, dándoles las gracias por haber venido, una sonrisa por aquí, un abrazo por allá. Odiaba ser el centro de atención. Y sobre todo, odiaba sentirme sola, porque en mi propia fiesta así lo estaba. Dougie y Melanie estaban platicando con unos amigos, Emma y Tom estaban sentados en el sofá charlando y no quería interrumpirlos y ser de mal tercio, Harry y Karen estaban en el jardín hablando con mas personas, no sabía dónde estaba Danny, ¿Y yo?, yo estaba sentada sola, con una copa en la mano y un bocadillo en la otra, observando lo mucho que se divertían todos.
Mire el reloj y ya marcaba las diez y media de la noche. Suspire y le di un trago a mi bebida.
— ¿Qué haces aquí sola? Es tu fiesta, se supone que deberías estar divirtiéndote. —dijeron cerca de mi oído. Yo me encogí de hombros y el dueño de aquella voz que me hacia estremecer, se puso frente a mí.
—Gracias por esto, en serio lo aprecio. —le sonreí.
—No te estás divirtiendo, ¿cierto? —dijo sentándose frente a mí.
—Si, es divertido ver a todos, ¿ves a la chica de allá? —señale a una chica morena, que estaba con el que suponía yo, era su mejor amigo. Danny asintió mientras miraba hacia donde le apuntaba. —Ella se entero hoy de que su novio le es infiel. Pobre. —dije para después mirar a Danny, quien me miraba divertido, mientras negaba con la cabeza.
—Buenos, tomare eso como un “estoy muy aburrida”. —dijo, note algo de decepción en su voz.
—Pero en serio aprecio que hayas hecho esto, nunca me habría imaginado una fiesta así. —un mesero pasó a nuestro lado, y yo tome otra copa.
—Se que lo aprecias, pero creo que esto no salió como lo planeaba. —Me dedico una sonrisa torcida— En fin… tengo una idea, te daré tu regalo en este momento.
— ¿Un regalo? ¿Estás loco verdad? ¿Entonces todo esto qué es? —dije señalando la fiesta. —el rio y me miro, mientras se ponía de pie.
—Esto no es tu regalo. —dijo con cara de obviedad. —Vamos. —estiro su mano para que yo la tomara. Me puse de pie y caminamos por un pasillo, después abrió la puerta, era la entrada del garaje o la salida hacia el garaje, como quieran verlo.
Entre, Danny cerró la puerta y mientras buscaba algo en uno de los compartimientos que había, lo espere paciente. No sé qué hacíamos aquí, ni que me daría y porque no pudo haber esperado para dármelo.
—Bien, cierra los ojos. —dijo mientras se daba la vuelta y me miraba.
— ¿Para qué? —pregunte riendo.
— ¿Para qué no veas tu regalo? —ironizo.
Negué con la cabeza, mientras giraba los ojos y me cruzaba de brazos.
¿Qué planeaba?
¿Por qué Danny había decido organizarme esto? No lo comprendía. Seguía caminando entre la gente, dándoles las gracias por haber venido, una sonrisa por aquí, un abrazo por allá. Odiaba ser el centro de atención. Y sobre todo, odiaba sentirme sola, porque en mi propia fiesta así lo estaba. Dougie y Melanie estaban platicando con unos amigos, Emma y Tom estaban sentados en el sofá charlando y no quería interrumpirlos y ser de mal tercio, Harry y Karen estaban en el jardín hablando con mas personas, no sabía dónde estaba Danny, ¿Y yo?, yo estaba sentada sola, con una copa en la mano y un bocadillo en la otra, observando lo mucho que se divertían todos.
Mire el reloj y ya marcaba las diez y media de la noche. Suspire y le di un trago a mi bebida.
— ¿Qué haces aquí sola? Es tu fiesta, se supone que deberías estar divirtiéndote. —dijeron cerca de mi oído. Yo me encogí de hombros y el dueño de aquella voz que me hacia estremecer, se puso frente a mí.
—Gracias por esto, en serio lo aprecio. —le sonreí.
—No te estás divirtiendo, ¿cierto? —dijo sentándose frente a mí.
—Si, es divertido ver a todos, ¿ves a la chica de allá? —señale a una chica morena, que estaba con el que suponía yo, era su mejor amigo. Danny asintió mientras miraba hacia donde le apuntaba. —Ella se entero hoy de que su novio le es infiel. Pobre. —dije para después mirar a Danny, quien me miraba divertido, mientras negaba con la cabeza.
—Buenos, tomare eso como un “estoy muy aburrida”. —dijo, note algo de decepción en su voz.
—Pero en serio aprecio que hayas hecho esto, nunca me habría imaginado una fiesta así. —un mesero pasó a nuestro lado, y yo tome otra copa.
—Se que lo aprecias, pero creo que esto no salió como lo planeaba. —Me dedico una sonrisa torcida— En fin… tengo una idea, te daré tu regalo en este momento.
— ¿Un regalo? ¿Estás loco verdad? ¿Entonces todo esto qué es? —dije señalando la fiesta. —el rio y me miro, mientras se ponía de pie.
—Esto no es tu regalo. —dijo con cara de obviedad. —Vamos. —estiro su mano para que yo la tomara. Me puse de pie y caminamos por un pasillo, después abrió la puerta, era la entrada del garaje o la salida hacia el garaje, como quieran verlo.
Entre, Danny cerró la puerta y mientras buscaba algo en uno de los compartimientos que había, lo espere paciente. No sé qué hacíamos aquí, ni que me daría y porque no pudo haber esperado para dármelo.
—Bien, cierra los ojos. —dijo mientras se daba la vuelta y me miraba.
— ¿Para qué? —pregunte riendo.
— ¿Para qué no veas tu regalo? —ironizo.
Negué con la cabeza, mientras giraba los ojos y me cruzaba de brazos.
¿Qué planeaba?
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Hello! No subí ayer porque salí con mis amigas, aunque no lo crean si tengo vida social e_e sdfghjk, como sea, acá esta el capítulo, espero les haya gustado, no se olviden de dejar su comentario, respecto al capítulo!
Gracias por leer :)
Yanan.
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