Estaba fuera del edificio
donde trabajaba Adam. El portero se acerco hacía mi, y me abrió la puerta. Con
una sonrisa le agradecí y camine hacia dentro, donde estaba la recepción y pedí
que llamaran a Adam.
El ambiente era muy elegante y sofisticado, veías a chicas con tacones altísimos caminando como si fueran zapatillas bajas, y muy bien maquilladas todo el tiempo. Igual con los chicos, todos eran parecidos en cuanto a la manera de vestir, todos muy bien peinados, algunos con un poco de barba, y otros muy bien afeitados, todos guapos, debo agregar.
La chica de la recepción, me pidió que tomara asiento, que Adam no tardaba en bajar, que estaba en una sesión fotográfica, la cual estaba por terminar. Le sonreí y le pedí que le dijera que estaría en la cafetería, que ahí lo vería. Ella asintió y me sonrió de nuevo.
El ambiente era muy elegante y sofisticado, veías a chicas con tacones altísimos caminando como si fueran zapatillas bajas, y muy bien maquilladas todo el tiempo. Igual con los chicos, todos eran parecidos en cuanto a la manera de vestir, todos muy bien peinados, algunos con un poco de barba, y otros muy bien afeitados, todos guapos, debo agregar.
La chica de la recepción, me pidió que tomara asiento, que Adam no tardaba en bajar, que estaba en una sesión fotográfica, la cual estaba por terminar. Le sonreí y le pedí que le dijera que estaría en la cafetería, que ahí lo vería. Ella asintió y me sonrió de nuevo.
Camine hacia la cafetería
y ya estando dentro, me acerque al mostrador y pedí un cappuccino, con crema
chantilly y chocolate. El chico que atendía se me quedo mirando extraño.
—No trabajo aquí. —dije. El rodo los ojos y me entrego mi pedido, al cual le había dicho que agregara dos galletas de mantequilla de maní.
Busque una mesa libre, y fui hacia allá. Me senté y comencé a comer mis galletas y tomar de mi café, mientras jugaba con mi celular y revisaba mis correos.
Después de unos minutos de espera, Adam llego y lo salude, pidiéndole disculpas por el espectáculo de ayer, mi caída había sido algo vergonzosa. Bueno, muy vergonzosa.
— ¿Y bien? —dijo mientras dejaba caer el peso de su espalda, sobre el respaldo de la silla. — ¿Cómo sigue tu tobillo?
—Mejor, gracias. Ayer tome demasiados analgésicos, pero ya no duele tanto.
—Me alegro. —sonrió.
—Adam, ¿Por qué nunca me dijiste que si conocías a Danny? Yo te hablaba de él, y tú no dijiste nada, al contrario, parecía que en tu vida lo habías visto.
—Lo sé. Pero Sam… ¿quieres que te diga la verdad? —yo asentí con obviedad. —De acuerdo. Si te decía que lo conocía, tal vez no hubieras dejado que yo te conquistara y que nos conociéramos como ahora. Si la primera vez que hablamos ya bien, sobre él, te hubiera dicho eso, no estaríamos hablando en este momento. Y no quería eso, ya sabes que me gustas y que quisiera intentarlo contigo, pero Danny es como una piedra en el camino que quisiera ir empujando poco a poco, hasta sacarlo de ahí. —yo no supe que decir ante tal comentario. Pero tenía algo de razón. Me conocía, y si sabía que se conocían, tal vez jamás le hubiera pedido que me ayudara, y si no le hubiera pedido que me ayudara, no habríamos salido de nuevo.
— ¿Sabías que iría a la fiesta?
—Claro que no, ¿tú crees que si supiera que iría, te hubiera invitado? Obvio no, ya que te querría solo para mí esa noche y no que estuvieras pensando en él y todo eso.
— Entiendo…—dije. Digamos que me sentía halagada del que Adam gustara de mi, para mí él no era tan indiferente, pero yo quería a Danny.
—Adam, ya está el set de la siguiente sesión, te estamos esperando. —dijo una chica desde la puerta.
—Unos minutos y voy. —respondió el.
—Mejor me voy, hablamos luego ¿sí? —dije poniéndome de pie, lo cual el emito.
—Perfecto. —se acerco a mí y me abrazo, después me dio un beso en la mejilla y se alejo de mi, diciéndome adiós con la mano. —Te llamo luego. —le dije adiós con la mano también, mientras le sonreía.
—No trabajo aquí. —dije. El rodo los ojos y me entrego mi pedido, al cual le había dicho que agregara dos galletas de mantequilla de maní.
Busque una mesa libre, y fui hacia allá. Me senté y comencé a comer mis galletas y tomar de mi café, mientras jugaba con mi celular y revisaba mis correos.
Después de unos minutos de espera, Adam llego y lo salude, pidiéndole disculpas por el espectáculo de ayer, mi caída había sido algo vergonzosa. Bueno, muy vergonzosa.
— ¿Y bien? —dijo mientras dejaba caer el peso de su espalda, sobre el respaldo de la silla. — ¿Cómo sigue tu tobillo?
—Mejor, gracias. Ayer tome demasiados analgésicos, pero ya no duele tanto.
—Me alegro. —sonrió.
—Adam, ¿Por qué nunca me dijiste que si conocías a Danny? Yo te hablaba de él, y tú no dijiste nada, al contrario, parecía que en tu vida lo habías visto.
—Lo sé. Pero Sam… ¿quieres que te diga la verdad? —yo asentí con obviedad. —De acuerdo. Si te decía que lo conocía, tal vez no hubieras dejado que yo te conquistara y que nos conociéramos como ahora. Si la primera vez que hablamos ya bien, sobre él, te hubiera dicho eso, no estaríamos hablando en este momento. Y no quería eso, ya sabes que me gustas y que quisiera intentarlo contigo, pero Danny es como una piedra en el camino que quisiera ir empujando poco a poco, hasta sacarlo de ahí. —yo no supe que decir ante tal comentario. Pero tenía algo de razón. Me conocía, y si sabía que se conocían, tal vez jamás le hubiera pedido que me ayudara, y si no le hubiera pedido que me ayudara, no habríamos salido de nuevo.
— ¿Sabías que iría a la fiesta?
—Claro que no, ¿tú crees que si supiera que iría, te hubiera invitado? Obvio no, ya que te querría solo para mí esa noche y no que estuvieras pensando en él y todo eso.
— Entiendo…—dije. Digamos que me sentía halagada del que Adam gustara de mi, para mí él no era tan indiferente, pero yo quería a Danny.
—Adam, ya está el set de la siguiente sesión, te estamos esperando. —dijo una chica desde la puerta.
—Unos minutos y voy. —respondió el.
—Mejor me voy, hablamos luego ¿sí? —dije poniéndome de pie, lo cual el emito.
—Perfecto. —se acerco a mí y me abrazo, después me dio un beso en la mejilla y se alejo de mi, diciéndome adiós con la mano. —Te llamo luego. —le dije adiós con la mano también, mientras le sonreía.
Salí de ahí y mire el
reloj, eran dos de la tarde, no quería ir a casa. Comencé a caminar por el
centro, miraba las tiendas, algunas veces entraba y perdía el tiempo observando
ya sea, ropa, o libros. Me empecé a hartar, así que decidí ir a visitar a
alguien especial para mí. Saque mi celular y le envié un mensaje.
“Danny, ¿estás ocupado?”
“En lo absoluto, estoy haciendo nada en casa. ¿Por qué?” —respondió.
“Me preguntaba si querías verme hoy :D”
“Eso no se pregunta, te espero aquí ;)”
“Perfecto, te veo en unos minutos”
“Danny, ¿estás ocupado?”
“En lo absoluto, estoy haciendo nada en casa. ¿Por qué?” —respondió.
“Me preguntaba si querías verme hoy :D”
“Eso no se pregunta, te espero aquí ;)”
“Perfecto, te veo en unos minutos”
Estuve de pie por varios
minutos esperando que pasara un taxi, pero al parecer hoy todos se habían
puesto de acuerdo en no querer llevarme a ningún lado. Mire mi reloj de nuevo y
ubique en donde estaba. Tal vez si me iba caminando llegaría más rápido, que estar
esperando por un taxi que al parecer jamás pasaría. Saque mis audífonos y los
conecte a mi celular, le puse play y comencé a caminar.
Después de poco más de treinta minutos y muy agotada, llegue a casa de Danny. Camine ya con dificultad y la respiración agitada hacia la puerta y toque el timbre. Guarde los audífonos, saque una liga y ate mi cabello en una colita, mientras esperaba que abriera. Volví a tocar el timbre, pero ahora no despegue mi dedo después de unos segundos.
— ¡Voy! —escuche que gritaron dentro de la casa. Volví a timbrar, pero ahora solo por molestar a Danny un poco. —Deja de hacer eso. —dijo abriendo la puerta. Yo le mostré una gran sonrisa, a lo que él respondió con una carcajada y otra sonrisa, mientras se acercaba a abrazarme, en manera de saludo. — ¿Por qué tardaste? —dijo mientras cerraba la puerta detrás de nosotros y yo aventaba mi bolso al piso, cerca del armario de los abrigos.
—Hubo una conspiración en contra mía. —dije en un puchero. Lo que Danny tomo como divertido, ya que río.
— ¿Quieres agua? —yo asentí y caminamos hacia la cocina. —Así que, una conspiración…—dijo entregándome un vaso con limonada
—Si, una conspiración. —repetí de nuevo, mientras le daba un sorbo a mi bebida. —Estuve poco más de veinte minutos esperando que pasara un taxi, y no paso ninguno. Así que decidí venirme caminando, haciendo treinta minutos.
— ¿Por qué no me dijiste que fuera por ti?
— ¿Para qué interrumpir tu día de no hacer nada? —dije mirándolo, ya que estaba descalzo, solo con un pantalón pants holgado, y una playera cualquiera.
Fuimos hacia el piso de arriba, donde tenía una pequeña sala de televisión. Nos acomodamos en el sofá, cada quien en un extremo, juntando nuestros pies al centro.
— ¿Cómo sigue tu tobillo? —pregunto mientras le hacía zapping a la televisión.
—Bien, aunque ahorita empezó a doler. —dije haciendo una mueca. — Creo que eso de venirme caminando, no fue tan buena idea después de todo.
—Déjame ver. —dijo enderezándose.
—No, está bien. ¿Pero sabes que es lo que puedes hacer? —dije haciendo mi mejor cara angelical. Danny inclino su cabeza y me miro. —Podrías bajar por mi bolso y traerme las pastillas que están dentro, son para el dolor.
—De acuerdo. —dijo apretando ligeramente mi pierna, para después ponerse de pie y desaparecer por la puerta.
Segundos después, subió con un vaso lleno de agua y mis pastillas.
—Eres un amor. —dije sonriéndole con todos los dientes, mientras me las entregaba.
—Lo sé. Todas me lo dicen. —dijo guiñándome el ojo. Yo fruncí el ceño.
— ¿Pero esas todas saben que eres mi—enfatice esa palabra— amor?
—Si, lo saben. Ahora tomate eso. —dijo acercándome el vaso de agua.
Me tome las dos pastillas que el doctor me había recetado y deje el vaso sobre la mesita, me acomode de nuevo en el sofá, y nos pusimos a ver una película, la cual no recuerdo el nombre, pero era de una chica que se hacía pasar por su hermano, para entrar a un colegio.
Después de poco más de treinta minutos y muy agotada, llegue a casa de Danny. Camine ya con dificultad y la respiración agitada hacia la puerta y toque el timbre. Guarde los audífonos, saque una liga y ate mi cabello en una colita, mientras esperaba que abriera. Volví a tocar el timbre, pero ahora no despegue mi dedo después de unos segundos.
— ¡Voy! —escuche que gritaron dentro de la casa. Volví a timbrar, pero ahora solo por molestar a Danny un poco. —Deja de hacer eso. —dijo abriendo la puerta. Yo le mostré una gran sonrisa, a lo que él respondió con una carcajada y otra sonrisa, mientras se acercaba a abrazarme, en manera de saludo. — ¿Por qué tardaste? —dijo mientras cerraba la puerta detrás de nosotros y yo aventaba mi bolso al piso, cerca del armario de los abrigos.
—Hubo una conspiración en contra mía. —dije en un puchero. Lo que Danny tomo como divertido, ya que río.
— ¿Quieres agua? —yo asentí y caminamos hacia la cocina. —Así que, una conspiración…—dijo entregándome un vaso con limonada
—Si, una conspiración. —repetí de nuevo, mientras le daba un sorbo a mi bebida. —Estuve poco más de veinte minutos esperando que pasara un taxi, y no paso ninguno. Así que decidí venirme caminando, haciendo treinta minutos.
— ¿Por qué no me dijiste que fuera por ti?
— ¿Para qué interrumpir tu día de no hacer nada? —dije mirándolo, ya que estaba descalzo, solo con un pantalón pants holgado, y una playera cualquiera.
Fuimos hacia el piso de arriba, donde tenía una pequeña sala de televisión. Nos acomodamos en el sofá, cada quien en un extremo, juntando nuestros pies al centro.
— ¿Cómo sigue tu tobillo? —pregunto mientras le hacía zapping a la televisión.
—Bien, aunque ahorita empezó a doler. —dije haciendo una mueca. — Creo que eso de venirme caminando, no fue tan buena idea después de todo.
—Déjame ver. —dijo enderezándose.
—No, está bien. ¿Pero sabes que es lo que puedes hacer? —dije haciendo mi mejor cara angelical. Danny inclino su cabeza y me miro. —Podrías bajar por mi bolso y traerme las pastillas que están dentro, son para el dolor.
—De acuerdo. —dijo apretando ligeramente mi pierna, para después ponerse de pie y desaparecer por la puerta.
Segundos después, subió con un vaso lleno de agua y mis pastillas.
—Eres un amor. —dije sonriéndole con todos los dientes, mientras me las entregaba.
—Lo sé. Todas me lo dicen. —dijo guiñándome el ojo. Yo fruncí el ceño.
— ¿Pero esas todas saben que eres mi—enfatice esa palabra— amor?
—Si, lo saben. Ahora tomate eso. —dijo acercándome el vaso de agua.
Me tome las dos pastillas que el doctor me había recetado y deje el vaso sobre la mesita, me acomode de nuevo en el sofá, y nos pusimos a ver una película, la cual no recuerdo el nombre, pero era de una chica que se hacía pasar por su hermano, para entrar a un colegio.
***
El olor a comida hizo que
abriera los ojos, moría de hambre. Me estire, y al hacerlo me percate de que
había mucho espacio y de que donde estaba era demasiado cómodo. Abrí los ojos y
me di cuenta de que no estaba en el sofá. Mire a mi alrededor y vi que estaba
en la habitación de Danny, ya que todo olía a él, amaba su olor. El reloj
marcaba las siete de la tarde. Me quede unos segundos mirando al techo, después
me puse de pie y comencé a observar su habitación. Todo estaba en su sitio, tal
como Danny, todo bien arreglado y en su lugar. Camine hacia el baño que estaba
dentro, para lavarme la cara, cuando escuche que abrieron la puerta, así que salí
y lo vi, con una bandeja llena de comida y bebidas.
—Buenos días, dormilona. —dijo mientras depositaba con cuidado la charolita sobre la cama. Camine hacia la cama y me subí en ella de nuevo, quedando frente a Danny.
—Me quede dormida. Es culpa de la medicina, lo siento.
—No te preocupes, aproveche para hacer algo de comer. Espero te guste. —era spaguetti a la bolognesa, mi favorito.
Ambos comenzamos a comer mientras platicábamos de nuestros amigos y cosas por el estilo. Después de terminar, Danny bajo a dejar los platos que habíamos ensuciado y regreso con dos tazones llenos, uno de helado de vainilla y otro de helado de fresa.
Seguimos platicando, dejamos los tazones ahora vacios en el piso y nos recostamos en la cama, mirando hacia el techo.
—Creo que voy a explotar. —dijo Danny.
—Buenos días, dormilona. —dijo mientras depositaba con cuidado la charolita sobre la cama. Camine hacia la cama y me subí en ella de nuevo, quedando frente a Danny.
—Me quede dormida. Es culpa de la medicina, lo siento.
—No te preocupes, aproveche para hacer algo de comer. Espero te guste. —era spaguetti a la bolognesa, mi favorito.
Ambos comenzamos a comer mientras platicábamos de nuestros amigos y cosas por el estilo. Después de terminar, Danny bajo a dejar los platos que habíamos ensuciado y regreso con dos tazones llenos, uno de helado de vainilla y otro de helado de fresa.
Seguimos platicando, dejamos los tazones ahora vacios en el piso y nos recostamos en la cama, mirando hacia el techo.
—Creo que voy a explotar. —dijo Danny.
— ¿Bromeas? Casi me diste todo tu helado. Ni siquiera puedo moverme de lo mucho que comí.
—Era inevitable. —dijo divertido. Después se puso serio. —Así que Adam es el chico que te gusta…
—Algo así… —me encogí de hombros y lo mire sin que él se diera cuenta que lo miraba. Sus pestañas eran largas, chinas y claras. Me encantaban sus ojos. —Pero, solo somos amigos. No estamos saliendo en otro plan.
—A él le gustas, Sam. Mucho… —volteo su cabeza y me miro, yo suspire un poco y me perdí en su mirada.
—No es verdad.
— ¿Qué no te diste cuenta de la manera en la que te miraba? — “no, no me di cuenta, porque yo te estaba mirando a ti.” Pensé.
—Nop. —dije.
—Bueno, pues eso, yo sé cómo se mira a alguien a quien quieres demasiado. —dijo, mientras me miraba fijamente, cosa que hizo que me cohibiera y pusiera mi vista en el techo. Me encogí de hombros, mientras buscaba como cambiar de conversación.
El cielo se ilumino, y comenzó a tronar un poco, me puse de pie y camine hacia la ventana, había comenzado a llover con mucha fuerza. Y Danny había dicho que no me llevaría a casa, hasta que la lluvia terminara. Salí hacia la sala de TV y tome su computadora y me puse a tontear un poco en ella. El se había quedado en su habitación, hablando con su hermana Vicky.
Los segundos y minutos se
convirtieron en una hora. Después de esa pequeña platica, nadie dijo nada. Se
había formado un silencio entre nosotros. Me sentí un poco mal por eso, así que
apague la laptop, y la deje sobre la mesita de centro.
Me puse de pie, y camine de regreso a la habitación, Danny se había quedado dormido, tome una mantita y lo tape. Me acosté sobre mi estomago, recargando mi cabeza en mi brazo derecho, mientras que con la otra, jugaba con sus pulseras. Lo estaba observando. Sus labios eran una tentación para mí en estos momentos.
« ¿Por qué lo queremos tanto, Sam?»
«No tengo ni la menor idea, solo se eso, que lo quiero más que a nadie.»
No se qué estaba pensando, pero de pronto me encontré a mí misma, a centímetros de su boca, a punto de juntar mis labios a los suyos.
Me puse de pie, y camine de regreso a la habitación, Danny se había quedado dormido, tome una mantita y lo tape. Me acosté sobre mi estomago, recargando mi cabeza en mi brazo derecho, mientras que con la otra, jugaba con sus pulseras. Lo estaba observando. Sus labios eran una tentación para mí en estos momentos.
« ¿Por qué lo queremos tanto, Sam?»
«No tengo ni la menor idea, solo se eso, que lo quiero más que a nadie.»
No se qué estaba pensando, pero de pronto me encontré a mí misma, a centímetros de su boca, a punto de juntar mis labios a los suyos.
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El próximo capitulo se los subo mañana o el viernes, ya que tiene unos errores de edición y ya no puedo ponerme a arreglarlos -mi papá no tarda en llegar y se supone que no debe verme en la computadora- espero entiendan :/
Bueno, ya saben 10+ likes y comentarios y subo mas rápido :)
Las quiero.
Las quiero.
Yanan.
btw, en serio les subire el otro capitulo en cuanto lo tenga, pero en serio comenten e_e
:D
Beso! Beso! Beso! y mejor le paro o voy a salir con alguna guarrada! xD
ResponderEliminarasdfghjklkñ ya quiero que lo continues!!!
Love ya!! <3
Ayyyyyyyyyyyyyyy! Por lo menos un piquito! o que la tormenta se concierta en diluvio y no pueda salir Sam de la casa de Danny... 1313
ResponderEliminarOMG!!!! awwwww coincido con la chica de arriba si no es beso almenos de piquito y que la tormenta dure XD jajaja awww bueno ps como siempre genial el capitulo! y no se que mas escribir ahora no vengo con mucha inspiracion adios :)
ResponderEliminarAAAAAAAAAAAAAAAAAA yo ya lo habia leido a este INJUSTICIAAAAA!! OKNO :D igual me faltaba la ultima parte :$ ME ENCANTO YANAN EL CAP, ESPERO QUE PROXIMO :D besitos ♥
ResponderEliminarOwww! Él sabe como mirar a una chica por qué...
ResponderEliminarÉl mira a Sam de la misma manera!
Es demasiadooo! Danny! es demasiado de todo!!
:3
Wohooo!
Ya quiero el sig! :B
:)
Estoy totalmente enamorada de tu novela, es DEMASIADO PERFECTA, Danny es un dulce. Seguila!!
ResponderEliminarDios MIO!Simplemente M E E N C A N T O'
ResponderEliminarEstaan hermosa tu nove *.*
-&'Que danny este despierto &'Le siga el beesoo *.*'
Dioos'Espero el proximo con ancias (:
Pues ya quiero que sea Mañana o viernes:3
ResponderEliminarjajaj Tambien espero que Danny este despierto o por mera casualida se despierte y le siga el beso, y vamos, que se quede en casa de el se presta para muchas cosas._. OknoXD
Quiero ver que sucede con danny!
Oh dios, quiero que se besen. AME este capitulo <3
ResponderEliminar¿Ya va a salir hoy? estoy ansiosa por leerlo'<3
ResponderEliminarke bonitoow stubo, sperO el proxiimoo Chaaoo!!!!
ResponderEliminarAy, siento maripositas en el estómago, ah. Poder ver a Danny dormir, Sam es suerta ah (?) Okya. Me encanta.
ResponderEliminar